Sinceramente,
con ese reparto esperaba algo más contundente. Pero eso no quiere
decir que no tenga aspectos interesantes. Porque aunque en un
principio está llena de clichés del cine de asesinos en serie, y
los personajes sean descritos de forma muy esquemática, bajo un
guion predecible, todo eso cambia en su tercer acto. Antes de eso,
son precisamente ese trío de actores el que sujeta la película,
especialmente Denzel Washington, que es capaz de levantar cualquier
papel. Pero ojo a la breve pero intensa participación de un
irreconocible Jared Leto. En su último tercio, bebe claramente de
“Seven”. De hecho, en general, la película tiene un aspecto
bastante noventero. Supongo que la ambigüedad de su desenlace no
satisfará a la mayoría pero es donde creo que tiene sentido el
título, son esos pequeños detalles los que a cada uno le harán
creer una cosa u otra. De todos modos, creo que el objetivo del
director no era contar quien es el asesino, sino mostrar como su
perseguidor se puede obsesionar con él. 6.
Casi
se podría decir que es un subgénero en si mismo por cuantas
películas tratan sobre alguna clase de amnesia. Además que todas
tienen una trama similar que consiste en ir recomponiendo los
recuerdos del protagonista. Ésta no es una excepción. Como
curiosidad se trata una afección similar a la de “Memento”
en cuanto a que el personaje principal solo es capaz de retener
recuerdos durante un día, al siguiente lo ha olvidado todo. Y
también tiene que ingeniárselas para apuntarse los datos
importantes con el fin de descubrir como ha llegado a ese estado.
Hasta aquí las similitudes con la película de Nolan. Cada uno de
esos descubrimientos supone un giro en la trama. Algunos funcionan
bien pero otros son bastante predecibles. De hecho, la tónica
habitual es tener la sensación de que esta película ya la has visto
antes, de tan típica que es. Incluso el final se ve venir. No
obstante, es la oportunidad de ver un muy buen reparto, que aunque no
sean las interpretaciones más destacadas de sus carreras, no dejan
de ser buenos actores tanto Nicole Kidman, Colin Firth o Mark Strong.
6.
No
pintaba mal porque contaba con un muy buen reparto y un director con
mucho oficio como es Joe Wright. Bueno pues ni por esas, porque la
mayor parte de ese elenco está totalmente desaprovechado, sobre todo
Gary Oldman, Julianne Moore y ya no digamos Anthony Mackie. Incluso a
Amy Adams le cuesta mantener el tipo por culpa de un guion que parece
la secuela de “La chica del tren” en cuanto a lo tramposa que es
la trama, sacándose giros de la manga y a pesar de ello ser muy
previsibles. El final es el mejor ejemplo de ello, enrevesado a más
no poder y que resulta difícil de creer porque no ha desarrollado la
historia para que sea verosimil. Lo mejor son los guiños al cine de
Hitchcock (hay uno apenas transcurridos treinta segundos de metraje),
no solo a “La ventana indiscreta”, a la que copia sin ningún
pudor, también a otras más psicológicas como “Vértigo”. Lo
curioso es que inexplicablemente tampoco es que me aburriera al
verla, era consciente de estos aspectos negativos (en mi opinión)
pero me entretenía igualmente. 4.
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