¿Qué
tienen en común “Incendies”, “Enemy”, “Prisioneros” y
ésta? Nada. Si, claro que se perciben unos patrones y unas
preocupaciones como constante en el cine de Denis Villeneuve, pero
temáticamente son películas totalmente diferentes en argumento,
tono y ritmo, con lo que demostraba la enorme versatilidad del director
canadiense. Pero es que además volvería a hacerlo en su siguiente
proyecto.
Qué
fue la que hasta el día de hoy considero mi favorita de este
cineasta, “La llegada”, junto a “Interestellar”, las dos
mejores películas de ciencia ficción en lo que va de siglo. Sin
embargo, Villeneuve no volvería a cambiar de género y sus dos
siguientes filmes, que han sido “Blade Runner 2049” y “Dune”, lo confirman.
Aunque desde luego que son títulos muy diferentes.
Como
venía dándose en su reciente filmografía, tuvo excelentes
críticas. Parece ser un director que entusiasma más a los críticos
que al público. En una era del cine en la que los dos directores más
destacados son Denis Villeneuve y Christopher Nolan, lo que muchas
veces hace establecer críticas entre ellos, aunque no tienen nada
que ver en estilo es que el segundo si logra enganchar al
espectador.
“Sicario”
es un nuevo ejemplo de ello. Costó 30 millones de dólares y
recaudó 84 en taquilla, que es no perder dinero pero desde luego no
es romper la taquilla ni mucho menos. Es un dato importante, pues
Villeneuve es un director con personalidad, que necesita libertad
para mostrar su talento, pero un par de batacazos económicos pueden
tumbar a cualquiera a la hora de tener la confianza de los grandes
estudios.
No
obstante, a la crítica si la conquista. Por esta película,
Villeneuve fue nominado a la Palma de Oro del Festival de Cannes,
además de obtener tres nominaciones a los Oscars, a la música de
Johan Johansson, el sonido y la qué correspondía de nuevo a Roger
Deakins, con el que ya trabajó en “Prisioneros” dónde tuvo otra
nominación, el montaje. Lograría el Oscar en la tercera colaboración con
Villeneuve en “Blade Runner 2049”.
La
primera elección para el reparto fue Emily Blunt, quién fue
seleccionada por el cineasta a raíz de verla cuatro años antes en
“La reina Victoria”, aunque curiosamente venía de tres películas
totalmente diferentes, de ciencia ficción, “Looper” y “Al filo
de mañana” y un musical, “Into the Woods”.
Personalmente
la considero una actriz maravillosa. Rodó la película tan solo
cuatro meses después de dar a luz de su primer hijo. Incluso llegó
a rodar estando enferma. Se puede percibir en la escena del traslado
de Juárez, dónde se la puede ver muy pálida y sudorosa, pues no
era maquillaje, en esos días sufrió de diarrea.
Blunt
se basó la agente del FBI Kate Mercer, a quién tuvo la oportunidad
de conocer y a quién la actriz describió cómo tímida y solitaria.
La acompañaron en el reparto Benicio del Toro (de quién realmente
es el arco argumental de la historia, lo cual se confirma en la
secuela), Josh. Brolin, Jon Bernthal, Daniel Kaluuya y Jeffrey
Donovan.
Para
la secuela, “Sicario, el día del soldado”, solo repitieron Del
Toro, Brolin y Donovan. Tampoco el propio Villeneuve, que fue
sustituido por otro buen director, Stefano Sollima. El que si repitió
fue el guionista Taylor Sheridan. Y al reparto se unió Matthew
Modine y Catherine Keener. El resultado nuevamente fue excelente,
incluso se llegó a hablar de otra secuela para completar una trilogía, que todavía podría llegar.
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