Tocaba ciclo de monstruos pero como nuevamente "Monster Hunter", la última película de Milla Jovovich, ha sufrido un retraso, aprovechamos que Tom Hanks ha estrenado un western, y a España parece que llegará a través de Netflix, para ampliar un ciclo que ya se inició en su momento y que enfocaremos principalmente a títulos más emblemáticos del western clásico como este "El bueno, el feo y el malo".
Podría decirse que es la máxima representación de un subgénero dentro propiamente del western, el spaghetti, cuyo máximo auge tuvo durante las décadas sesenta y setenta, y que contaban primordialmente con producción italiana y española. Estilísticamente abundaban los primeros planos y los planos detalle, además de la explotación del paisaje desértico. Y de ser películas mucho más violentas que las norteamericanas.
Pues ésto es la obra cumbre de ese subgénero y ha pasado a ser una de las mejores películas de la historia en general. Aunque personalmente no la considero la mejor película de su director, Sergio Leone. Se dice, y estoy de acuerdo, que la mejor es "Hasta que llegó su hora" pero a todo el mundo le gusta más "El bueno, el feo y el malo".
Pero si es la mejor de la "Trilogía del Dólar". La primera sería "Por un puñado de dólares", un remake encubierto de "Yojimbo", de Akira Kurosawa, quien llegó a denunciar por plagio, y con razón, y que suponía la primera colaboración de Clint Eastwood con Sergio Leone. Después vendría "La muerte tenía un precio", repitiendo Eastwood pero con la primera participación de Lee Van Cleef. Y después la que hoy comentamos.
A pesar de repetir varios de los actores, por ejemplo, Gian María Volonté sale en la primera y la segunda, no tienen ningún vínculo argumental pero si temático, el dinero, los dólares. Pero son películas independientes, aunque el personaje de Clint Eastwood no tenga nombre en ninguna de ellas y puede sugerir que es el mismo. Eso obedece a una figura de personaje recurrente en el cine de Leone, "el hombre sin nombre".
En "Por un puñado de dólares ", Clint es llamado en una ocasión Joe, pero en inglés eso viene a decir algo así como chico o muchacho. En "La muerte tenía un precio" es apodado "el Manco". Y en "El bueno, el feo y el malo" es llamado "Rubio". Pero es que Leone después, en "Hasta que llegó su hora" llama a Charles Bronson, "Armónica". El propio Eastwood, ya como director haría lo propio con el "predicador" de "El jinete pálido" o el "forastero" de "Infierno de cobardes".
En esta tercera parte, a los Clint Eastwood y Lee Van Cleef se uniría Eli Wallach. A Eastwood no le gustó repartir tanto el protagonismo, quejándose de que en la primera era el protagonista total, en la segunda el coprotagonista y aquí serían tres protagonistas. Incluso era quien tenía menos líneas de diálogo. Es más, suponía la primera vez en la historia del género que se llevaba a cabo un duelo final a tres.
Salvo las escenas de interiores que fueron rodadas en Italia, el resto de la película fue enteramente rodada en distintas locaclizaciones de España. Concretamente en Madrid (Hoyo de Manzanares), Burgos, Granada y, por supuesto, Almería, en el célebre desierto de Las Tabernas. El cementerio de Sad Hill, donde los tres pistoleros realizan el duelo final, está dentro del término de Santo Domingo de Silos, y tras su restauración en 2016, se puede visitar.
De las tres películas, ésta es la que más humor tiene, gracias especialmente al personaje de Wallach, con cierto tono a buddy movie. Tuvo muy buenas críticas y hoy es un clásico indiscutible del género. Tan solo costó 200000 dólares y recaudó 25 millones, por lo que también fue un éxito económico. Hay una versión extendida con 15 minutos más, llegando casi a las tres horas de duración.
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