Sin duda, la
película más famosa, carismática y, probablemente querida, de viajes en el
tiempo. Solo “Terminator” podría hacerle frente. Ambas dieron lugar a sendas sagas.
Pero mientras regreso al futuro acertaba con sus tres entregas firmando una
trilogía redonda, homogénea y regular, la de “Terminator” no puede decir que la
aceptación de sus secuelas fueron igual de exitosos en todas ellas.
Pues “Regreso
al futuro” está considerada una obra cumbre de la década de los 80, y una de
las mejores de la ciencia ficción. Es por derecho propio una de las películas
teen referencia en toda la historia del cine de la que se han copiado una gran
cantidad de filmes posteriores. Y en la que tuvo mucho que ver, qué sorpresa, una de las
figuras más importantes de esa época dorada no solo en la dirección sino
también en la producción, como en este caso, Steven Spielberg.
La idea nacía
de la reflexión de Bob Gale, que a la postre coescribiría el guion junto a
Robert Zemeckis, quien se imaginó como sería hacerse amigo de su padre en la
escuela. Para ello, pensaron en que la única manera sería haciendo un viaje al
pasado. Y se divirtieron enumerando todas las paradojas temporales que podrían
darse.
Dicho y
hecho, porque lo más interesante de la película era a ver ese juego de cambios
temporales, donde cada movimiento o modificación en el pasado daba lugar a
múltiples e incontrolables efectos sobre el futuro poniendo en peligro la
propia existencia del protagonista. Éste es un aspecto muchas veces tratado de
en películas posteriores de este corte. Aquello de ir al pasado para solucionar
algo pero crear otros nuevos derivados de esa acción.
Porque ese
es otro de los puntos fuertes del film, ser una propuesta aparentemente ligera,
de tipo familiar y con el público adolescente como objetivo principal pero con
una trama, si bien no demasiado compleja, mucho más ingeniosa y trabajada de lo
que cabía esperar. “Regreso al futuro”, fusionaba ciencia-ficción y comedia,
era puro entretenimiento pero con cabeza, algo para divertirse pero también
para reflexionar.
Como
resultado, fue la película más taquillera de ese año de estreno en 1985, con
380 millones de dólares de recaudación habiendo costado solo 19. No tardarían
en llegar sus secuelas, en 1989, “Regreso al futuro 2”, con un viaje al futuro
esta vez. Y en 1990, “Regreso al futuro 3”, viajando de nuevo al pasado pero
esta vez a la época del oeste.
Robert
Zemeckis, llegaba tras el éxito de “Tras el corazón verde”, una comedia de
aventuras con Michael Douglas y Kathleen Turner. Dirigió las tres entregas solo
intercalando entre medias “¿Quién engañó a Roger Rabbit?”, a cuyo género de
animación siempre se ha sentido muy apegado Zemeckis. Cuatro años después
llegarían las que considero sus mejores películas, aparte de esta saga, “Forrest
Gump”, “Contact” y “Náufrago”.
La primera
elección para el protagonista fue Eric Stoltz, aunque el deseado era Michael
J. Fox, pero se encontraba en la teleserie en España conocida como
“Enredos de familia”. Finalmente, ante las dudas con Stolz, se decidió esperar
a Fox. Su carrera era muy prometedora pero el diagnóstico de una precoz
enfermedad de Parkinson la truncó. Le acompañaron el infatigable Christopher
Lloyd, Lea Thompson y Crispin Glover.
La primera
máquina del tiempo iba a ser una nevera, la cual se sustituyó por el ya mítico Delorean
(por cierto, modelo que fue un fracaso de ventas en su momento). La película
obtuvo cuatro nominaciones al Óscar, de los cuales consiguió el de mejor
sonido. A partir de ahí, ha generado novelas, videojuegos, una serie animada e
incluso una atracción. En su 30º aniversario fue estrenada en octubre de 2015.
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