domingo, 16 de diciembre de 2018

Yo, él y Raquel


   FICHA TÉCNICA

Película: Yo, él y Raquel.
Dirección: Alfonso Gomez-Rejon.
País: Estados Unidos.
Año: 2015.
Duración: 105 min.
Género: Drama, comedia.
Interpretación: Thomas Mann, Olivia Cooke, RJ Cyler, Nick Offerman, Connie Britton, Molly Shannon, Jon Bernthal, Katherine C. Hughes, Matt Bennett, Masam Holden, Bobb'e J. Thompson, Chelsea T. Zhang, Gavin Dietz, Edward DeBruce III.
Guión: Jesse Andrews.
Producción: Jeremy Dawson, Dan Fogelman.
Música: Brian Eno, Nico Muhly.
Fotografía: Chung Chung-hoon.
Distribuidora: Fox Searchlight.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Un chico que va al instituto es obligado por su madre a hacerse amigo de una compañera que le han diagnosticado leucemia. Por lo que se ve forzado a cambiar algunas de sus costumbres diarias para estar con ella.
   LO MEJOR: No llegaría a llamarla tragicomedia pero indudablemente el drama se mezcla con la comedia hábilmente. O más directamente es una historia dramática de la que podría haberse optado con conformar una película puramente lacrimógena. Pero “Yo, él y Raquel” huye acertadamente de los tópicos, en gran parte, al a veces hilarante humor con el que se le da tono a todo el relato. No es el típico romance en el que una parte de la pareja padece una enfermedad terminal. A todos nos suena eso ¿verdad? Pero no,  para empezar ni siquiera es un romance, si una historia de amor, pero si de amistad. Porque si algo se enaltece es la importancia de ese sentimiento, el triunfo de la amistad. La más pura, autentica y sobretodo, sincera. Porque aquí asistimos al verdadero sacrificio que puede hacer alguien cercano a una persona que quizá, muy probablemente, va a perder. Que es acompañar, no compadecer. Simplemente estar ahí todos los días. Y es ahí donde esta pequeña y humilde película independiente de corte bastante indie, resulta brillantemente divertida, especialmente gracias a la frescura unos diálogos verdaderamente originales pero no tan demasiado elocuentes como para pensar que no correspondan a adolescentes. Buen ejemplo es la clasificación por grupos que realiza el protagonista de los estudiantes del instituto. Pero muy especialmente de las pseudopelículas que hacen a modo de parodias de los grandes clásicos del cine (homenajes encubiertos). Y que les sirven como vehículo de expresión. Y cuidado, que cuando el film tiene que conmover lo hace pero bien, eso si, sin recrearse en exceso. Y me encanta la moraleja de que aprendemos de los seres queridos incluso después de perderlos.
   Interpretación: Cuando se hace un film a partir de los personajes hay algo que debe ser básico y si no existe puede dar al traste con la credibilidad del proyecto; la química. Y aquí es absoluta. En gran parte gracias a la visagra a la que se agarra el triángulo amistoso del argumento, que es Thomas Mann. La naturalidad de este chico es superlativa. Y posibilita que sus dos compañeros funcionen perfectamente: Olivia Cook (que hasta verla en “Ready Player One” no conocía mucho de ella y  aquí está muy inspirada) y R.J.Cylan (que nos regala varios de los mejores momentos). Y no están nada mal los roles de varios secundarios como Connie Britton (madre de Greg-Mann) y Jon Bernthal (profesor).
   Escena (spoiler): Me resulta gracioso como Greg va a casa de Rachel y le dice que está allí porque su madre le ha obligado. La manera como rompe el hielo en ese incomodo silencio en la habitación de ella, es muy divertida. No hay que perderse ni una sola de las películas amateur que realizan Greg y Earl (Cyler). No tienen desperdicio. Bastante significativa es la pelea en el comedor donde Greg la pide al “siniestro” que le parta la cara pero que no le haga rimas. La película que le brinda a Rachel está cargada de simbología y sentimiento, abstracto, eso si. Tras eso, si que te puedes hartar a llorar, y comprendes una de las frases del protagonista cuando dice que “hizo una película que literalmente mató a una persona”. Hasta a eso le echan humor. La última escena es pura magia creativa, un colofón conmovedor y lleno de positividad, donde se confirma esa moraleja de la que he hablado antes.
   LO PEOR: No se me ocurre nada salvo criticar que no existan más películas de este tipo, pues ofrecen una reflexión necesaria y es bastante triste que estos títulos no lleguen a más público por la escasa distribución que les permiten sus escasos presupuestos.
   CITAS: “Incluso después de que alguien muere, puedes... todavía puedes seguir aprendiendo acerca de ellos. Sabes, su vida. Se puede mantener desplegada para ti tanto como... tanto como le prestes atención”. “Secundaria, universidad, nos obligan a pasar esos años de nuestras vidas... con grupos de personas seleccionadas al azar con quienes nada tenemos en común. Es una pesadilla. Quien diga lo contrario está mintiendo”. “Si no puedes aceptar lo que yo voy a hacer, lo que quiero hacer con mi vida... entonces eres un amigo horrible”. “Así que, si ésto fuera una conmovedora historia romántica... aquí es probablemente donde una nueva sensación me inundaría... y de pronto estaríamos haciéndolo furiosamente con el fuego de mil soles. Pero ésta no es una conmovedora historia romántica”. “Me veo muriendo de un ataque de pánico en dos semanas”.
   REFERENCIAS: Esta muy alejada del concepto de “historia de amor con enfermo moribundo”, tipo “Bajo la misma estrella” o “Elegir un amor”. Se aproxima más al tono, en cuanto trata un tema serio o dramático con mucho humor, que tiene “Juno”.
   CONCLUSIÓN: 7’5. Tragicomedia original y muy divertida sobre la amistad, que se apoya en la enorme química de su reparto.



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