domingo, 2 de marzo de 2025

Anora

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Anora.
Dirección: Sean Baker.
País: Estados Unidos.
Año: 2024.
Duración: 138 min.
Género: Comedia, drama.
Interpretación: Mikey Madison, Mark Eydelshteyn, Yura Borisov, Aleksey Serebryakov, Darya Ekamasova, Ivy Wolk, Lindsey Normington, Karren Karagulian, Vache Tovmasyan, Alena Gurevich, Emily Weider, Sophia Carnabuci, Luna Sofía Miranda, Paul Weissman.
Guion: Sean Baker.
Producción: Alex Coco, Samantha Quan, Sean Baker.
Música: Matthew Hearon-Smith.
Fotografía: Drew Daniels.
Distribuidora: Neon.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Una bailarina erótica conoce al hijo de un oligarca ruso que, para su sorpresa, le pide que se case con él, lo cual hacen. Pero a la familia del chico no le hace ninguna gracia este enlace.

   LO MEJOR: Se la ha comparado con “Pretty woman” pero en lo único que se parece es en que el planteamiento inicial con una relación entre un hombre rico y una mujer prostituta. Hasta ahí. De hecho, podría ser todo lo opuesto, la antítesis de “Pretty woman”, el reverso oscuro del cuento de hadas, la fábula de una Cenicienta que se resiste, que lucha con uñas y dientes a que el carruaje que se le habían presentado en la puerta de su casa, no se le convierta en calabaza porque eso supone volver a la cruda realidad. Es más, ni siquiera es una comedia romántica. Comedia, en parte sí, porque no deja de tener momentos realmente divertidos, incluso jugando con los mecanismos de la screwball comedy. Diversión que se da a pesar de que el trasfondo no es divertido, de que la ruptura del sueño es sumamente triste. Porque la sensación al terminar no es la de haber visto una comedia, por mucho que haya habido bastantes tramos en los que no has podido evitar la risa. Finalmente termina imponiéndose el drama. Así es como Sean Baker retrata a esa clase de personajes menos favorecidos socialmente, la temática predominante en la mayor parte de su filmografía. Así es como representa Baker, que no me extrañaría que diera la sorpresa con el triunfo en la categoría de dirección en los Oscars, la ruptura del sueño americano, con humor y con tristeza. Y con ritmo, porque la narración es imparable durante todo el relato, cambiando incluso el modo de desarrollo, iniciando con un larguísimo prólogo que termina convirtiéndose en el primer acto, lleno de elipsis, y continuando con un intenso segundo acto casi a tiempo real. Y en ambos casos funciona perfectamente.

  Interpretación: Apenas la había visto en un par de papeles secundarios en “Érase una vez en Hollywood” y “Scream 5”. De hecho, es su primer papel protagonista, y ahí Mikey Madison lo ha bordado. Su entrega al personaje es total, tanto que me hace dudar si también podría ser la sorpresa en la categoría de mejor actriz. Posiblemente si sea la mejor interpretación femenina del año. Pero sabemos que en los Oscars intervienen más factores y su juventud puede jugar en su contra frente una Demi Moore en modo resurrección que quizá no se vuelva a ver en una de estas. Madison sí porque es oro puro.

   Escenas (SPOILERS!!): La película es una crítica a la diferencia de estatus social, o como los ricos y poderosos tratan a los menos favorecidos económica y socialmente. No solo es a Annie (Madison), a los esbirros de la familia rusa también los tratan como basura. Es por eso que Anora (que es como se llama realmente) quería ese mundo, el de los pudientes, sin pasar por la casilla de salida. Ella no está enamorada del chico ruso, ella quiere esa vida. Es por eso que no hay romanticismo en esta historia. Anora, en su mundo solo se siente como un objeto de deseo. Es por eso que le dice al matón, que en realidad es muy buena persona, Igor (Yura Borisov), que tiene mirada de violador y que la había agredido, cuando hace todo lo posible por no hacerla daño y no aprovecha ninguno de los momentos que tiene para abusar de ella. Pero es que Anora está acostumbrada a que solo la miren con deseo sexual. Y también por eso paga a Igor su gesto desinteresado con lo único que cree que tiene para ofrecer, sexo, justo antes de romperse, en uno de los finales más devastadores que he visto últimamente. Aunque quizá no sea un final tan triste. Quizá haya encontrado a alguien que la vaya a tratar bien sin pedir nada a cambio, quizá haya servido para que esas dos personas se conocieran, dos personas del mismo mundo, del real.

   LO PEOR: No aburre en ningún momento gracias a un electrizante montaje y el ritmo narrativo que Sean Baker es capaz de imprimirle, pero también da la impresión que se podría haber contado en menos tiempo.

   REFERENCIAS: Es probablemente la anti-Pretty Woman, jugando más en la liga del cine de los hermanos Safdie, como “Diamantes en bruto”, por ejemplo.

   CONCLUSIÓN: 8. Sean Baker le da la vuelta al modelo "Pretty woman" con una anticomedia romántica tan divertida como amarga, que saca todo el potencial a una maravillosa Mikey Madison como la Cenicienta que nunca has visto.




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