martes, 5 de julio de 2022

Escenas Míticas: Depredadores de humanos - Los pájaros

 


   Más allá de las Monster movies de grandes monstruos como Godzilla, King Kong o los dinosaurios, el cine ha creado una variante en la que ha usado animales digamos corrientes como depredadores del ser humano para causar terror al espectador con criaturas que sí podía encontrarse, que si existen, que no proceden del mundo fantástico. Tiburones, cocodrilos, murciélagos, ratas, pirañas, perros o . . . pájaros. Se han hecho películas de todos.




   Eso es lo que quiso explotar un mago del suspense como Alfred Hitchcock, el miedo a que unos seres que conviven con la especie humana sin mayor preocupación, de repente, se volvieran hostiles y decidieran atacar al hombre con todas sus fuerzas. Sin que haya una razón, un preaviso o un antecedente. O quizá solo porque pueden, porque la naturaleza es así de impredecible. O como cura de humildad para los humanos.



   Así es como surgió la que considero mi película favorita de Hitchcock por encima incluso de obras maestras también como “Psicosis”, “Vértigo” o “La ventana indiscreta”, entre otras. El cineasta británico se basó en un relato homónimo de Dafne Du Maurier, cuyos derechos fueron comprados para hacer un episodio de su serie “Alfred Hitchcock presenta”.



   Sin embargo, la historia le parecía tan interesante que decidió realizar una película con ella. Sería la tercera adaptación de una obra de la escritora también británica tras “Posada Jamaica” y “Rebeca”. Para colmo, la preparación del guion coincidió con un hecho real, por lo que se acusó a Hitchcock de aprovecharlo para publicitar el film, aunque siempre defendió que el proyecto ya estaba en marcha antes de producirse el suceso.



   Que consistió en que la noche del 28 de agosto de 1961, a eso de las tres de la madrugada, se produjo un ataque masivo de gaviotas en Bahía Monterrey, en California, donde sus habitantes tuvieron que defenderse incluso con antorchas, y aún así, muchos fueron heridos. Por la mañana, las aves aparecieron muertas y con evidencia de que habían vomitado algo que tenía un olor putrefacto.



   Mucho tiempo después, tras un nuevo ataque en los Estados Unidos, donde los cuatro miembros de la familia Westmister murieron a causa de las heridas producidas por una bandada de aves de entre 100 y 300 ejemplares, se hizo un estudio para lograr desentrañar que había pasado. En 2011 se llegó a la conclusión que dichas aves se habían intoxicado con ácido domoico, residente en ciertas algas que consumen los peces. Esta toxina afecta al sistema nervioso y eso podría ser la razón de que los animales actuaran con tan desmesurada violencia.



   No obstante, Hitchcock prefirió omitir cualquier explicación para acrecentar la sensación de terror a lo impredecible. Es más al final no aparece el clásico subtítulo “The end” para que el espectador se fuera con el desasosiego de que la cosa no había terminado. De hecho, el final que iba a mostrar era otro, donde los supervivientes llegaron en el coche en el que escapan a la ciudad de San Francisco y la encontraron tomada por las aves igualmente, lo que hubiera sido incluso más apocalíptico pero se descartó por falta de presupuesto.



   Aunque podemos hacer algunas interpretaciones de la historia. Como que esa perturbación en las aves es producida por el personaje de Melanie, que ya en la primera escena de la película presencia como éstos parecen muy agitados. El propio canario de la tienda de animales se altera cuando ella intenta cogerlo. De hecho, es ella la primera persona atacada por una gaviota ya en Bahía Bodega. Y todos los ataques se producen en su presencia, el cumpleaños, la escuela, la casa, la gasolinera. Es más, desde su llegada a la localidad hay varios personajes que inicialmente se ven amenazados o incomodados por ella, como la profesora o la madre de Mitch (Rod Taylor).



   Una Melanie para la que Hitchcock quería a su Grace Kelly pero con la que la relación no era la mejor, que se llegó a pensar en Audrey Hepburn pero terminó eligiendo a Tippi Hedren tras verla en un anuncio publicitario donde se le hacía un piropo, lo cual el director quiso reproducir al comienzo de la película. La acompañó Rod Taylor, aunque se había considerado a Cary Grant y a Sean Connery. Jessica Tandy (que es la que realmente sale en el cartel del film), Suzanne Pleshette y Verónica Cartwright (de niña) completaban el elenco. Ésta última aparecería en dos grandes películas de terror de los setenta, "La invasión de los ladrones de cuerpos" y "Alien, el octavo pasajero".



   Se utilizaron 3200 aves amaestradas. algunas de ellas se ataron con hilos de nylon a las ropas de los personajes para que estuvieran encima de ellos. Lo que a Tippi Hedren le valió que tuviera que ser hospitalizada durante algunos días tras recibir un picotazo en la cara. La película no tiene música. El compositor habitual del director, Bernard Herrmann se lo recomendó para así jugar con el contraste de los silencios y el sonido de las jaurías de las aves en los ataques. Si intervino en la modulación de los graznidos. Por cierto, con los que despidieron a los espectadores que acudieron a la premiere, mediante altavoces escondidos entre los arbustos.



   Tippi Hedren ganó un Globo de Oro y la película una nominación a los efectos especiales visuales. Se ha rumoreado con remakes, en forma de serie por parte de la BBC o una película que pensaba producir Michael Bay, siguiendo a sus producciones de reboots de otros cásicos del terror como "La matanza de Texas" o "Viernes 13". La secuela de "Los pájaros", mejor ni mencionarla. A todo ésto, la película costó 3 millones de dólares y recaudó 11 en taquilla.

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