FICHA TÉCNICA
Título: Zoe.
Dirección: Drake Doremus.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 103 min.
Género: Ciencia ficción, drama
Interpretación: Ewan McGregor, Léa Seydoux, Rashida Jones, Theo
James, Matthew Gray Gubler, Miranda Otto, Christina Aguilera, Anthony Shim.
Guion: Richard Greenberg.
Producción: Drake Doremus, Richard George, Michael A. Pruss.
Música: Dan Romer.
Fotografía: John Guleserian.
Distribuidora: Amazon Studios.
CRÍTICA
SINOPSIS: Zoe y Cole trabajan en un centro de
investigación. Desarrollan un proyecto revolucionario. Han diseñado un sistema
informático capaz de mejorar las relaciones de pareja, así como determinar sus
probabilidades de éxito.
LO MEJOR: Parece que el tema de las relaciones de
pareja es uno de los que más preocupa, o interesa, al director, Drake Doremus, al
menos es el denominador común de sus últimas tres películas. Pero para
reflexionar sobre ello, los relacióna con los avances tecnológicos y lo
enmarca un entorno distópico. Aunque tampoco demasiado alejado del
actualidad. Es decir, no vamos a ver naves sustituyendo coches por la calle y
ciudades repletas de hologramas y realidad virtual. Pero si los robots. Y es a través de ellos con los que nos plantea qué es el amor. Es decir, en su forma
más física, el amor no deja de ser una reacción química en respuesta a un
estímulo, o sea, una información (sea en forma de atracción o lo que sea), en
definitiva, datos. Y los datos se pueden implantar en forma de ceros y unos en
una inteligencia artificial. Por lo tanto, si un ser sintético puede llegar a
pensar (y ya lo hacen) ¿Pueden sentir? Y si lo hace ¿Enamorarse de un ser
humano? Y ya el triple mortal ¿El humano enamorarse del sintético? Dado que las
respuestas emocionales que les ofrece son idénticas a las humanas. Es decir,
podría llegar a considerar a una máquina como algo más que una cosa, en un
mundo en el que se crean androides para desempeñar trabajos de humanos, para
hacer compañía a la gente, para cuidar ancianos y para mejorar las relaciones
amorosas. Curiosamente, en su búsqueda obsesiva de tener una sensación de
pasión más intensa, en la película, la gente está enganchada a un fármaco que
la potencia, lo que no deja de ser un recurso artificial.
Interpretación: Ewan McGregor siempre
me ha parecido que si bien no es un actor de sobresalientes, sí que muchas
veces da el notable. Aquí se le ve especialmente esforzado en darle
sensibilidad a su personaje, y ciertamente lo consigue. Pero es Lea Seydoux quién
se gana el corazón del espectador. Se empatiza con ella casi desde su primera
aparición. Su contenida interpretación es su principal baza expresiva. Llega
a conmover su deseo existencial y su sufrimiento interior. Y me ha sorprendido,
ya como secundario pero el que tenía por un simple guaperas, la participación
de Theo James. Bastante bien. Ah, y aparece Christina Aguilera.
Escena (spoiler): Hay gran cantidad de
escenas simbólicas. Aunque es una de las situaciones más repetidas en otras
películas similares, es doloroso cuando Zoe se entera que no es humana.
Significa la no identidad. Luego, aunque Cole (McGregor) es el creador de Zoe, es
cuando tiene que repararla, tras el atropello, cuándo cae la cuenta que no
puede considerarla más que como un objeto. Es un puñetazo de realidad en toda
regla. Es justo lo que nos pasa como espectadores cuando vemos un montón de
réplicas pero mejoradas de Zoe, a la que la veíamos como casi-humana, pero que
vemos que se puede copiar e incluso evolucionar. Todos estos hechos la hacen
desear su propia desconexión, es decir, el suicidio, lo que nuevamente es un
sentimiento propiamente humano, y que se confirma cuando en el último momento sale otro
sentimiento muy humano, el de supervivencia. Pero la revelación más clara de
que Zoe tiene alma es cuando Cole habla con una de las Zoes falsas, dándose
cuenta que hay algo que sólo tiene ella, qué es personal e intransferible, qué
siente, lo cual se confirma cuando Zoe, al final es capaz de llorar, aunque
supuestamente no puede hacerlo.
LO PEOR: Tampoco es que sea una temática muy
novedosa. Se ha tratado en bastantes películas, la verdad. Su tono tanto
visual como musical en plan “new age”, la hace caer en una sensación melosa, lo
que viene siendo un pastelito. Pero sabiendo y siendo consciente de ello,
tampoco molesta.
CITAS:
“Una de las cosas más importantes en nuestra experiencia como humanos es
la conexión”. “La idea de estar seguros de que va a durar”. “Mi misión consiste
en la probabilidad de que dos personas permanezcan juntas”. “¿Y si te dijera
que soy un sintético? Y que puedo captar tus emociones mejor que nadie en esta
sala”. “Estoy diseñado para amarte y entenderte de las formas que los humanos
simplemente no pueden”. “Lo que tuvisteis juntos fue real”.
REFERENCIAS: Como decía, las dos
anteriores películas de Doremus tratan las relaciones de pareja y de sentir o
no, “ Newness” y “Equals”. Aunque la que mejor ha tratado el tema es “Her”. Y,
por supuesto, la madre de todas, “Blade Runner”. Por cierto, vaya por Dios,
Ridley Scott está en la producción.
CONCLUSIÓN: 6’5. Una reflexión sobre las relaciones sentimentales y humanas en general, mediante un entorno distópico y tecnológico, donde se cuestiona hasta donde sería capaz de llegar una inteligencia artificial.
Una película donde el amor no existe ,sin droga.Donde unos robots/sinteticos-ver ventana de Overton son más sentimientos que la humanidad misma.
ResponderEliminarLas personas están desvalorización y el amor también. Nos educan hacia transhumanismo.En verdad vamos a permitirlo?