FICHA
TÉCNICA
Título:
Jungle
Cruise.
Dirección:
Jaume
Collet-Serra
País:
Estados
Unidos.
Año:
2021.
Duración:
127
min.
Género:
Aventuras,
comedia.
Interpretación:
Dwayne
Johnson, Emily Blunt, Jesse Plemons, Edgar Ramirez, Jack Whitehall,
Paul Giamatti, Dani Rovira, Quim Gutiérrez, Veronica Falcón,
Raphael Alejandro, Andy Nyman, Annika Pampel, Emily Marie Palmer,
Sulem Calderon, Met Clark, David Lengel.
Guion:
Glenn
Ficarra, John Requa, Michael Green.
Producción:
John
Davis, John
Fox, Dwayne Johnson, Dany Garcia, Hiram Garcia, Beau Flynn.
Música:
James
Newton Howard.
Fotografía:
Flavio
Martínez Labiano.
Distribuidora:
Walt
Disney Pictures.
CRÍTICA
LO
MEJOR: Basada
en una atracción de Disneylandia, al igual que “Piratas del
Caribe” y no será el único paralelismo que mantiene con esa saga,
así que todo queda
en
casa. Viene
a ser
el clásico producto veraniego de entretenimiento para toda la
familia. Cumple con esa premisa porque es cine de aventuras de
evasión que logra
transmitir la sensación de viaje, no solo la de los personajes sino
la del propio espectador, si se deja llevar. Jaume Collet-Serra no es
ningún maestro pero si un artesano con mucho oficio, que sabe bien
lo que se trae entre manos, sabe bien lo que se le pide y como
conseguirlo.
Gracias a un gran sentido del ritmo, y si no revisen sus películas
de acción protagonizadas por Liam Neeson u
otro de esos productos veraniegos pero esta vez como suspense,
“Infierno azul”. Pero además ha sabido darle la dosis necesaria
de comedia, la cual predomina y el resultado es sobradamente
divertido y muy entretenido. Dos horas que se pasan volando, yendo de
una aventura a otra como si fuéramos montados en esa atracción en
la que se inspira el film. Además, visualmente es espectacular, ya
no solo por los efectos especiales sino por los impresionantes
paisajes, sean naturales o generados digitalmente, por lo que merece
la pena verse
en una sala de cine, en pantalla grande.
Interpretación:
Lo
he criticado mucho pero me rindo ante el
apabullante carisma de Dwayne Johnson. Y me parece un tipo
inteligente, consciente de sus propias limitaciones, sabe explotar
lo que si se le da bien, y esa vis cómica que tiene le funciona de
maravilla. Aunque la verdadera protagonista es Emily Blunt, y que voy
a decir de ella, es capaz de levantar cualquier papel, incluso uno
para el que normalmente no la vemos. Es
una pareja extraña pero contrariamente a lo que se pudiera pensar,
encaja perfectamente pues su química es total. Es más, es el
principal aliciente de la cinta. Pero además, en
el
reparto de secundarios tenemos a gente como Paul Giamatti, Jesse
Plemons, y Edgar Ramírez. Y la aportación española, junto a la del
propio director, de Dani Rovira y Quim Gutiérrez.
Escena
(SPOILERS!!): El
viaje que da a unos turistas Frank (Johnson) es un homenaje total a
la propia atracción del parque y también un anticipo simbólico de
lo que vamos a ver con los protagonistas en plan espectacular y ya
puramente cinematográfico. Me ha parecido muy curioso. Si bien,
aunque tiene impresionantes
secuencias de acción, ninguna
es lo suficientemente memorable para quedarse grabada en el recuerdo.
Aunque las hay muy buenas, como el primer ataque del submarino o toda
la parte del final.
LO
PEOR: No
sé quién es el que toma las decisiones en Disney pero desde luego
se está cubriendo de gloria. Ésto
de estrenar simultáneamente en plataforma cualquiera que sepa sumar
dos más dos, se da cuenta que es como poco una torpeza que fomenta
la piratería y como muestra de ello películas como “Cruella”,
“La viuda negra” y ésta le pasará lo mismo, se pegan un
soberano tortazo en
su segundo fin de semana. Lo
que le ha valido ya una demanda de Scarlett Johansson por
inclumpliento de contrato, lo cual sentará un precedente.
REFERENCIAS:
Ya
he mencionado “Los piratas del Caribe” pero valdría cualquier
otra de esas de aventuras desenfadadas
y con pareja en plan “buddy-movie” cómo “La momia”, “Tras
el corazón verde” y su secuela “La joya del Nilo” incluso algo
de la saga “Indiana Jones”.
CONCLUSIÓN:
6’5.
Típico
producto de entretenimiento veraniego que funciona perfectamente como
evasión, llevándonos de una aventura a otra como si fueramos
subidos en la atracción de Disneylandia en la que se inspira.
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