Otra
serie creada por J.J. Abrams. Un tipo que muchas veces muestra su
nostalgia por épocas pasadas y aquí lo ha vuelto a hacer, haciendo
un homenaje al cine policíaco de los setenta, incluso al
blackxploitation. La pena es que ha pasado sin pena ni gloria para el
público a pesar de tener muy buenas críticas. Así que ha sido
cancelada tras solo su primera temporada. Aún así, ¿se puede ver?
La respuesta corta es si. La trama de toda la temporada concluye.
Pero es verdad que hay una de fondo que prometía y queda cortada,
que preparaba la serie para que los dos protagonistas volvieran a
trabajar juntos. Estos son Josh Holloway (muchos le recordarán de
“Perdidos”) y Rachel Hilson, y tienen una química total aunque a
priori parezca difícil que se dé. Además, hay varios secundarios
que le pueden sonar a la gente, como Camille Guaty, Greg Grundberg o
el veterano Keith David. El tono es ligero, incluso de cierta comedia
en ocasiones, pero básicamente es un thriller policíaco para cazar
a un jefe mafioso. Y si, está ambientada en los setenta, década de
la que se hace una muy atractiva recreación, donde no falta una
selección de temas musicales maravillosa, sobre todo si te gusta la
música de esa época. Y que también se intenta emular (y consigue)
la forma de rodar de esas películas, con sus vestimentas chulescas,
su cámaras lentas, sus tiroteos y . . . sus persecuciones. Me da
que a Tarantino le gustaría esta serie, aunque solo sea por los
coches que salen pues cualquiera de ellos podría haber salido
perfectamente en su “Death Proof”. No en vano, uno de ellos da
título a la serie. La he disfrutado bastante y me hubiera gustado
ver más de esto. 7.
Enhorabuena
a los premiados, si, a esos que ya tienen la nueva piñata a la que
golpear cada dos por tres, porque a algunos nos les basta con decir
que una serie no les ha gustado. No, te lo tienen que decir en
absolutamente en todas partes, en todos los memes posibles. Vamos, lo
que viene llamándose hate. Me recuerda al fenómeno que sufrió
cierta serie de dragones, por la que a quienes no les gustó su
resolución, tenían por narices que imponer su opinión a quienes si
les había gustado. Quienes no vieron que su heroína no lo era tanto
a pesar de que los indicios apuntaran a ello desde el minuto uno.
Como ha pasado aquí. Es curioso el rechazo que refleja el público
cuando le cambian el paso en lo más mínimo, porque muchos van
diciendo que quieren algo nuevo pero bueno, no mucho. Es por eso que
triunfó “Alien Romulus” (que era un revival de las dos primeras
entregas de la saga) y, sin embargo, “Prometheus” dividió mucho
más. Por lo que a tantos les gustó el episodio 5 (en clara a
alusión a “Alien, el octavo pasajero”), pero no lo que vino
después. Y está bien, me parece muy respetable esa opinión, tanto
como debería ser que la mía (y de otros) sea contraria. Porque sin
parecerme ni mucho menos perfecta, en resumidas cuentas, creo que
tiene más aciertos que errores. Porque en lo negativo es verdad que
tiene atajos demasiado convenientes en el guion. Pero en lo positivo,
he disfrutado de que hayan convertido la fiesta del xenomorfo en un
monsterverso (más bichos, más diversión). De que hayan colocado a
los sintéticos en el centro de la trama (hola precuelas). Y de
decisiones acertadas como el vínculo protagonista-bestia (hola
“Alien Resurrection” y universo expandido en cómics). Pero, en
definitiva, que se hayan arriesgado, se hayan atrevido, y yo eso
siempre lo voy a aplaudir. Así que espero la segunda temporada. Y
digo yo, que los que no les ha gustado, no. Porque si no, sería un
poco una broma. 7.
Tal
era la confianza en ella, y no es habitual en esta plataforma, que
fue renovada para una tercera temporada sin haber sido estrenada la
segunda. Que lo hizo de forma partida, es decir, en dos bloques
separados por un mes, lo que confirma la estrategia que Netflix
pretende seguir con los que considera sus productos más importantes. Porque
“Miércoles” se ha convertido en una de sus series bandera. No es
de extrañar, tiene un gran éxito, y gusta a diferentes públicos a
pesar de su perfil juvenil. Porque la verdad es que es un caramelo
para los aficionados al género fantástico y al terror. Pero a un
terror muy particular, con el sello de uno de los artífices de la
serie, que no el creador, Tim Burton, que lo impregna de ese
característico humor negro muy suyo. Un tono de comedia que funciona
de maravilla gracias a un casting acertadísimo, donde Jenna Ortega
se reafirma como su líder, cada día más estrella, pero
compartiendo un protagonismo cada vez más coral. Por ejemplo, con
Emma Myers. Y con su propia familia en la ficción, a la que han dado
más relevancia en esta segunda entrega, especialmente, y lo
entiendo, con Catherine Zeta jones, la nueva Morticia. Para colmo,
ha habido incorporaciones bastante acertadas como la de Evie
Templeton (Agnes) o Steve Buscemi. Sin renunciar a enganchar con
varios personajes de la primera temporada. La fórmula funciona
porque aunque existe ese enganche entre temporadas, cada una de ellas
ha llevado un caso que ha de resolverse a lo whodounit, y eso da
mucho juego. Personalmente, veo esta segunda al mismo nivel de la
primera y estoy deseando ver la tercera. Por cierto, parece que va a
ser una de sus señas de identidad el ofrecer un baile icónico en
cada una de ellas. Veremos si eso vuelve a ocurrir. Pura diversión.
7’5.
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