No
estando mal, me he llevado cierta decepción. Quizá porque me había
creado demasiadas expectativas tratándose de que el responsable era
Taylor Sheridan, gran guionista cuya primera película tras la
cámara, “Wind River”, me pareció un gran comienzo en la
dirección. Además de ser el creador de la serie “Yellowstone”,
que me encanta. Sheridan es uno de los precursores del llamado
neowestern y algo de él hay en esta película. Pero es que no parece
que tenga muy claro que historia quiere contar, si la del desastre
natural de un incendio de proporciones gigantes o la de los asesinos
a sueldo cazando testigos entre medias. Da la sensación que una
entorpece a la otra. Y no será que no cuente con un buen reparto.
Está Angelina Jolie, Jon Bernthal, Aidan Gillen (alias Meñique) y
Nicholas Hoult (aunque para el papel que le dan podrían haber puesto
a cualquiera). Aún así, resulta entretenida y tiene bastante
intriga, con algunas escenas bastante tensas, solo que siendo
Sheridan esperaba algo más. 6.
Dirige
el hermano de James Franco, Dave, que debuta tras la cámara,
relativamente bastante pronto y sin haber destacado demasiado como
actor. Y vista esta película, tiene algunos rasgos, que siendo un
novel, son interesantes y quizá habría que seguirle la pista. Logra
contagiar la sensación de curiosidad con lo que va a pasar. Basa el
suspense en la inestabilidad que produce la invasión de la
intimidad, el hecho de que alguien pueda estar observándonos, y no
solo como un morboso voyeur, acercándose físicamente. Una de las
situaciones interesantes es como “quien sea” interviene con su
actos en la estancia de los personajes en una casa para pasar el fin
de semana y manipula la relación entre ellos. Y hasta ahí se puede
leer, solo decir que tiene cierto toque slasher pero olvidándose de
los golpes de efecto, los sustos y la sangre. Es otra cosa, me ha
recordado a “Puertas abiertas” o “Habitación sin salida”, la
de Kate Beckinsale. Eso si, para enterarse del todo, hay que quedarse
a ver los créditos. 6.
Es
un buen ejemplo para los que critican tan desaforadamente a Nolan y
le acusan de artificiero y de forzar a la confusión. Porque una cosa
es que una historia sea complicada y otra que esté mal narrada. Es
lo que pasa aquí, se quieren marcar un Nolan pero sin saber
narrarlo. Porque la historia es interesante, incluso una muy buena
idea. Aunque tampoco es que sea nueva, pero es que está mal
expuesta. El montaje no es que sea confuso es que es un caos
absoluto. No sé cuantas veces han utilizado el recurso de intercalar
planos de los distintos puntos de vista del protagonista en cuanto a
las posibles vidas que podría haber tenido en caso de tomar unas
decisiones u otras. Resulta reiterativo, redundante y hasta molesto.
Es como si el director pensara que el espectador es imbécil y no se
fiara de que pudiera entender el galimatías
que le está ofreciendo. Y
si no lo entiende no es porque el argumento sea complicado sino
porque el montaje cambia tanto de plano que parece un videoclip, es
como si Michael Bay se hubiera un tripi. 4.
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