martes, 18 de enero de 2022

Escenas Míticas: Especial Vampiros - Los viajeros de la noche

 


   Llegamos a la que supuso el debut en solitario de uno de mis cineastas favoritos, porque anteriormente había codirigido otra película, en este caso directora, Kathryn Bigelow. Y ya daba muestra del talento que después confirmaría una y otra vez, aunque no siempre bien reconocido por crítica y público, a pesar de que personalmente lo considero incuestionable.




   Con una película de vampiros que coexistió con otra bastante conocida, de hecho, más que ésta, e icónica de la década de los ochenta, “Jóvenes ocultos”, estrenada tan solo dos meses antes, aunque inferior a la que hoy nos ocupa. No obstante, el tema vampírico fue casi anecdótico. Bigelow, tenía la idea inicial de hacer una película del oeste, de ahí la mezcla de géneros de la cinta; terror, road movie y western.



   Es más, si extrapolamos la historia, eludiendo los conceptos vampíricos, sustituyendo los vehículos por caballos, nos queda un western puro protagonizada por una banda de forajidos, que era la propuesta original y que la directora trasladó al tema de chupasangres atraída por la idea de tratar el prototipo de vampiros en manada, como depredadores que cazan en grupo.



   De hecho, la palabra vampiro no llega a ser mencionada en ningún momento. Al igual que tópicos de esta clase de cine como los mitos del ajo, el agua bendita o las cruces como amenaza para ellos. Tampoco el no reflejarse en los espejos o la regeneración instantánea. Pero si el sol como elemento destructor. Incluso toma la poca usual idea de que pueden curarse con una simple transfusión de sangre, lo cual, dicho sea de paso, es de lo más ridículo visto en una película de vampiros.



   El film tuvo unas críticas discretas y comercialmente no funcionó. Costó 5 millones de dólares, de los cuales solo recuperó 3,5. Pero con el tiempo ganó adeptos y se convirtió en un título de culto. Además de atraer las miradas en su autora, lo que supuso que le llegaran propuestas para proyectos más comerciales aunque menos personales.



   Así vinieron películas como “Acero azul” y la que supuso su primer gran éxito, “Le llaman Bodhi”. Después vendría la injustamente infravalorada “Días extraños”. Y la que la consagraría definitivamente de cara la crítica, “En tierra hostil”, que la convirtió en la primera mujer de la historia del cine en ser premiada con el Oscar. Tras lo cual vino la que para mí es su mejor película, por la que también fue nominada, “La noche más oscura”. Y la también incomprensiblemente ignorada en los premios, “Detroit”.



   En aquella etapa, Bigelow era pareja de James Cameron, el cual no solo le cedió parte de su equipo técnico sino también interpretativo. Hasta tres actores del reparto de su última película, un año antes, “Aliens, el regreso”, participaron en ésta. Eran Bill Paxton, Lance Henriksen y Janette Goldstein. Los dos primeros también habían salido en “Terminator” y ella volvería a hacerlo en “Terminator 2”. Al igual que el tipo del bar en ésta, que es a quién le quita la moto Arnold Schwarzenegger. Hasta el propio Cameron hace un brevísimo cameo.



   Curiosamente los menos conocidos son los dos protagonistas, Adrian Pasdar (“Heroes”) y la bellísima Jenny Wright. Para el papel del primero optó Val Kilmer, que fue descartado por la propia Katheryn Bigelow. Hizo lo mismo para “Le llaman Bodhi” y “Días extraños”, así que no parece que fuera demasiado de su gusto. Tampoco Johnny Depp, que también fue rechazado.



   La película fue rodada durante 47 días, de los cuales, 40 fueron de noche. Cómo curiosidad, hay un guiño en la anterior película de James Cameron, con el cual se casaría dos años después. En un cine se ve que se está proyectando “Aliens, el regreso”.



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