En
el género de deportes el propio tema del deporte puede ejercer
simplemente como vehículo para contar algo más serio. No es
exactamente lo que pasa en esta película, porque si se centra
bastante en la parte deportiva, en como un entrenador de hockey sobre
hielo cambió el concepto de preparación y juego para un
acontecimiento tan importante como los Juegos Olímpicos. Si vamos a
ver duros entrenamientos y planteamientos tácticos, pero siempre hay
un trasfondo social y político detrás de todo ello. Porque la
película se basa en hechos reales, concretamente en el
enfrentamiento de la selección de Estados Unidos (formada por un
equipo universitario) con la por entonces Unión Soviética, pues
estamos hablando de los Juegos Olímpicos de invierno de Lake Placid
en 1980. Si, ya sé, como les gusta a los americanos resaltar sus
gestas, porque el título deja poco a la imaginación sobre el
resultado. Claro que también considerarían que todo el mundo ya lo
sabría. Es por eso que se focalizan más en como se consiguió. Y
claro, ahí entra la cuota Disney que tiene la película, que es
hablar también sobre el compañerismo y la amistad. Pero sobre todo,
la historia se apoya principalmente en el trabajo interpretativo de
un gran Kurt Russell en el rol de entrenador sargento de hierro.
Salvo el aspecto de que en el partido final me habría gustado que se
hicieran más planos generales y no tan cerrados, para poder ver como
estaban jugando realmente, la película me ha gustado mucho. 7.
Sinceramente
me lo paso bomba con el género de deportes en el cine. Son películas
con un componente emocional del que es muy difícil no sentirse
seducido. Y nuevamente se utiliza esta clase de películas para
hablar de otro tema de fondo, aunque en este caso es central, de tipo
más social. En esta ocasión es sobre el racismo y la integración.
También basada en hechos, cuando se integraron dos institutos de
distintas razas por primera vez en Estados Unidos, por lo que se
unificaron a su vez sus respectivos equipos de fútbol americano y se
decidió poner al frente de él a un entrenador negro. El
interpretado por un Denzell Washington que está genial en su papel.
Él solito podría sostener la historia pero el film tiene más
virtudes. Aparte de estar perfectamente secundado por Will Patton, lo
más interesante es como ese preparador logró que los estudiantes y
jugadores de ambas razas se convirtieran en un equipo unido y ese
ejemplo sirviera para contagiar a el resto de la comunidad. Otra cosa
es como están rodados los partidos, que es su punto más flojo,
demasiado en planos cortos que no permite ver como están jugando.
Para eso es mejor verse “Un domingo cualquiera”. Porque ésta su
objetivo es transmitir ese mensaje de integración y de evolución
ideológica. Por cierto, en el reparto podemos ver a unos muy jóvenes
Ryan Gosling, Kate Bosworth y Hayden Pennettiere (de hecho, es una
niña). 7.
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