domingo, 2 de diciembre de 2018

Malos tiempos en el Royale



   FICHA TÉCNICA

Título: Malos tiempos en el Royale.
Dirección: Drew Goddard.
País: Estados Unidos.
Año: 2018.
Duración: 141 min.
Género: Thriller, comedia.
Interpretación: Jeff Bridges, Cynthia Erivo, Dakota Johnson, Chris Hemsworth, Jon Hamm, Cailee Spaeny, Lewis Pullman, Jonathan Whitesell, Nick Offerman, Mark O'Brien, Manny Jacinto, Bethany Brown, Sarah Smyth, Hannah Zirke, Sophia Lauchlin Hirt, John Specogna, Austin Abell, Minn Vo, Vincent Washington, James Quach, Billy Wickman.
Guión: Drew Goddard.
Producción: Drew Goddard, Jeremy Latcham.
Música: Michael Giacchino.
Fotografía: Seamus McGarvey.
Distribuidora: 20th Century Fox.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Una serie de desconocidos deciden pasar la noche en el hotel Royale, que no pasa precisamente por sus mejores momentos. Cada uno tiene un motivo para estar allí y todos esconden secretos que saldrán a relucir durante la noche.
   LO MEJOR: Tan solo una película, el de su debut en la dirección tras varios años como guionista, le valió a Drew Goddard para ser un director a tener en cuenta ante la expectativa de su próximo proyecto. “La cabaña en el bosque” se convirtió en título de culto casi en el mismo momento de estrenarse en virtud a su originalidad e imaginación pero también homenajear a varios clásicos del cine de terror, dando la impresión de ser una y varias películas, que es exactamente lo que ocurre en su segunda película. La influencia más evidente, sin duda, es la Quentin Tarantino, que a su vez ya guiñaba el ojo al cine clásico, que creo un estilo con esas bases y que tiene como máxima premisa estar basado en los personajes como columnas vertebrales de sus guiones. Es justo lo que hace Goddard pero a su manera. Porque no posee la brillantez en los diálogos de Tarantino pero si en la estructura de sus historias y el detalle de ser el cine cocinado a fuego muy lento (invierte casi una hora en la presentación de los personajes). Algo  que recuerda poderosamente a “Los odiosos ocho”, no solo por su extensa introducción sino por meter a sus personajes en un lugar cerrado, como guiño al “whodunit” (quien lo hizo) como si de una novela de Agatha Christie se tratase, donde nadie es quien dice ser, nadie es totalmente bueno ni totalmente malo (bueno con excepciones). Pero concentrar la intriga en un solo lugar precisaba de un especial cuidado de éste. Por lo tanto, la ambientación del hotel (que ejerce de un personaje más) es excelente, y en ello ayuda mucho la factura de la fotografía. Y además, el guion no tiene desperdicio, permitiéndose tocar temas tan distintos como las enfermedades degenerativas, el racismo y las sectas.
   Interpretación: A Jeff Bridges no lo voy a descubrir a estas alturas pero es que nuevamente esta magistral. No sé muy bien si es el papel que le va como a un guante o si es él el que se ajusta a él como un camaleón. Pero ojo a Chris Hemsworth que se destapa con un papel (un caramelo) muy alejado de su imagen de héroe. Otra sorpresa ha sido la cantante Cynthia Erivo, con un protagonismo del todo inesperado. Completan el reparto muy correctamente Dakota Johnson (alejada de las garras de Grey pero no de las de Hemsworth), John Hamm y Lewis Pullman (que recuerda al botones de “Four rooms”, nuevo guiño a Tarantino).
   Escena (spoiler): El prólogo es un mero engaño, un “macguffin”, sobre si todo va a girar sobre lo que ocurre en él. No es así, o no es totalmente así. Pero está relacionado con uno de los segmentos más importantes del film que no es otro que el reparto de habitaciones. Ahí si va a estar la clave de como van a desarrollarse los acontecimientos. Lo que acontece en el pasillo tras los falsos espejos, ese “Gran Hermano”, recuerda a la anterior película de Goddard, “La cabaña en el bosque”. Sin embargo, hay una escena que nos ofrece desde tres puntos de vista consecutivos, la muerte de John Hamm y que hace alusión a la secuencia del centro comercial de “Jackie Brown”. Y el hecho de no mostrar nunca el contenido de la película es un claro guiño al maletín de “Pulp Fiction”. Lo de la media hora final es un festival de violencia y diálogos geniales. Es una ida de olla, si, pero una ida de olla tremendamente disfrutable.
   LO PEOR: Soy un amante de las películas que se toman su tiempo pero quizá a Goddard se le vaya la mano en ese aspecto. Fácilmente se le podrían recortar quince o veinte minutos. Ese excesivo metraje habilita cierta irregularidad en la narración. Además, el guion se deja varios cabos sueltos. Hay personajes que no se sabe muy bien que hacen ahí y tampoco queda claro quien tiene interés en la existencia del hotel.
   CITAS: Éste no es un lugar para un sacerdote, debería irse”. “Pueden escoger una habitación en California o en Nevada”. “Hay partes de mí vida que mejor no recordarlas”. “No se inmiscuya”. “Es el mal en persona”. “¿Creías que podrías llevarte algo mío y no te encontraría?”.
   REFERENCIAS: Hotel apartado de la mano de dios, habitaciones separadas, personajes intrigantes y una enorme tormenta. Podría ser la descripción de “Identidad” de James Mangold, que ya era una especie de “Diez negritos” de Agatha Christie. Pero va más hacia el estilo de Tarantino en “Los odiosos ocho”, incluso al de las historias de los Coen.
   CONCLUSIÓN: 7’5. A medio camino entre el cine de Tarantino (múltiples guiños) y las novelas de Agatha Christie, y con los personajes cocinados a fuego lento.



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