AUTOR: Autor: Susanna Clarke (U.K. 1959).
Género: Fantástica. Publicación: 2004. Con esta novela se catapultó a la fama.
Su éxito fue apadrinado por la crítica y los premios: la revista Times
la bautizó mejor novela de ficción en 2004 y ese mismo año recibió el Premio Hugo y el Premio Mundial de Fantasía. La adaptación, por la BBC, de la novela a
serie televisiva se produjo en 2015.
SINOPSIS: Nos encontramos en Inglaterra a
principios del siglo XIX, el ejercicio de la magia ha sido olvidada aunque aún
sobreviven las historias, los libros y las leyendas de otra época donde la
magia era algo habitual. La biografía del Rey Cuervo, el más grande de todos
los magos de la Edad Media, sigue en el recuerdo de los habitantes de la época,
no obstante ya nada es igual y la práctica de los hechizos ha sido
completamente olvidada en Inglaterra. Pero un día, el Sr. Norrell logra que las
piedras de la catedral de York hablen. Este hecho levanta una polvareda tan
importante entre todos los habitantes que el hecho se extiende como la pólvora
por todos los confines de Inglaterra, y el Sr. Norrell se traslada a Londres.
Allí conoce al joven Jonathan Strange, un mago prometedor al que toma como
discípulo.
PERSONAJES: El Sr. Strange y Norrell son los
únicos que conocen la verdadera magia en un mundo real pero aún continúa
creyendo en ella como tal, y este binomio es uno de los puntos fuertes de la
novela. Sus caracteres son totalmente opuestos, pero destinados a convivir
juntos ya que son los únicos que hablan el mismo lenguaje, esto es, ejercer la
magia. De esta forma se establece un vínculo maestro-discípulo en el que uno no
quiere enseñarle más de la cuenta al otro y ello provoca recelos entre ambos.
Asimismo sobresale el cariño y cuidado que ha puesto Clarke en sus personajes
secundarios. Éstos están muy bien caracterizados, y cosa muy importante todos
ellos son clave dentro de la trama.
LO MEJOR: La autora estuvo alrededor de diez años
escribiendo esta historia y eso se nota, porque nada queda al azar, no hay
cabos sueltos, la trama es una proeza, el estilo es mágico y digno de
admiración, de hecho, recuerda muchísimo a las obras de Jane Austen. La novela
está dividida en tres partes y cada parte está dedicada a uno de los
protagonistas, las tres se ensamblan para descubrirnos que ocurrió con la práctica
de la magia, porque desapareció y porque ha vuelto a resurgir. En mi opinión,
esta es una de esas novelas que se nos quedan en la memoria y aunque vayamos
perdiendo los detalles de ella con el
tiempo, su recuerdo es imborrable porque es una obra adorable. Está relatada
por una narradora omnipresente que como si fuera un personaje que observa todo
lo que está ocurriendo. La novela, básicamente, se desarrolla a caballo entre
la transición entre el periodo del Romanticismo y el de la Ilustración, así Norrell representa
a la ilustración (la razón, el empirismo, el orden, y el valor del estudio y
del conocimiento), mientras que Jonathan Strange se adecua al movimiento
romántico, en el que prevalecen la emoción, los sentimientos, la imaginación, y
al expansión del conocimiento. De hecho, todos los personajes, en mayor a menos
medida se adaptan a esta dicotomía que sobrevuela y caracteriza a esta magnífica
obra.
LO PEOR: He de reconocer que en un principio el
ritmo es bastante lento, todo sucede lentamente hasta que se vuelve dinámico y
eso requiere muchísima atención por parte del lector, por no mencionar la cantidad
de anotaciones a pie de página que no
pueden dejar de leerse porque son relativamente importantes para entender la
historia en su globalidad, todo ello puede desesperar a aquellos lectores que
no gustan de este tipo de narraciones.
CITAS: “Llevaba
un vestido color tormenta, sombra y lluvia, y un collar de promesas rotas y
pesadumbre”. “Todas las noches sin
falta eran llamados por la campana triste a bailar en los sombríos salones de
Desesperanza”. “Las casas, al igual
que las personas, tienden a volverse excéntricas si se las deja mucho tiempo
solas”. “Aunque en la habitación
había silencio, el silencio de medio centenar de gatos es algo peculiar, como
cincuenta silencios, uno encima de otro”.
CONCLUSIONES: Con una ambientación magnífica de la Europa
de la siglo XIX y más concretamente de Inglaterra puesto que la autora
introduce la fantasía dentro del mundo de aquella época, pero una línea narrativa
más que es la de la magia tal y como la concebían en aquel tiempo,
presentándonosla como algo real; así ambas realidades conviven y se
retroalimentan dando a la novela un carácter original y muy muy innovador a las
novelas de corte fantástico.
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