UNA
DE LAS MEJORES SERIES DE LA HISTORIA.
Así
me la vendieron y así se ha confirmado pues ha entrado directamente
sin pasar por la casilla de salida en mi Top 5 de series favoritas. He
llegado casi veinte años después de su estreno y sinceramente
cuando una serie tiene tantos episodios soy muy reacio a ponerme con
ella pero tras ver su miniserie de dos partes de hora y media
respectivamente, han ido cayendo uno detrás de otro de los 74
episodios de sus cuatro temporadas. Y ha merecido mucho la pena.
NO
SOLO NAVECITAS
Si
hay abundantes batallas aéreas y hay naves por doquier pero en
absoluto la serie se basa en ello, su tono es mucho más serio que el
de la serie de los ochenta que adaptaban, centrándose en el plano
político, religioso, social y bélico. Dónde vemos desfilar temas
como democracia, dictadura, ley marcial, terrorismo, derechos de los
trabajadores, aborto, creencia, destino, trato a los prisioneros de
guerra, abuso de poder, golpe de estado, reencarnación, integración
racial y así podría seguir durante un rato.
REIMAGINACIÓN
DE UN UNIVERSO.
Inicialmente
era un remake de la “Battlestar Galáctica” de la década de los
ochenta, surgida tras el éxito de “La guerra de las galaxias”,
heredando ese tono de space ópera, más cerca del género de
aventuras que el de ciencia ficción. Pero la nueva versión, aunque
partía de la misma premisa, a medida que avanzaba tomaba tanto su
propio camino y se alejaba tanto de la original que terminaron por
calificarla la “Galáctica” reimaginada. Y no pasa nada por decir
que es considerablemente mejor que la primera.
EL
ACIERTO DEL CASTING
La
elección del reparto tanto los personajes principales como los
secundarios es su mayor aliciente. Contada de inicio con dos buques
insignia, nunca mejor dicho, cómo Edward James Olmos (“Blade
Runner”, “Corrupción en Miami”) y Mary McDonnell (“Bailando
con lobos”) cómo estrellas más conocidas pero la serie sirvió
para sacar algunos nombres a la fama cómo Grace Park ("Hawaii 5.0”),
Katee Sackhoff (“Riddick”, “The mandalorian”) y Tricia Helfer,
quizá el caso más sorprendente pues básicamente era una modelo
cuyo atractivo lucen de lo lindo en la serie, pero que se marca uno
de los personajes más importantes de la serie, y con varias
variantes de él. Por cierto, uno de los personajes secundarios se le
reservó a Richard Hatch, uno de los protagonistas de la serie de los
ochenta, concretamente el papel que en ésta interpreta Jamie Bamber,
el de “Apollo” Adama. También aparecerían algunos nombres con
cierta fama ya, cómo Lucy Lawless (“Xena, la princesa guerrera”).
“ESO
DECIMOS TODOS”
Por
supuesto, “Star Wars” también es una de las influencias de esta
reimaginación de la serie, se puede ver en sus combates espaciales,
los diseños de las naves, pero tiende a parecerse más a ciertos
aspectos de otras series míticas de la ciencia ficción como “Star
Trek” o “Babylon 5”. Aunque dejaba un mensaje que desde
“Terminator” viene dándose en muchas películas de robots,
androides y demás. Hay que señalar que en la serie ochentera, los
cylons son alienígenas. Sin embargo, en el remake son máquinas
construidas por los hombres que se rebelan y crean una especie que
podría sustituir a la humana. Hay que recordar que “Battlestar
Galáctica” no se desarrolla en nuestro futuro sino en nuestro pasado.
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