martes, 1 de agosto de 2023

Escenas Míticas: Monstruos Acuáticos - Piraña (1978)

 

   Como ya casi es tradición en este mes del año, vamos a hacer un repaso de películas con monstruos acuáticos, a ver si podemos aterrorizar a los bañistas que estén de vacaciones, con motivo del estreno de “Megalodón 2, la fosa”. ¿Fue tan buena la primera como para hacer una secuela? No. ¿Alguien dudaba que igualmente la habría? No. ¿Incluiremos “Megalodón” en este ciclo a pesar de no ser muy buena? Claro que sí.




   Porque en este subgénero no vamos a encontrar muchos títulos a los que la crítica haya alabado. Hay pocas “Tiburón”, a pesar de que muchas de ellas la tengan como referencia. Lo que pasó con varias imitadoras muy evidentes como esta “Piraña” u “Orca, la ballena asesina”, posteriores a la película de Spielberg. Sin embargo, con el tiempo, se han ido revalorizando hasta considerarse joyas de culto.



   Al menos “Piraña” de 1978 lo es. Y su valor aumenta cuando se entiende como lo que realmente fue, una parodia precisamente de “Tiburón”. Porque hay descarados paralelismos argumentales entre ambas. Tantos que Universal estaba dispuesta a demandarles por plagio, y eso es lo que precisamente habrían hecho si no media paradójicamente el propio Steven Spielberg, quien después de ver la película quedó encantado con ella y convenció a la productora de no denunciarla.



   No era tonto el director pues sabía que todas estas imitaciones de su película no hacían más que revalorizarla y confirmar su obra maestra como un modelo a seguir, como una película a la que copiar. No obstante, la opinión de Spielberg sobre el film era real. De hecho, posteriormente trabajaría con su autor, Joe Dante, produciendo a otro título que combinaba, como esta, la comedia y el terror, mi adorada “Gremlins”.



   Para quien dude del carácter de comedia de la película ahí van algunas frases del guion: “Disculpe señor, pero las pirañas se están comiendo a los invitados”, “Las personas se comen a los peces, no los peces a las personas”, “A los peces no les interesan los dedos de manos y pies de los niños” y mi favorita, “No os asustéis”, qué es lo que dicen las dos monitoras a los niños cuando están siendo atacados masivamente por las pirañas mientras el agua del lago está teñido de sangre. ¿Alguna duda del tono de comedia?.



   Pues por si queda alguna, recordemos la escena en la que la coprotagonista, para distraer a uno de los soldados del ejército que los custodian, se levanta la camiseta y le enseña los pechos, diciendo: "Mira, Superman” previamente le había preguntado si era “marica”. Topless que no realizó la actriz, al negarse por los recelos de su marido, pero encontraron a una camarera en el hotel donde se hospedaba el equipo de rodaje, que se prestó gustosamente a ello.



   Por cierto, la actriz era Heather Menzies, una de las niñas de “Sonrisas y lágrimas”. Luego saldría en la serie “La fuga de Logan”. Para el papel masculino, en principio iba a ser Eric Braeden, pero abandonó el rodaje por otro proyecto. El papel se le ofreció a Peter Fonda, que lo rechazó. Y finalmente fue a parar a Bradford Dillman. Uno de los secundarios fue Kevin McCarty, protagonista de “La invasión de los ladrones de cuerpos”, un icono de la serie B, como Barbara Steele (también un breve papel), que protagonizó “Vinieron de dentro de . . . ” de David Cronenberg. Completaba el reparto un fijo de Joe Dante, Dick Miller (“Gremlins”).



   Un Dante para el cual esta película era la primera para él como director en solitario. A la que siguió probablemente una de las mejores películas de hombres lobo, “Aullidos”. Y después la ya mencionada “Gremlins”. Dante sacó un gran rendimiento del escaso presupuesto, tan solo 50000 dólares en efectos especiales. Por cierto, el sonido que hacen las pirañas es totalmente inventado, las pirañas no gorgotean. Pero Dante quería que se asociara un ruido característico (sacado de distintas aves) a sus ataques.



   De hecho, el comportamiento de las pirañas está muy lejos de ser como muestra la película, y contribuyó, al igual que "Tiburón" a demonizarlas, cuando en realidad es un animal muy asustadizo, y solo son carroñeros o atacan a alguna víctima ya moribunda. Para su disculpa, las pirañas del film son modificadas genéticamente.



   Como decía, un título ya de culto, que funcionó mejor de lo pensado en taquilla, consiguiendo 16 millones de dólares, habiendo invertido tan solo 770000. Tuvo una secuela espantosa tres años después, a cargo de  . . . James Cameron. Y un remake divertidísimo en 2010, "Piraña 3D" a cargo de Alexandre Ajá, que tuvo igualmente otra secuela espantosa, "Piraña 3DD".

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