Llegamos
a uno de los western clásicos que más recordaba de mi infancia y
volviéndolo a ver tantos años después no ha perdido ni un ápice
de su encanto. Porque de niño, este género era mi favorito, muy
recurrentemente programado en televisión, especialmente en las
sobremesas de los fines de semana. Y éste era bastante repetido en
esas sesiones.
La
idea le surgió a su director, Howard Hawks, cómo respuesta a otro
clásico western, “Solo ante el peligro” de Fred Zinneman, en el
que un sheriff, ante la vuelta al pueblo de un forajido clamando
venganza, buscaba ayuda entre los habitantes sin ningún éxito, de
ahí el título. Hawks criticó bastante este enfoque, aduciendo que
el sheriff no podía mendigar ayuda de los ciudadanos, ni exponerlos
al peligro, sino protegerlos.
Qué
es justo lo que hacía el sheriff de “Rio bravo” respondiendo a
la idealización del héroe del oeste que tenía el director, y que
se repetiría en varias de sus películas en este género. Un tipo de
carácter fuerte, con una moral recta e imperturbable y gran
capacidad de tomar decisiones difíciles y valientes, eso es lo que
hacía John T. Chance (John Wayne) en la película, detener a un
peligroso pistolero, asumir las consecuencias, y no exponer a nadie
a ellas.
Aunque personalmente le diría a Howard Hawks que quizás fue demasiado duro con el Will Kane ( Gary Cooper) de “Solo ante el peligro”. Pues el personaje si es valiente (puede huir y decide volver a enfrentarse), si tiene una moral recta. (rechaza la ayuda de quiénes ve que correrían demasiado peligro). Solo que tiene una percepción lógica y práctica. A quién retrata la película es a la ciudadanía del pueblo, como cobarde y desagradecida.
Aunque personalmente le diría a Howard Hawks que quizás fue demasiado duro con el Will Kane ( Gary Cooper) de “Solo ante el peligro”. Pues el personaje si es valiente (puede huir y decide volver a enfrentarse), si tiene una moral recta. (rechaza la ayuda de quiénes ve que correrían demasiado peligro). Solo que tiene una percepción lógica y práctica. A quién retrata la película es a la ciudadanía del pueblo, como cobarde y desagradecida.
El
caso es que Hawks aplicó su propia fórmula y no sería la única
vez, también lo haría en “El Dorado” y “Rio Lobo”. De
hecho, para la primera, se utilizó parte del guion de “Rio
Bravo”, dado que éste poseía siempre dos buenas soluciones
argumentales para cada situación y los descartadas se integraron en
el guion de “El Dorado” (hay varios elementos que se repiten;
personaje con problemas con la bebida, enfrentamiento a una banda de
forajidos e ideal de figura de sheriff).
Sin embargo, aunque Howard Hawks realizó excelentes western, no era un especialista en el género como si podía ser John Ford. Era un gran artesano que dejó muy buenas películas en diversos géneros. Como en el cine negro, “Scarface” y “El sueño eterno”. La comedia, “La fiera de mi niña”, “Hatari” o “Los caballeros las prefieren rubias”(que además es musical). O en la ciencia-ficción, “El enigma de otro mundo”.
De esta última, John Carpenter hizo un remake que a la postre supuso una de las mejores películas de su filmografía, “La cosa”. No fue la única vez que tomó algo de la de Howard Hawks, la propia “Rio Bravo” es la referencia principal de su “Asalto a la comisaría del distrito 13”, que comparte prácticamente el mismo esquema argumental, están encerrados en una comisaría.
Era la segunda de las cinco participaciones que tuvieron Hawks y John Wayne juntos, actor al que recurrían tanto él como John Ford para protagonizar sus western. Le acompañaban Dean Martin (también repetiría con Hawks precisamente en “El Dorado” y cómo sheriff alcohólico), una joven Angie Dickinson, una estrella de la canción por ese tiempo, Ricky Nelson, a quién quiso rechazar el director pero aceptó por ser un gran reclamo publicitario, y Walter Brennan.
Se
la considera una de las mejores películas de Howard Hawks, pero aún
así no fue tenida en cuenta para los Oscars. Es más, de sus 47
películas, muchas y generaron las preciadas estatuillas pero
ninguna para él. Lo recibió como Oscar Honorífico en 1975 a toda
su carrera. Pero la película tuvo excelentes críticas. Costó 1,2
millones de dólares y recaudó 5,7 en taquilla. Es que estamos
hablando de la década de los cincuenta.
Sin embargo, aunque Howard Hawks realizó excelentes western, no era un especialista en el género como si podía ser John Ford. Era un gran artesano que dejó muy buenas películas en diversos géneros. Como en el cine negro, “Scarface” y “El sueño eterno”. La comedia, “La fiera de mi niña”, “Hatari” o “Los caballeros las prefieren rubias”(que además es musical). O en la ciencia-ficción, “El enigma de otro mundo”.
De esta última, John Carpenter hizo un remake que a la postre supuso una de las mejores películas de su filmografía, “La cosa”. No fue la única vez que tomó algo de la de Howard Hawks, la propia “Rio Bravo” es la referencia principal de su “Asalto a la comisaría del distrito 13”, que comparte prácticamente el mismo esquema argumental, están encerrados en una comisaría.
Era la segunda de las cinco participaciones que tuvieron Hawks y John Wayne juntos, actor al que recurrían tanto él como John Ford para protagonizar sus western. Le acompañaban Dean Martin (también repetiría con Hawks precisamente en “El Dorado” y cómo sheriff alcohólico), una joven Angie Dickinson, una estrella de la canción por ese tiempo, Ricky Nelson, a quién quiso rechazar el director pero aceptó por ser un gran reclamo publicitario, y Walter Brennan.
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