Guion: Carlo Mirabella-Davis.
SINOPSIS: Una mujer que vive bajo el acomodo de una familia clase alta, se queda embarazada. Sin embargo, comienza a sentir la necesidad de comportarse de un modo extraño, ingiriendo objetos que podrían poner en peligro su salud y su embarazo.
LO MEJOR: Muy interesante el debut de Carlo Mirabella-Davis en el largometraje, antes solo había hecho un corto y un documental, a nivel tanto de contenido como de estilo de dirección. Con una historia que oscila entre el drama, el thriller y el terror. El último en pequeñas dosis y muy sutiles. pero sobre todo es una historia tremendamente psicológica, que nos muestra un trastorno mental real, el de ingerir objetos que a menudo pueden ser dañinos para la salud. En ese sentido puede interpretarse como un “body horror” y es donde se acercan los tratamientos del terror. Y eso que no es en absoluto explícita. Ahí radica la habilidad del director, hacer que nos resulte incómodo y desagradable a pesar de no estar viendo absolutamente nada. Pero el interés proviene de saber porque su protagonista hace lo que hace. Un personaje en una situación de clara debilidad por su clase social (aquí hay algo de crítica a la clase rica), con una baja autoestima y dentro de una relación tanto de pareja como familiar, tóxica. Por lo que la película trata de mostrarnos como el comportamiento del personaje es víctima del entorno en el que vive o de la represión de un trauma, si está castigando un cuerpo tomando poder sobre él. Muy importante es el uso de la fotografía, predominando los colores pastel, para trasladarnos sus estados de ánimo.
Escena (SPOILERS!!): Más bien vamos a intentar explicar la trama. Primero hay que tener en cuenta que esa familia la utiliza como el continente de su heredero. Ella no les importa en absoluto. Han cogido a una chica apocada y de estado social inferior para dominarla. No es casualidad que la primera vez que ella come algo indebido (mastica un cubito de hielo) es menospreciada por su suegro en una conversación previamente. Hunter (Bennett) comienza tragarse objetos como revelándose, cómo tomando control de su propio cuerpo, el cual quieren utilizar para tener un niño. Lo daña porque puede, porque es suyo. Es por eso que tras recuperar esos objetos los guardan como trofeos, cómo pequeños éxitos. Pero además, Hunter tiene un sentimiento de culpabilidad, un trauma reprimido, el ser el fruto de una violación, y esa es la otra razón por la que castiga su cuerpo. Por eso, cuando logra hablar con el padre violador (O'Hara) se libera y ya no tiene que volver a hacerlo. En la última escena, cuando decide abortar, es el último acto de empoderamiento de sí misma para empezar una nueva vida.
LO PEOR: Que nadie se espere una película de terror convencional porque no lo es. De hecho, el terror solo aparece en ciertos tratamientos de escenas. En realidad es un drama con intriga que habitualmente es lento. Y aunque no hay imágenes explícitas, llega a ser desagradable.
REFERENCIAS: Que me llamen loco pero ha habido un montón de situaciones que me han recordado a “La semilla del diablo”, aunque no tengan nada que ver a nivel argumental.
CONCLUSIÓN: 6’5. Interesante debut de Carlo Mirabella-Davis que nos acerca a un trastorno mental poco visto en el cine pero que es capaz de poner la carne de gallina, gracias al enorme trabajo de Haley Bennett con su interpretación.
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