El estreno de la nueva película de Russell Crowe, interpretando al exorcista real más famoso de la Iglesia, el padre Gabriel Amorth, en “El exorcista del Vaticano”, nos da la excusa para recopilar un ciclo sobre el que fue su supuesto rival durante la mayor parte de su vida, el diablo. Aunque nos centraremos más en su figura como tal y no tanto en las películas de exorcismos y posesiones.
Basada en la novela homónima (pero del título original “El bebé de Rosemary”) de Ira Kevin, trata dos de los clásicos en las películas inspiradas en esta figura; los pactos con el diablo y el nacimiento del Anticristo. Y como toda película “satánica”, cumplió con su leyenda negra y su propia maldición, que además de provocar sucesivos y extraños accidentes entre miembros del equipo y el reparto, contó con una de las tragedias más tristemente conocidas.
Que no fue otra que la “masacre de Cielo Drive”, donde varios miembros de la secta “La Familia”, comandada por Charles Manson, asesinaron, entre otros, de forma especialmente sangrienta, a Sharon Tate, esposa del director de la película, Roman Polanski, cuando esta estaba embarazada de ocho meses.
¿Qué relación tiene con una película que se estrenó prácticamente un año antes? Bueno, muchos lo vieron como castigo al cineasta por haber rodado una película sobre el nacimiento del Anticristo, una película en la que la protagonista pasa gran parte del metraje embarazada, al igual que lo estaba Sharon Tate. Al parecer, la Familia atacó supuestamente influenciados por los mensajes satánicos que según Manson contenían la canción de los Beatles, “Helter skelter”.
Por cierto, maldición que de alguna manera también alcanzó a uno de los Beatles diez años después cuando John Lennon fue asesinado por Mark David Chapman en la entrada del edificio donde residía. ¿Qué tiene que ver este hecho con “La semilla del diablo? Pues que ese edificio era el Dakota, en el cual Polanski se empeñó en rodar. Aunque en la película se llama, “The Bramford”, en honor a Bram Stoker, como en la novela original.
Un edificio que ya contaba con una perturbadora leyenda a cuestas. Se cuenta que Boris Karloff, quien interpretó precisamente a Drácula, vivió y murió allí, y que se aparecía en los pasillos del Dakota. Y corrían rumores de que se hicieron diversos ritos satánicos en el edificio, además de ser residencia de brujas, lo cual se cuenta en la película en un momento dado.
Los derechos de la novela los tenía William Castle, un especialista en serie B, pero la productora pensó que era un proyecto que le venía grande por lo que pensó en contactar con el maestro del suspense, Alfred Hitchcock. Sin embargo, terminaron decantándose por el “enfant terrible” del momento, un Roman Polanski que sólo contaba con 34 años pero ya con varios títulos reconocidos como “Repulsión” (con la cual, junto con la posterior “El quimérico inquilino” y precisamente “La semilla del diablo”, formaban la llamada Trilogía del Apartamento, por desarrollarse todos mayoritariamente en ese escenario) y “El baile de los vampiros”.
Para el papel principal se quería a Jane Fonda, pero estaba comprometida para hacer de “Barbarella”, Polanski pensó en su esposa, Sharon Tate, pero su relación con ella le planteaba dudas por lo que finalmente se eligió a Mia Farrow. Personalmente creo que estaba magnífica y esa mezcla de inocencia y fragilidad eran perfectos para el papel. La actriz tuvo que sobreponerse cuando el guion le imponía comer hígado crudo en una escena a pesar de ser vegetariana. Por cierto, la voz de la nana del principio es la suya.
Como la de la conversación que tiene por teléfono con un supuesto actor que se había quedado ciego era la de Tony Curtis, por lo que puede considerarse un cameo del actor. Para el papel masculino se pensó en Robert Redford o Jack Nicholson, pero Polanski prefirió a John Cassavetes, con el que no mantuvo precisamente una buena relación durante el rodaje. Sin embargo, quien triunfó fue Ruth Gordon, ganando el Oscar como mejor actriz de reparto.
La película, prohibida en varios países por sus alusiones satánicas, fue la inspiración de Stanley Kubrick para hacer "El resplandor", quien consideraba tanto "La semilla del diablo" como "El exorcista" las mejores películas de terror y quería hacer una de ese género a esa altura. Por lo demás, cosechó excelentes críticas y hoy figura en el puesto 9 de AFI (American Film Institute) de mejores películas de suspense de la historia.
Costó solo dos millones de dólares y recaudó 33 en taquilla. Tuvo una secuela "Miren lo que pasó con el bebé de Rosemary" en 1976 para televisión, y una miniserie protagonizada por Zoe Saldana en 2014. Como curiosidad, el mencionado bebé no llega a verse nunca. Polanski pretendía que fuera el espectador quien se lo imaginara. Y funcionó pues un servidor recordaba incluso haberlo visto pero al volver a ver la película me sorprendió confirmar que solo lo había visto en mi imaginación.
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