domingo, 21 de septiembre de 2025
A different man
FICHA
TÉCNICA
Título:
A
Different Man.
CRÍTICA
SINOPSIS: Un
hombre que tiene una defomación facial, se somete a un
revolucionario tratamiento para cambiar su aspecto. El resultado es
un éxito y espera que todo cambie en su vida. Porque además es
actor. Pero las cosas no van como esperaba.
LO MEJOR: Lo
más evidente, y también previsible a priori, sería considerar que
el mensaje de la película y el tema principal es la exaltación de
la belleza interior. Y si, claro que trata sobre que el físico no es
lo más importante del individuo. Pero no desde el ángulo que muchos
pensarán antes de verla. Es una historia bastante más sombría de
lo esperable. Además, mezclando varios toques durante su narración,
el del drama puro con la tragicomedia. En ocasiones parece que bebe
del cine de Woody Allen pero en otras del de David Lynch, creando un
contraste bastante curioso. Porque sí, también hay algo de ciencia
ficción pero es meramente accesorio para explicar el cambio físico
que experimenta el protagonista. No obstante, lo que viene a recalcar
es que ese cambio no va unido a lo psicológico, el descubrimiento de
que el motivo de su infelicidad no es su deformidad física, al menos
no completamente. La película nos habla pues, de la importancia de
sanar interiormente, de estar satisfecho consigo mismo pero
mentalmente. Para la credibilidad de cierta parte de la historia, es
vital la labor de maquillaje, algo que paradójicamente se discute
dentro de la película en cierta fase de la historia. Y tengo que
decir que me parece magnífico, hasta el punto de que llegué a dudar
si se trataba de maquillaje o de una persona que realmente tenía esa
enfermedad.
Interpretación: Se
confirma el mal que les hace a los actores enrolarse en una
franquicia de superhéroes, apartándolos de papeles como este
haciendo que el público se olvide que tienen bastante más talento
del que se pueda demostrar en ese género, por muy lucrativo que
pueda llegar a ser económicamente. Porque Sebastian Stan está mejor
que nunca aquí, posiblemente ante su mejor interpretación, por la que ganó un Globo de Oro y podría haber estado nominado al Oscar
perfectamente. Adam Pearson si padece ese trastorno. Ya pudimos verle
en “Under the skin”, aunque muy brevemente. Aquí podemos darle
mucho más y cuando entra en la película esta sube de nivel, hay que
decir, porque roba el protagonismo al propio Stan, como pasa dentro
de la historia. Y para rizar el rizo está Renata Reinsve.
Escenas (SPOILERS!!): Hay
escenas visualmente impactantes. Como cuando se empieza a desprender,
literalmente, los trozos de la cara que se van cayendo por el
tratamiento, dejando al descubierto el rostro de Sebastian Stan, en
el único momento de body horror. O en el asesinato del
fisioterapeuta que le ayuda a recuperarse del accidente. Aunque son
más significativas las escenas con significado psicológico. Como
cuando ella le dice a Edward (Stan), ya con aspecto normal, que nunca
ha utilizado la máquina de escribir que le regaló el anterior
Edward. O cuando él le dice al científico que Edward ha muerto
porque así lo considera. Aunque podrían haber
jugado la baza de que ella se enterara de que realmente son la
misma persona.
LO PEOR: Narrativamente
es algo confusa aunque es más que probablemente que sea algo
premeditado. Además de desagradable, y no por lo evidente, no por
algunas situaciones de body horror o el aspecto del protagonista
inicialmente, sino por la manera de contarla, nuevamente, de forma
consciente, seguramente.
REFERENCIAS: Hay
varias películas en la que sus protagonistas sufren deformaciones
faciales que implican estados psicológicos, como “Máscara” ,
con Cher, y de Peter Bogdanovich, “El hombre elefante”, de David
Lynch o “La mosca”, desde David Cronenberg.
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