FICHA
TÉCNICA
Título:
Saint
Maud.
Dirección:
Rose
Glass.
País:
Reino
Unido.
Año:
2019.
Duración:
84
min.
Género:
Terror.
Interpretación:
Morfydd
Clark, Jennifer Ehle, Turlough Convery, Lily Knight, Lily Frazer,
Faith Edwards, Rosie Sansom, Marcus Hutton, Noa Bodner, Jel Djelal,
Jonathan Milshaw, Linda E Greenwood.
Guion:
Rose
Glass.
Producción:
Andrea
Cornwell, Oliver
Kassman.
Música:
Adam
Janota Bzowski.
Fotografía:
Ben
Fordesman.
Distribuidora:
A24.
CRÍTICA
LO MEJOR: Cuando
salgo del cine diciéndome a mí mismo que no me voy a formar una
opinión hasta haberla asimilado, siempre es buena señal. Significa
que independientemente de esa opinión, no se me va a olvidar según
me suba al coche. Eso es lo que pasa con la gran mayoría de cine de
terror de consumo rápido y digestión casi inexistente, consistente
en dar un susto cada x minutos, clonando
tramas, sin el menor intento de ofrecer algo diferente. No es el caso
de “Saint Maud”, que merecería entrar en ese grupo de títulos,
que nos ofrecen a cuentagotas de un cine de terror moderno, con
ejemplos como “La bruja”, “El faro”, “Hereditary",
“Midsommar” o el remake de “Suspiria” de Luca Guadagnino. Este
film invita a pensar que quizá esta prometedora debutante que es
Rose Glass se puede agregar a los Robert Eggers o Ari Aster, que nos
han dado cintas terroríficas pero no por los medios más explícitos,
sino implícitos, metafóricos, simbólicos, y no mediante efectos
especiales sino puesta en escena e interpretaciones. Pero
curiosamente, Glass ha bebido más de fuentes clásicas, como Roman
Palanski.
Juega con la baza de si lo que estamos viendo es real o producto de
la mente de la protagonista, oscilando de esa forma entre el drama
psicológico y el terror sobrenatural. E independientemente de lo que
resuelva el espectador al respecto, aún pareciendo en principio una
crítica al fanatismo religioso, la película es un vieje a la locura
y la obsesión, un viaje opresivo, claustrofóbico, malsano y
perturbador.
Interpretación: Me
tiré gran parte de
la película preguntándome donde se había metido esta actriz hasta
ahora. La respuesta era el teatro, bueno y un puñado de apariciones
en algunas películas. Su preparación teatral le otorga habilidad
dramática pero no muchos actores que vienen de este sector, se
comen la cámara con patatas, guarnición y postre como lo hace
Morfydd Clark. Ella es la película. Independientemente del buen
hacer de
esa siempre buena secundaria que es Jennifer Ehle. Clark
es el motor. Se comenta que será la Galadriel de la serie sobre “El
señor d elos anillos” que prepara Amazon.
Escena
(SPOILERS!!): El
prólogo lo único que quiere indicar es que la protagonista ya le
había pasado algo con un paciente. Eso ya nos pone en preaviso. Hay
unas cuantas escenas del denominado “horror body” en la que se
auntocastiga, como la de las chinchetas en las zapatillas o las
quemaduras. Pero, exceptuando la secuencia de la fiesta, los momentos
más importantes son los que se presumen como manifestaciones de
dios, sobre todo en la que éste directamente le habla en un dialecto
extraño y ella, sin embargo, lo entiende, lo que la empuja a volver
a la casa a salvar el alma de Amanda (Ehle) y descubrir como ésta se
revela como el demonio. Y aquí se da el asesinato con el que Maud
cree haber exorcicizado la presencia maligna. De ahí que se vea a
si misma como un ángel, viéndose incluso con unas alas y creyendo
en la escena final que la están adorando. Porque ese plano final
donde se ve que se está quemando, de apenas un segundo, deja claro
la duda. Ella quizá padece algún tipo de ezquizofrenia y todo lo
sobrenatural que hemos visto no es más que una deformación de la
perturbación mental. Que tal vez hubiera sido mejor prescindir de ese
plano y dejar que cada uno haga su interpretación.
LO PEOR: No
sé cuanta gente
salía de la sala echando pestes sobre la película, incluso
reclamando que les devolvieran el dinero. Por supuesto, toda opinión
es muy respetable, pero no puedo evitar indignarme, porque luego van
por las redes sociales a quejarse de la invasión de la carteleras
por parte de las franquicias de superhéroes, los remakes, reboots y
propuestas clónicas unas de otras, pero a títulos como los
mencionados antes o a este mismo no se les da cuartelillo.
CITAS: “Dios
mío, tu presencia embellece el aire, y pronto lo verán todos”.
“No hace falta un talento especial para atender a los moribundos,
pero salvar un alma ya es otra cosa”. “¿Cuando rezas, obtienes
respuestas?”. “Nada que valga la pena es fácil”. “Debes ser
la chica más solitaria que he conocido”. “Me siento más llena
de tu amor que nunca”. “Ésto es vida y muerte a otro nivel”.
“¿Y si estoy entendiendo todo mal?”.
REFERENCIAS: Como
decía, bebe mucho del cine de terror de Roman Poalnski entre los
sesenta y los setenta, especialmente de “Repulsión”, “El
quimérico inquilino” e incluso “La semilla del diablo”. Del
mencionado cine moderno de terror se parece más al toque de la
última versión de “Suspiria”. Y también algo de la clásica “Que fue de
Baby Jane”. Hay una escena que recuerda a “Red state”, de Kevin Smith.
CONCLUSIÓN: 7. Merece entrar en ese grupo de títulos de un cine de terror moderno, más psicológico que explícito. Pero
curiosamente, su directora, Rose Glass, ha bebido más de fuentes clásicas, como Roman
Palanski.
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