La
propia gestación de ella ya es una película en sí misma, que solo
se llevó a cabo por la persistencia de sus dos principales
valedores, la directora Mary Harron y el actor Christian Bale, a los
que incluso se les llegó a apartar del proyecto. Pero es que la
polémica le acompañó ya desde la propia publicación de la novela
de Brett Easton Ellis, que adapta.
Porque
esta fue duramente atacada acusándola de hacer una apología morbosa
de la violencia, por sus extremadamente detalladas descripciones de
sangrientos asesinatos, mutilaciones, descuartizamientos y
violaciones. Es por eso que mientras la crítica cinematográfica se
llevaba las manos a la cabeza por la violencia (qué es en realidad
es más bien implícita) de la película, los fans del libro, la
consideraban descafeinada en comparación.
Pero
vayamos a la génesis. El productor Edward Pressman se hizo con los
derechos de la novela y contactó con David Cronenberg para la
dirección. Incluso Johnny Depp se interesó por el papel del
protagonista. Sin embargo, las diferencias de criterio entre el
propio Cronenberg y el escritor, Brett Easton Ellis, fueron tan
chocantes que terminaron con la salida del proyecto del cineasta.
Fue
cuando entró en escena Mary Harron, quién tenía una idea de cómo
enfocar la historia muy en sintonía con Ellis. A su vez, Harron
eligió a Christian Bale como Patrick Bateman. Pero el proyecto con
una Mary Harron proveniente de la televisión y un Bale cuya
película más destacada hasta el momento era “El imperio del
sol”, que interpretó de niño, no tenía el tirón necesario y fue
rechazado durante seis años. Hasta que la productora Lionsgate se
hizo con él.
Pero
Lionsgate pretendía darle el papel a un actor más famoso como
Leonardo DiCaprio o Edward Norton. A lo que Harron se negó pues
consideraba a DiCaprio demasiado juvenil y con un perfil blando tras
“Romeo+Julieta” y “Titanic”. No obstante, para convencerla
la productora le prometió elevar el presupuesto a 40 millones de
dólares, de los cuales 21 irían a parar a los bolsillos del actor. Sin
embargo, DiCaprio exigía un director con más nombre, cómo Danny
Boyle, Oliver Stone o Martín Scorsese.
Harron
y Bale salieron del proyecto y la demora en su inicio provocaron que
DiCaprio se fuera precisamente con Danny Boyle a rodar “La playa”. Lionsgate pensó en Oliver Stone como director y Ewan McGregor como
protagonista. Pero de nuevo problemas, Stone pretendía prescindir
del tono satírico de la novela y centrarse en el psicológico. Algo
que Ellis no estaba dispuesto a consentir.
Pues
para Ellis era vital hacer un retrato irónico de los yuppies de la
era Reagan. Para colmo McGregor, al enterarse de que Bale había
estado siempre detrás del papel, decidió rechazarlo. Un Christian
Bale que había rechazado otros papeles para seguir estando
disponible para éste. Finalmente, Lionsgate volvió a recurrir al
binomio formado por Harron y Bale, y les arrimó un nada despreciable
reparto, con Willem Dafoe, Jared Leto, Reese Witherspoon, Chloe
Sevigny, Samantha Mathis, Josh Lucas y Justin Theroux, aunque por
entonces no eran tan conocidos.
“American
Psycho” posee uno de esos finales abiertos e interpretables que
básicamente se resume en si todo lo que hemos visto ha sido real o
solo está en la cabeza del protagonista. Personalmente considero más
plausible la segunda teoría. Hay varias pistas que la apoyan. La
principal es que los asesinatos de Bateman son demasiado descuidados.
No se puede creer que nadie reparara en ello. Hay que tener en cuenta
escenas como en la que lanza una motosierra por el hueco de la
escalera e impacta en una prostituta.
O
la escalada de violencia de una noche donde mata a varios policías,
un portero de edificio, una anciana en un cajero, dejando un reguero
de cadáveres sin que nadie parezca reparar en ello. Incluso hace
explotar un coche de un disparo, cosa que le extraña a él mismo. Además
que hay varios hechos que no concuerdan con lo que cree haber vivido.
Como el estado del apartamento de Paul (Leto) y el testigo que dice
haber cenado con el propio Allen cuando supuestamente Bateman le ha
matado a hachazos. Parece más bien que todo es producto de alucinaciones
que el propio Bateman plasmaba en un cuaderno donde se pueden ver
todos sus recuerdos.
La película tuvo en general buenas críticas y fue un excelente negocio.
Costó solo 7 millones y recaudó 34. Supuso el lanzamiento de Christian
Bale como estrella que después protagonizaría "El imperio del fuego",
"Equilibrium", "El maquinista" y en 2005 fue llamado por Christopher
Nolan para ser su Caballero Oscuro. Un Bale que aseguró haberse
inspirado en una entrevista de David Letterman a Tom Cruise y en la
actuación de Nicholas Cage en "Besos de vampiro". La película tuvo una
secuela en clave femenina con Mila Kunis, bastante deplorable, la
verdad.
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