Básicamente
consiste en presenciar el parlamento que sostienen un grupo de
mujeres de una colonia religiosa acerca de una serie de violaciones
que han ido sufriendo todas y en esa conversación tratan de decidir
que hacer, si quedarse o irse todas. El
tono
llega casi a ser filosófico y ético, claramente invitando a la reflexión al espectador con ellas. Todo lo que allí se debate
me parece muy interesante y por ahí puede ser que haya llegado el
Oscar al mejor guion que se llevó. Sobre todo, el dilema que tienen
con que sus medidas les ocasionen problemas con su religión. No
tengo problemas con que el ritmo sea pausado pero a veces, siendo
ya de por si lento, encima tiene parones, y confieso que me he
llegado a desesperar en varias ocasiones porque contradice la
situación de la historia y es que realmente les apremia el tiempo de
tomar una decisión que no puede demorarse. Sin embargo, ahí están
divagando muchas veces, dándoles más vueltas de las necesarias. Un
recorte de cuarto de hora le habría ido bien. Además, me faltan
cosas que debían explicar acerca de los hechos y los agresores no
salen en ningún momento aunque creo que es totalmente intencionado
para que solo ellas sean las protagonistas, y puede ser acertado.
Gran parte de la película transcurre en un mismo escenario, lo que
aumenta aún más la sensación teatral que muy pocas veces se rompe.
Por
cierto, gran trabajo de todo el elenco, casi totalmente femenino,
especialmente Rooney Mara, Jessie Buckley y Claire Foy. 6’5.
Juega
en la liga de las películas de
periodismo
sobre hechos reales que descubren
una gran trama, tales como “Todos los hombres del presidente” o
“Spotlight”. Quizá no esté a ese nivel pero se acerca al menos
en cuanto al tono y la sobriedad. En esta ocasión dando luz a la
investigación periodística de dos reporteras del New York Times,
que destaparon los abusos sexuales que llevaba décadas cometiendo el
productor de cine Harvey Weinstein y que supuso el pistoletazo de
salida para lo que terminó convirtiéndose en el movimiento #metoo.
Aunque lo más repugnante no es que existiera un depredador sexual
como ese sino que hubiera un comportamiento alrededor sistémico para
encubrir y enterrar los testimonios de las víctimas. Es lamentable
que tanta gente mirara para otro lado. Porque, como denuncia la
película, esto era mucho más grande de lo que parecía en un
principio, no se reducía a Weinstein, que solo era la punta del
iceberg de todo un entramado de abusos en Hollywood. Todo eso lo
narra de forma exhaustiva y de forma muy clara. Porque uno de los
problemas de estas películas de conspiraciones y demás es que te
pierdes entre tantos datos y nombres. Pues eso lo salva muy bien
esta. Gran trabajo del dúo protagonista, Zoe Kazan y Carey Mulligan
dando vida a las dos periodistas. Como curiosidad, Ashley Judd
aparece haciendo de si misma, porque fue una de las afectadas. 7.
Linda
Lovelace fue bastante popular allá por los años setenta gracias a
la película pornográfica “Garganta profunda”, lo que la
convirtió en una estrella de un tipo de cine que en parte gracias a
títulos como este despertaron la atención del público, lo que
llegó a preocupar incluso a políticos. Linda fue considerada un
símbolo de libertad sexual, aunque paradójicamente de eso tenía
bien poquito. Porque lo que viene a contar la película es bien
distinto, es una historia de maltrato, vejaciones, prostitución
forzada y violaciones. No de forma explícita, no es esa clase de
película, pero si lo deja bien claro. De hecho, una de los aspectos
más curiosos es como te muestran una serie de escenas en las que
aparentemente
todo está bien y luego te muestran el lado oscuro de cada una de
ellas. Artísticamente
no hay mucho más que reseñar,
transita por el terreno del biopic más convencional, pero si se
puede destacar la buena ambientación de la época y el gran trabajo
interpretativo de Amanda Seyfried. También aparece gente como Sharon Stone o James Franco. Solo un apunte que más que una
crítica es una duda. En la película se dice que Linda Boreman
(que era su apellido verdadero)
solo hizo esa
película para adultos, cuando en teoría si que había hecho otras y
bastante duritas por lo visto. No obstante, adapta en parte la
biografía de ella, que para corroborar que decía la verdad llegó a
superar un detector de mentiras, lo
que no sé que partes cambiaron para el guion. 6’5.
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