martes, 26 de abril de 2022

Escenas Míticas: Terror elevado - El faro

 


   Reconocía el propio Robert Eggers que debería hacer en adelante películas más accesibles al público. Puesto que sí “La bruja” ya se salía bastante de los estándares comerciales habituales del género de terror, “El faro” lo hacía aún más y, si bien, suponía la confirmación como cineasta del horror. Parece que en su última película, “El hombre del Norte”, ha cambiado de registro, aunque sea en cuanto a género.



   Como en su anterior película, aquí también se inspira en un hecho real. Concretamente en la tragedia ocurrida en 1801 a dos fareros galeses, que también ambos se llamaban Thomas, como los protagonistas del film. Igualmente, la relación entre ellos era de gran hostilidad y cuando uno de ellos falleció a causa de las heridas de un extraño accidente el otro enloqueció pensando que le echarían la culpa.



   Pero los hechos se tornaron más oscuros. Thomas Howell, el superviviente, decidió meter a Thomas Griffith, el fallecido, en un ataúd y colgarlo de una barandilla cercana a la cabaña donde dormía. Sin embargo, una noche de gran tormenta, el viento y el fuerte oleaje destrozaron el improvisado ataúd y el cuerpo de Griffith quedó colgado de las cuerdas y golpeando contra la ventana a Howell.



   El cual llegó a pensar que Griffith aún muerto, quería entrar en la cabaña. Cuando un bote de socorro llegó a la isla, encontraron a Howell totalmente fuera de sí y mentalmente perturbado. El hecho supuso un cambio en las normas para el mantenimiento de los faros, considerando el aislamiento como un factor de mayor peligro del que se creía, y a partir de entonces en cada faro debía haber mínimo tres hombres.



   Eggers solo se inspira en esta historia pero de la misma manera que lo hace con textos literarios de Herman Melville, Robert Louis Stevenson o H.P. Lovecraft. Aunque centrándose en un relato no acabado de Edgar Allan Poe. Y en el folklore, tan importante para su obra precedente, “La bruja”, como para Ari Aster, el otro director de este ciclo, para “Hereditary” y “Midsommar”.



   Sobre todo en cuanto a mitología. La parte final recuerda el mito de Prometeo, que se enfrentó a Zeus para robar la luz y por ello fue castigado siendo inmovilizado para que un águila lo fuera devorando poco a poco. Pues bien, el personaje de Robert Pattinson mata a su superior, que podría considerarse su Dios (de hecho hay una imagen de Willem Dafoe qué es la viva imagen de Proteo, Dios del mar) para conseguir la luz del faro. Pero finalmente es devorado por las gaviotas. Además podemos ver durante sus fantasías, sirenas, animales con grandes tentáculos, gaviotas agresivas.



   La elección de los actores fue sencilla. Tanto Willem Dafoe como Robert Pattinson habían manifestado su adoración por la primera película de Eggers, “La bruja”. Igualmente el director pretendía que Pattinson formara parte del reparto de alguna de sus próximas películas. Durante el rodaje contrastaron los estilos de ambos intérpretes. Dafoe, de formación teatral, quería ensayar constantemente. Sin embargo, Pattinson quería lanzarse directamente al rodaje para que sus reacciones fueran más naturales.



   El resultado fue un duelo interpretativo titánico, donde Robert Pattinson fue capaz de mantener el pulso a un grande como Willem Dafoe, demostrando a todos aquellos que son incapaces de olvidarse de su concurso en la saga “Crepúsculo” que es un buen actor. Tan solo les acompañó, y de forma muy fugaz, Valeria Karaman, de nuevo una modelo, como en su anterior película, para interpretar a un ser sobrenatural en este caso, la sirena.



   A pesar de estar rodado en blanco y negro y con una relación de aspecto de 1.19:1, es decir, una pantalla prácticamente cuadrada, para resaltar el efecto de fotografía antigua, recaudó 18 millones de dólares, habiendo invertido solo 4. Además tuvo excelentes críticas y ganó el premio FIPRESCI premio que otorga la prensa) en Cannes.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...