miércoles, 30 de marzo de 2022

Escenas míticas: Especial Batman - La Liga de la Justicia de Zack Snyder

 


   Estamos ante un hito histórico en el cine pues la existencia de esta película en sí misma es un milagro. Porque se produjo como respuesta a una petición popular masiva de los fans en el ya más que conocido “SnyderCutRelease” que demandaba la versión original de Zack Snyder. Vaya por delante que estoy en contra de esta clase de peticiones, y algunas como la del final de “Juego de tronos” o “Los últimos Jedis” me parecieron absurdas y una falta de respeto.




   Pero en este caso no voy a ocultar mi felicidad a que diera sus frutos esta campaña porque me parece un caso distinto a las que he mencionado. Aquí no se trataba de cambiar algo porque a los fans no le gustara la película sino pedir que se les/nos diera la verdadera versión que se había previsto y que por circunstancias especiales no pudo ser.



   Y las circunstancias fueron que Zack Snyder tuvo que retirarse y renunciar a realizar la post producción de la película a causa de una terrible tragedia familiar, concretamente, el suicidio de su hija. Por lo que Warner decidió contratar a Joss Whedon, autor de las dos primeras entregas de “Vengadores” para realizar el montaje y una serie de ajustes.



   Porque durante el rodaje de la película, Zack Snyder había tenido un enfrentamiento casi diario por defender su personal visión de lo que debía ser la historia. Por lo que en su ausencia, sin estar para defenderla, literalmente le destrozaron la película. Fue una traición en toda regla. Se dice que, Christopher Nolan, uno de los productores ejecutivos, le recomendó a Snyder, como amigo suyo, que no viera la película que había dejado Whedon porque le partiría el corazón.



   Pero ¿Qué es lo que había hecho Joss Whedon? Siempre he defendido que la versión de 2017, la que vimos en cine, no es ningún desastre. Es un film entretenido que se pasa volando. Pero nada más. Whedon había “marvelizado” la película, un tono que no tiene nada que ver ni con DC ni con todo lo que había propuesto en las dos películas anteriores, “El hombre de acero” y” “ Batman v Superman”.



   Whedon desechó más de noventa minutos de los rodados por Snyder y rodó escenas nuevas, aplicando la fórmula Marvel, con mucho más humor, y un tono más familiar e infantiloide, reduciendo el metraje a dos horas, lo que hace que la historia sea más una sucesión de escenas que una película en sí. Por si fuera poco, posteriormente Whedon fue acusado de sexualizar a Gal Gadot ofreciendo varios planos gratuitos de su culo y una escena a modo de chiste en la que Flash queda accidentalmente sobre el cuerpo de Wonder Woman. Y también fue acusado de trato abusivo por algunos miembros del reparto, como Ray Fisher.



   El resultado fue un fracaso de taquilla. Las idas y venidas costaron a Warner 300 millones de dólares, logrando en taquilla 650, muy por debajo de lo esperado, y desde luego por debajo de las recaudaciones de las dos películas anteriores de Snyder, “El hombre de acero” (costó 225 y logró 670) y “Batman v Superman” (costo 250 y logró 870).



   La cuestión es que tres años después, Warner accedió a darle los 70 millones de dólares que Zack Snyder necesitaba para completar todas las escenas con efectos especiales CGI y se puso manos a la obra con su montaje, recuperando su propio material rodado. No sabemos la rentabilidad que dio porque se estrenó directamente en HBO Max pero se considera el mayor evento de la plataforma hasta la fecha y proporcionó un gran aumento de las suscripciones a ésta.



   El resultado es de una diferencia abismal. Los que aventuraron que solo añadiría unas cuantas escenas descartadas y metería un filtro más oscuro, se dieron de bruces con la realidad. Es otra película. De hecho, una que no creo que hubiera llegado a los cines pues se va a las cuatro horas de duración.



   Además de que está rodada para un formato de pantalla de 4:3, más cuadrado, para emular el sentido visual de las viñetas de los cómics. Y recuperó a su compositor inicial, Junkie XL (Thomas Holkenborg). Que Whedon había sustituido por Danny Elfman. La expectación por los teaser y por el trailer final fue desbordante. Incluso un servidor, no muy atento a estas cosas, llegó a verlos decenas de veces.



   El reparto no variaba. Ben Affleck, Gal Gadot y Henry Cavill eran las estrellas, pero Ray Flsher, Ezra Miller e incluso Jason Momoa salían ganando con el montaje de Snyder. En papeles secundarios estaban Jeremy Irons, Connie Nielsen, Diane Lane o Billy Crudup. Y cameos de Willem Dafoe, Jesse Eisenberg, Robin Wright, Amber Heard y, sobre todo, Jared Leto.



   Zack Snyder demostró, como Nolan, que se puede hacer cine de superhéroes de autor, con su visión adulta y grandilocuente, a modo de tragedia griega y esos personajes tratados como dioses. Completando el arco de Superman que le equiparaba a Jesucristo, con su revelación, muerte y resurrección. Con dos horas más de metraje, mayor nivel de violencia, fotografía más oscura, desarrollo de personajes, remodelación total del villano, y épica, mucha épica. Lo que daba una película superior a cualquiera de Marvel, incluyendo a su máximo estandarte, "Vengadores, end game".



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