Menos
mal que ya está aprobada la segunda temporada porque si me dejan sin
resolver la cantidad de cliffanger que hay
al final de ésta me
habría dado algo.
Ésto ya lo digo de entrada para aquellos que no les guste que las
temporadas acaben colgadas. Pero incluso si así fuera, en este caso
merece mucho la pena. Se basa en la historia real del periodista Jake
Adelstein que investigó a la mafia japonesa, la Yakuza. Pero dicha
historia está mostrada desde cuatro puntos de vista más o menos
paralelos, que enriquecen la narración, la del propio periodista, un
inspector de policía, un matón y una chica que trabaja en un club.
Ésto sirve para contarnos perfectamente como funciona el crimen
organizado en Tokio. Además, todo un especialista en la materia está
implicado en el asunto, Michael
Mann, y no solo en la producción, sino que además dirige varios
episodios. Eso si, el 80% de los diálogos son en japonés, así que
hay que leer subtítulos, a no ser que estés versado en ese idioma.
El reparto está a un gran nivel. Ansel Elgort, que no es que me
llamara demasiado la atención hasta ahora, aquí está genial.
Aunque lo que sube el nivel de verdad es la presencia de Ken Watanabe
o Rinko Kikuchi, que a muchos les sonarán. Pero también los no tan
conocidos Rachel Keller o So Kamamatsu. Serie muy recomendable desde
todos sus ángulos, dirección, guion e interpretación. 8.
Esta
actriz es impresionante, probablemente una de las mejores en
televisión de este siglo, así de claro lo digo. Elizabeth Moss es
capaz de echarse a las espaldas cualquier personaje y no entiendo
como no cuenta más para formar parte de repartos de películas.
Aunque se está encasillando un poco en el rol de personaje de mujer
agredida. Aún así, aún con ese vínculo, todos son diferentes.
Como es este caso, una especie de variante de thriller
de asesino en serie por su mezcla con otro género como el de ciencia
ficción aunque según va avanzando se inclina más hacia el
fantástico puro. Pero buena parte de la historia se mantiene como
una investigación de psicokiller que a mí personalmente me ha ido
enganchando cada vez más. Y eso que no es nada fácil de seguir en
cuanto a su montaje no lineal, estructura heredada de la novela
homónima de Lauren Beukes en la cual se basa. No solo por los
continuos saltos en la línea temporal de la narración sino por como
está contado. Pero eso también la hace más interesante. Porque
aquí no se trata de descubrir al asesino, identidad que sabemos
desde el primer minuto, por cierto, un Jamie Bell que también está
genial, sino de saber como y porque comete sus sangrientos crímenes.
Además, en el
reparto también podemos ver a Amy Brenneman o Madeline Brewer. 7.
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