Alex
de la Iglesia no es lo que era. Mira que me ha gustado siempre pero
sus últimos trabajos dejan mucho que desear. Como le pasó en la
serie “30 monedas”, es un revoltijo de intenciones. Por un lado
quiere ser un homenaje al slasher y más concretamente al giallo, lo
que de entrada me gustaba, pero luego quiere darle un tono de mensaje sobre
la turismofobia, que no viene a cuento, lo que da lugar a una
ensalada de indefinición. Por ejemplo, una película que no era
precisamente buena pero que funcionaba porque tenía más claro lo
que quería ofrecer es “Hostel”. Y da rabia ver como un director
que habitualmente tiene una muy buena puesta en escena, mucho
mejor que Eli Roth, ofrece aquí secuencias mal rodadas, hasta con
errores de montaje que llegan al ridículo. Gran parte del problema
viene lastrado por un guion que es terrible. Todo
los que hace el policía, el taxista, el novio de la protagonista, la
gente en la calle, no tiene sentido. Por
salvar algo, la ambientación de la ciudad de Venecia y de ese aura
de ciudad misteriosa, con su carnaval y tal, está bien. Y bueno, y
un par de muertes. Porque el reparto no puede estar más
sobreactuado. Pero es que todos, me cuesta decidir quien está peor
de ellos,
y eso
que algunos son conocidos. Muy
probablemente es la peor película de De la Iglesia, y es una pena
porque parece su tendencia últimamente. 3.
Curiosamente
en España llevó el título original de la novela en francés de
Amelie Nothomb que
se adapta, porque aunque es una película española, está
coproducida por Alemania y Francia y cuenta con un reparto
internacional con el título “A perfect enemy” Reparto cuyos dos
protagonistas están realmente bien, Tomasz Kot y sobre todo, Athena
Strates. Y ésto es importante porque prácticamente, aunque su mayor
parte se desarrolle en un aeropuerto y lugares públicos,
prácticamente es un mano a mano entre ambos, lo que en ocasiones le
da un tono teatral. Pero no por ello se basa en los diálogos, que
también, porque mientras conversan, se recrean visualmente los
flashbacks o las situaciones hipotéticas que se plantean en la
conversación. Dos
personas que parecen conocerse por casualidad pero cuyos pasados
podrían tener algo que ver entre si, y hasta ahí se puede leer.
Porque la trama se vuelve cada vez más oscura y las revelaciones
bastante impactantes. Hay que advertir que hay que darle su tiempo y
tener paciencia, fijarse mucho en los detalles y las simbologías que
encierran. Pero me ha tenido enganchado, he estado intrigado por
saber que pasa ahí realmente, porque esas dos personas se están
contando esas cosas. 6’5.
Podría
empezar diciendo que no vale un pimiento y no estaría mintiendo. Pero
voy a juzgarla a en base a que tiene dos taras previas que no son
culpa suya. La primera es que el género de zombis está tan
sobreexplotado, tan desgastado, que cualquier cosa que nos ofrezcan
muy probablemente ya la hemos visto. Y las parodias del género
también. En ese sentido está a años luz de títulos como “Zombis
nazis” (las dos partes) o “Bienvenidos a Zombieland”, y no me
refiero respecto a lo que depende del presupuesto. La segunda es que
hay una muy evidente carencia de medios. Aunque también de ganas
porque anda que no hay películas de zombis baratísimas con un
despliegue brutal de sangre y gore, con auténticos maestros del
maquillaje. Cosa que aquí se han limitado a mancharles un poco y van
que chutan. El
reparto si si las ha puesto porque están bastante bien. Y hacen que
sea más creíble el principal punto de interés de la película, que
es situar la historia en plena guerra civil española, haciendo que
miembros de ambos bandos se vean obligados a aliarse para defenderse
de los muertos vivientes, lo que produce inevitables fricciones entre
ellos y los actores lo saben explotar, aunque para ello tengan que
basarse en clichés habituales. Me he reído, aunque a veces de lo
mala que
es,
sobre todo en algunas escenas en las que los infectados hacen cosas
un poco inverosímiles. Pero
bueno, para pasar el rato puede valer. 5.
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