jueves, 7 de febrero de 2019

El hombre que mató a Don Quijote



   FICHA TÉCNICA

Título: El hombre que mató a Don Quijote.
Dirección: Terry Gilliam.
País: Reino Unido.
Año: 2018.
Duración: 133 min.
Género: Aventuras, comedia.
Interpretación: Jonathan Pryce, Adam Driver, Olga Kurylenko, Stellan Skarsgard, Joana Ribeiro, Óscar Jaenada, Jordi Mollà, Rossy de Palma, Jason Watkins, Paloma Bloyd, Sergi López, Mario Tardón, Joe Manjón, Bruno Sevilla, Patrik Karlson, Viveka Rytzner, Lídia Franco, Maria d'Aires, Juan López-Tagle, Jimmy Castro.
Guion: Terry Gilliam, Tony Grisoni (Novela: Miguel de Cervantes).
Producción: Gerardo Herrero, Mariela Besuievsky, Amy Gilliam.
Música: Roque Baños.
Fotografía: Nicola Pecorini.
Distribuidora: Kinology / Amazon Video.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un joven director que hace años realizó una película acerca de Don Quijote de la Mancha, se reencuentra con el actor que le dio vida y que quedó profundamente afectado llegando a creerse su propio personaje. Juntos se ven envueltos en surrealistas aventuras que ponen en duda la cordura del director.
   LO MEJOR: Sinceramente, no me ha parecido buena pero he considerado conveniente comentarla pues, a pesar, de sus deficiencias y fallos (que no son pocas), creo que esta película precisamente era necesario hacer un crítica desarrollada. Y que narices, tiene unos cuantos aspectos destacables. Lo primero el mérito del propio Terry Gilliam, cuya persistencia y/o  testarudez ha permitido que saliera adelante una de esas películas malditas del cine. Maldita incluso antes de empezar puesto que Gilliam llevaba prácticamente treinta años intentando poder realizarla pero por unas cosas u otras, todo se iba al traste, donde han ido desfilando varios repartos (uno de ellos con Jonny Deep), con múltiples problemas para conseguir financiación, pérdidas de equipos materiales, accidentes... Y desde luego, con este director, su versión del Quijote no iba a ser nada convencional. A Terry Gilliam o lo amas o lo odias. Y a veces ambas a la vez. Pero no se puede negar que sus películas son siempre un viaje, muy cercano a la fantasía y al surrealismo. Y es lo que lleva a cabo con este film, establecer una linea difusa entre la locura y la cordura, representada en la inestabilidad del creador (escritor, cineasta...), en su búsqueda de identidad, donde recuperar la locura, a modo de síndrome de Peter Pan, representa la vuelta de la chispa creativa, la magia innata. Gilliam nos traslada, mediante algunas soluciones visuales bastante potentes y mientras recorre la España profunda por la Mancha.
   Interpretación: La sorpresa ha sido que Jonathan Pryce resulta un Don Quijote excelente. Casi perfecto diría yo. Encarna a un pobre hombre que sólo se siente vivo cuando es el ingenioso hidalgo. Como tantos personajes que se han apropiado de su intérprete. Véase Bela Lugosi. Adam Driver está bastante correcto, aunque claro su personaje le obliga un poco al histrionismo. Pero su elección me parece adecuada. Hay varios rostros conocidos como el de Stellan Skarsgaad (ha tenido mejores papeles, sin duda) y Olga Kurylenko. La Dulcinea recae en la modelo portuguesa Joana Ribeiro. Y hay un buen numero de actores españoles como Rossy de Palma, Oscar Jaenada, Sergi López o Jordi Mollá.
   Escena (spoiler): Hay momentos que pretenden ser simbólicos como el encuentro del DVD con la película de la anterior versión del Quijote que nos lleva a flashbacks de su preparación (como encuentra al zapatero, tomas del rodaje), incendio con huida en moto incluida. Pero lo mejor, aunque sea visualmente, son las secuencias donde se mezcla realidad y fantasía. El registro en la comuna judía (castillo para el Quijote), el duelo con el caballero o el supuesto sacrificio de Dulcinea (Angélica). Finalmente asistimos a la muerte del zapatero lugareño que se creía el Quijote como a la muerte del propio personaje. Y cuando Adam Driver recoge el testigo y se enfrenta a unos gigantes que resultan ser, como no podía ser de otra manera, molinos de viento.
   LO PEOR: Honestamente, Terry Gilliam está en horas bajas. Se le ha ido la mano en cuanto a la sensación de delirio y cae en lo excesivo y, a veces, grotesco. Hay una colección de escenas, que sí no posees la paciencia, ya sabiendo como se las gasta, se pasan de ridículas y hasta esperpénticas. Pero conociéndole, quizá era la intención.
   CITAS: “Como va a leer un campesino como tú”. “Yo traduciré las palabras y tú miras los dibujitos”. “Gigantes con brazos de más de dos leguas”. “Veo la luz del amor en vuestros ojos”. “He venido para restaurar la desaparecida era de la caballería”. “La mano de nuestro creador en los cielos me escribió”. “Se cree que realmente es don Quijote”.
   REFERENCIAS: El documental “Lost in La Mancha” trata sobre todo de las estrambóticas situaciones que truncaron los anteriores rodajes. No obstante, Terry Glliam ha introducido la figura del Quijote en varias de sus películas, como es “El rey pescador”.
   CONCLUSIÓN: 6. La película maldita que Terry Gilliam llevaba treinta años intentando hacer no podía ser no podía ser una versión convencional del Quijote, pero tampoco de su mejor cine.



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