Microcríticas Express: Zombieland, mata y remata/Historias de miedo para contar en la oscuridad/Noche de bodas

   Pues una pequeña decepción. Porque aunque mantiene sus dosis de comedia y gamberrismo. Y oye, que me ha entretenido. Pero sinceramente esperaba más. Parecía que en esta segunda parte iban a ir un poco más allá. Más atrevimiento. Pero es que no se molesta ni en crear un argumento. Todo son gags y chistes fáciles, la mayoría basados en el personaje de la pija tonta. Y bueno, me he reído en algunos. Además, lo de tocar los escenarios la Casa Blanca y Graceland está chulo. Y añadir un par de nombres al que ya era un buen reparto, como Rosario Dawson. Pero básicamente la película se mantiene gracias al carisma del trío Harrelson/Eisenberg/Stone y a algunas escenas de acción que son más espectaculares que en la primera película. Y que tiene bastantes dosis de autoparodia, y eso si mola. Pero poco más. 5’5.

   Pues me ha resultado curiosa. Al menos no consiste en pegar sustos a base de subir el volumen hasta el infinito y así puedas despertar a todos los vecinos. La ambientación de los setenta, el tema de que se vayan cumpliendo los relatos de un libro, a modo de leyendas, y ese cierto aroma a “Historias de la cripta” (de hecho, tiene un hilo argumental pero son varias historias dentro de una global) o similares, le dan su punto. Cuidado, no es nada del otro mundo pero comparada con propuestas de cine de terror para adolescentes basadas en leyendas urbanas como “Slenderman” o “La llorona”, les da unas cuantas vueltas. Y es que se nota la mano de Guillermo del Toro en la producción, que aporta un aire de terror gótico muy característico. 6.

   Lo que es ver una película sin ninguna pretensión. Que la propia película demuestre desde el primer minuto que no las tiene. Y termine por ser un entretenimiento de lo más divertido. Al menos, yo me he partido de lo lindo. Más cerca de la comedia que del terror pero con ingredientes de ambos géneros, destila humor negro generosamente e incluso un pelín de crítica social, cargando las tintas contra la clase rica. Pero básicamente es una película para pasar un rato sin aburrirse lo más mínimo que hasta le veo un punto ochentero. Tanto la mansión como los alrededores de ella, ejercen de escenario muy bien ambientado para ver a Samara Weaving correr por él, pasarlas muy chungas y defenderse como una jabata. No digo que sea una gran actriz, pero me encanta esta chica. Y en esta clase de cine, más. Y ojo, que no se cortan pero nada con la sangre, de hecho, tiene varios momentos gore. 6’5.