domingo, 24 de julio de 2022

The Empty Man

 


   FICHA TÉCNICA

Título: The Empty Man.
Dirección: David Prior.
País: Estados Unidos.
Año: 2020.
Duración: 137 min.
Género: Terror.
Interpretación: Marin Ireland, Stephen Root, Robert Aramayo, Samantha Logan, James Badge Dale, Owen Teague, Virginia Kull, Evan Jonigkeit, Joel Courtney, Ron Canada, Jessica Matten, Sasha Frolova, Tanya van Graan, Aaron Poole, Jamie-Lee Money, Reine Swart, Vere Tindale, Sven Ruygrok, Connor Dowds, Brian Wolfman Black Bowman, Michael MacKenzie, Michael Bundred, Connie Hollins.
Guion: David Prior. Historia: David Prior. Novela gráfica: Cullen Bunn.
Producción: Ross Richie, Stephen Christy.
Música: Christopher Young.
Fotografía: Anastas N. Michos.
Distribuidora: 20th Century Studios.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un expolicía se dedica a buscar a la hija de una amiga que ha desaparecido en circunstancias extrañas. En su investigación se encuentra con un grupo de personas que adoran un culto para invocar a una entidad sobrenatural.

   LO MEJOR: Se agradecen las propuestas de terror adulto, y eso influirá en la que para muchos supondrá una valoración abultada en cuanto a la nota que le otorgaré. Pero es que, como digo, se agradece que aunque ni mucho menos sea una película perfecta, trate de aportar seriedad a lo que parece el típico planteamiento de la figura del hombre del saco. No lo es. Por mucho que se parezca en un principio una historia tipo “Slenderman”, gracias al señor no lo es. No es terror adolescente y no sé basa en sustos baratos. Podemos apreciarlo ya en su dilatado prólogo de casi veinte minutos, en su esfuerzo en crear una atmósfera, su cuidado en la puesta en escena, su tempo calmado y paciente, y su tono grave y tenso. Además, hay un intencionado cuidado por lo formal, por la manera de mostramos cada plano, cada movimiento de cámara, su fotografía. Luego está que le guste a uno o no el resultado final. Pero ese trabajo es innegable. Y si, en cierto modo, me recuerda a David Fincher. No en su talento evidentemente pero si en que David Prior, el director de ésta, tomó notas cuándo realizaba documentales relativos a películas de Fincher como “Zodiac” o “La red social”. Se nota la relación entre ambos, sobre todo en el segundo acto. En el tercero no tanto, que se convierte en una locura onírica e incluso surrealista.

   Interpretación: James Badge Dale está muy bien en su papel. Un actor poco valorado a mi juicio, pero estaba genial en “13 horas, soldados secretos de Bengasi” de Michael Bay. Le acompañan en el reparto algunas caras conocidas o qué puedan sonar al público, como Marin Ireland o Robert Aramayo (por la versión joven de Ned Stark en “Juego de tronos”). Aunque resulta más impactante la actuación de la desconocida Sasha Frolova.

   Escena (SPOILERS!!): ¿Porqué es tan largo el prólogo? Casi es un corto en sí mismo. Aparte de ser una declaración de intenciones en cuanto a tono y puesta en escena, tiene una importancia capital en el final de la historia. Ese único superviviente será el próximo “hombre vacío” qué no es más que el contenedor de la entidad demoníaca. Después descubriremos que todo este segmento ha ocurrido muchas años antes que el resto de la película. Los suficientes para que su seguidores consideren que necesitan un sucesor, otro contenedor. Y la revelación final de que ese es el protagonista, se puede anticipar. Que el tipo se apellida Lasombra. Si bien, tiene algunas lagunas. La primera es que no explican nada de cómo fue creado. ¿De la nada? No lo dicen. Podemos suponer que era una persona existente a la que le han implementado ciertos recuerdos. Para que en tres días, el viaje que emprende James (Badge Dale), su investigación, le lleve a culminar matando al anterior “empty man”, para sustituirle. Aunque ésto tiene algunas lagunas, como digo. Si no conoce a Nora (Ireland), como se justifican las escenas en las que se ve no solo que si se conocen sino que tuvieron una relación amorosa. O las escenas con los policías, quienes le recuerdan como antiguo policía. Debemos suponer que estas partes han ocurrido solo en su cabeza, que son parte de los recuerdos implantados por los seguidores de la secta. Eso explicaría que la casa en la que vive no tenga ni un solo mueble, pero él crea que si los había. Entonces, ¿porque llama a Nora desde el hospital? Si se supone que ni la conoce realmente. La única explicación es que los seguidores de la secta pretendieran que se sintiera tan aturdido, tan descolocado, como para hacer responsable al paciente de la habitación, al “hombre vacío” y terminar matándole, pues es el siguiente contenedor el que debe acabar con el anterior. Pero está un poco cogido con alfileres, porque el de la prólogo no ha hecho eso.

   LO PEOR: Su giro final es tan importante como imperfecto  porque plantea al guion algunos agujeros que podrían explicarse, eso es cierto, pero que quedan cogidas con pinzas. Además que la sorpresa final se pueda adivinar un poco antes de que nos la revelen.

   REFERENCIAS: Se basa en la novela gráfica homónima de Cullen Brunn. Argumentalmente recuerda a “Slenderman” en un principio pero termina teniendo más paralelismos con “Hereditary”, de Ari Aster, o con “El corazón del ángel”, de Alan Parker.

   CONCLUSIÓN: 7. Injustamente tratada y perjudicada por las circunstancias en las que que se gestó pero aún así es un notable ejercicio de dar seriedad a la figura del hombre del saco y al propio género de terror girando hacia lo adulto.




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