Vikingos

 

    LA ESTELA DEL TRONO

   Al término de la serie “Juego de tronos” se anunciaron diversas listas de posibles sucesoras “al trono”. Sin embargo, la mejor ha demostrado ser una coetánea a aquella, una humilde producción irlandesa, que ha ido creciendo en cuanto a medios pero que comenzó con recursos más bien escasos. Sí es cierto que le falta el elemento fantástico para asemejarse a “Juego de tronos”, pero es la que mejor refleja ese título, el juego de conspiraciones por el poder. A lo largo de la serie, las traiciones, las alianzas, las batallas y las intrigas internas han marcado la lucha por sentarse en el trono vikingo. Además, su duración ha sido similar, tras seis temporadas (dos menos) pero incluso más episodios, 89, se puede decir que la serie creada por Michael Hirst era la mejor heredera de “Juego de tronos”, y que también está previsto un spin-off, ambientado cien años después, en el ocaso de la civilización vikinga.

 

   DE THOR, ODIN Y OTROS DIOSES

   Ocaso que ya apuntaban en la serie porque aunque no ha sido esclava de la historia real, sí ha hecho un buen retrato de la cultura vikinga. Hirst ha tomado como referencia la realidad histórica pero no ha permitido que limite su libertad creativa, al igual que tampoco ha permitido que los seguidores hayan condicionado el desarrollo de sus tramas. Pero como decía, sí ha hecho un fiel boceto de lo que representaba un vikingo y su mitología, de naturaleza profundamente bélica, qué buscaban rivales contra los que medirse continuamente, como los rusos o los britanos, y que cuando no los encontraban lo hacían entre ellos. Un pueblo conquistador pero no colonizador, absolutamente convencido de sus supersticiones, de que sus logros en batalla le aseguraban futuro tras la muerte en un paraíso nórdico llamado valhalla (título del spin-off), junto a sus dioses, Thor, Tyr, Odín y compañía, pero que no estaban especialmente dotados para la agricultura, la ganadería y el comercio. Lo que marcaría, y así se deja entrever en la serie, su ocaso. Al igual que la paulatina desconfianza en su propia religión, lo que desembocaría en cada vez más numerosas conversiones al cristianismo. Sin embargo, si rompe con quizá uno de los tópicos más universalizados de los vikingos, los cascos con cuernos. Un mito provocado por la pretendida demonización de su cultura por parte de ciertos pintores que los retrataron con cuernos, incluso la célebre ópera “El anillo de los nibelungos”.

 

   VIDA DESPUÉS DE RAGNAR.

   Además, la serie ha conseguido sobrevivir a la muerte (en la ficción) de su protagonista absoluto, demostrando que ésta no era la historia (libre o no) de Ragnar Lothbrock sino que constaba de una serie de héroes nórdicos, tales como sus hijos (Ivars, Sin Huesos/ Ubbe/ Bjorn, Piel de Hierro/ Hvitserk), sus esposas (Lagertha/Aslaug), su hermano Rollo o su amigo Floki; incluso su rival Harald. Pero hay que tener en cuenta que la historia vikinga no está excesivamente bien documentada y se basa en cantos y leyendas. Es más, Ragnar podría ser la idealización de una serie de líderes vikingos. La cuestión es que cuando una serie pierde a su protagonista, al personaje más carismático, y continua durante otras tres temporadas más, es que ha sido buena.