La
crítica la masacró, fue un fracaso de taquilla, tuvo mucha polémica
y a pesar de ello es una película icónica, cuya estética ha
influenciado a otras películas y que llevan años queriendo hacer un
remake que nunca acaba de llegar. ¿Lo adivináis, no? Efectivamente,
es un título de culto en toda regla. Y hoy la vamos a recordar.
Vayamos
por partes y confirmar o desmentir esos datos. ¿Fue un fracaso de
taquilla? Pues recaudó solo 5’5 millones de dólares y los datos
en cuanto a su presupuesto son confusos. Se estima que estuvo entre
los cinco y siete millones pero lo más probable es que con los
gastos de distribución se fuera hasta los nueve. Así que si, fue un
fracaso comercial.
En
cuanto a la crítica, la tachó de ser un mero exhibicionismo de la
actriz, Jane Fonda. Bueno, esto nadie lo puede negar ni tampoco nadie
lo quería ocultar. Incluso, el director, Roger Vadim, que estaba
precisamente casado con ella, reconoció que sabía que todo el mundo
iba a ver la película para verla desnuda y por eso colocó la
escena en la que ella hace un striptease justo al comienzo.
Por
cierto, en gravedad cero, lo cual se simuló de forma ingeniosa,
colocando a la actriz en un tubo de plexiglás en el que iba
revolcándose como si estuviera por el aire mientras se quitaba por
piezas un traje de astronauta hasta quedarse como Dios la trajo al
mundo, eso sí, con los títulos de crédito tapando ciertas partes
de su anatomía.
Y
sí, es evidente que la carga sexual estaba ahí. De todas formas, a
quien no la conozca, yo invitaría a echar un vistazo al cómic
original en el que se basa, de Claude Forest y Claude Bruhlé, que es inequívocamente erótico. Y claro que exhibían a Jane Fonda,
quien ya previamente se la consideraba una sex symbol y a la que
diseñaron hasta siete atuendos propios de una gogó de discoteca,
por parte de Jacques Fonterrey y Santoria Farani, asesorados por Paco
Rabanne.
Hay
más referencias, la ciudad de Sogo hace alusión a Sodoma y Gomorra.
Incluso hay una máquina de orgasmos que se utiliza como instrumento
de tortura y que Barbarella recalienta hasta romperla. Todo ello
contribuyó a que el personaje se convirtiera en un icono de la
liberación sexual femenina por unos y de la sexualización de la
mujer por otros.
En
su defensa tengo que decir, al revisionarla esta vez me ha parecido
mucho más divertida de lo que recordaba. Si, hay gran carga sexual
pero siempre desde un tono desenfadado e incluso sarcástico. Además,
el diseño de producción es alucinante, muy original e imaginativo.
Sí, todo es un set de rodaje pero los decorados tienen mucho trabajo
creativo. Fue el primer héroe de cómic, heroína en este caso, de
ciencia ficción que se llevaba al cine.
Antes
de Jane Fonda se consideraron otras opciones, como Virna Lisi,
Brigitte Bardot (la favorita) y Sofía Loren. Finalmente, Roger Vadim (conocido por películas como “Y Dios creo a la
mujer” o Historias extraordinarias”) convenció a su esposa para
dar vida al personaje. Del que renegó inicialmente tras el estreno
pero que con el tiempo ha vuelto a cogerle cariño asistiendo al reestrenos de la película y homenajes.
Algunas
curiosidades. Se eliminó una escena lésbica con la modelo Anita
Pallenberg. El reparto lo completaba John Phillip Lawe, David
Hemmings, Ugo Tognazi y Milo O’ Shea, quien interpretaba el villano Durand Durand, que efectivamente fue tomado como nombre por el famoso grupo musical.
Tras el estreno de "Planet Terror", Robert Rodríguez declaró tener intención de realizar un remake de "Barbarella", precisamente con la protagonista de esa película, Rose McGowan, pero no llegó a hacerse. El año pasado volvió a hablarse de la posibilidad de un remake, esta vez con Edgar Wright tras las cámaras y Sydney Sweeney (no podría ser más acertada) delante de ellas, como la heroína galáctica.
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