Personalmente la considero la mejor película de Marvel pero de muy largo. Una de las más adultas del género superhéroes y de las muy pocas de Marvel con personalidad propia. Porque esto en DC, con mayor o menor acierto, se lleva más, el que el director le marque su estilo a la película. Y, vaya, casualmente es la mejor calificada de esa factoría.
Porque tanto público como crítica profesional, alabaron el film, y así se mostró en sus puntuaciones en las webs de cine. Pero que además quedó constatado en la taquilla. Costó alrededor de 100 millones de dólares y recaudó 620 en salas. Lo que es un logro mayor si tenemos en cuenta la calificación R, que limita bastante al tipo de público. Por cierto, condición indispensable para Hugh Jackman retomara el personaje.
La que suponía su despedida de él, al igual que de Patrick Stewart de su personaje de Charles Xavier. Y querían hacerlo con mayor fidelidad a la esencia de los cómics. Aunque luego Jackman lo volviera a interpretar, como hemos podido ver hace poco, en “Deadpool vs Wolverine”. Por cierto, “Logan” fue la segunda película de Marvel calificada con R, tras “Deadpool”.
Para ello Hugh Jackman se redujo considerablemente su sueldo habitual. Por su parte, Patrick Stewart se sometía a una estricta dieta para acentuar su aspecto demacrado. Se especuló con la nominación de ambos a los Oscars pero finalmente no llegó. Ya sabemos que los superhéroes en los premios no son muy proclives.
La tercera en discordia fue una por entonces niña Dafne Keen que supuso toda una sorpresa, con una personaje, X23, del que incluso los fans de la saga “X-Men” pidieron su propio spin-off. No llegó tampoco, pero sí retomó el personaje a modo de cameo precisamente en “Deadpool 3”. A Keen hemos tenido oportunidad de verla, con bastante acierto también, en la serie “La materia oscura”.
Lo que sí fue nominado fue el guion, siendo la primera vez que una película de superhéroes era nominada en la categoría de guion adaptado. Aunque en honor a la verdad no era una adaptación. Si se inspira claramente en el cómic “Old man Logan”,de Mark Millar y Steve McNiven, pero es una interpretación muy libre de la historia.
De hecho, hay un evidente y muy intencionado alejamiento de las claves que marcaban el género superhéroes, utilizando lo mínimo posible el CGI y acercándose más al género western (incluso hay un guiño al clásico “Raíces profundas”) y al subgénero de road movie. Incluso posteriormente hubo una edición en blanco y negro. Y no tiene ninguna escena post créditos, como era habitual en todas las películas de Marvel.
Al cargo del asunto un James Mangold que ya había dirigido su segunda película del personaje, “Lobezno inmortal”, considerablemente mejor que la primera. Y con títulos tan interesantes como “Copland”, “El tren de las 3:10”, “En la cuerda floja”, “Le mans 66” y la reciente “Un completo desconocido”. Además, fue el encargado de cerrar la saga de Indiana Jones, con su quinta entrega, “Indiana Jones y el Dial del Destino”.
Más allá del tema de la clonación, se quería hablar de la decadencia del héroe, presentando aún Lobezno envejecido y deteriorado por el envenenamiento que le produce el adamantium, muy radiactivo, al que no puede ya mantener a raya porque su poder de curación ya no es tan efectivo.
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