Serie
de seis episodios pero dividida en dos bloques de tres que
corresponden a dos estaciones del año. En la primera tenemos a un
hombre que arrastra un pasado trágico y que por casualidad llega a
una isla de la que a partir de ese momento parece que todo se
confabula para que no pueda volver a abandonarla. De la segunda no se
puede decir nada porque tiene que ver con como termina el primer
bloque. Ya lo aviso, hay que tener paciencia por que los primeros
episodios son un tanto confusos, que ya no se sabe si lo que está
pasando es real o no. Está muy bien ambientada, con una atmósfera
sumamente inquietante, muy clautrofóbica) la sensación de no poder
salir de ese lugar. Tradiciones sectarias, fanatismo religioso, en
una historia de horror rural que recuerda a ciertos elementos
argumentales de películas de los setenta como “El hombre de
mimbre” o más recientemente “Midsommar”. Por cierto, gran
trabajo de Jude Law. 7.
Personalmente no me ha gustado tanto como la primera lo que no significa que no esté bien. De hecho, tiene más ritmo que la anterior y los personajes principales se han desarrollado mejor, también porque ya no se tiene el lastre de tener que presentarlos. Descaradamente el que más ha crecido es el que interpreta Dakota Fanning, hasta el punto del que casi tiene más importancia que sus dos compañeros, Luke Evans y Daniel Bruhl, cuando antes era prácticamente la tercera en relevancia. A la trama principal de la investigación se le suman varias subtramas personales de los protagonistas. La ambientación sigue siendo muy buena. El único problema que le veo es que el asesino se descubre bastante pronto. Si, lo hacen para no resultar una historia demasiado paralela a la de la primera temporada, y gana en que podemos seguir los movimientos del psicópata, pero a mí me gusta más el misterio de descubrirlo al final. Sigue gustándome la serie. 6’5.
La
trama no puede ser más típica pero es de esos thillers que te
mantiene inmerso en las incógnitas que te plantea a lo largo de su
desarrollo. Creo que he dudado al menos de cinco de los personajes,
que perfectamente podrían haber sido los asesinos. Y así te tiene
de un episodio a otro, sospechando de todo dios. Pero la diferencia
con otros productos de este tipo es que lo hace de forma coherente.
Al menos en su mayoría porque es cierto que tiene alguna trampilla.
Me ha recordado a “Presunto inocente” porque el argumento se
parece y tiene esa mezcla de trama policíaca y judicial. Pero lo que
de verdad eleva el nivel son las interpretaciones de un reparto que
ya quisieran muchas películas de este estilo. Especialmente Nicole
Kidman y Hugh Grant, pero con secundarios como Edgar Ramírez o
Donald Sutherland. La serie no es que plantee nada nuevo pero me ha
parecido tremendamente adictiva y de una factura excelente. Por
cierto, es del creador de “Big little lies”. 6’5.
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