Es
perfecta para Halloween, que es cuando se desarrolla la trama de la
película, la cual no puede ser más simple. Un grupo de adolescentes
que sale de fiesta en esa fecha precisamente y se mete en una especie de escape
room llevada por unos tipos vestidos de payasos muy chungos. Pero es
que eso era lo que eran los slasher de los ochenta, propuestas
sencillas como meras excusas para ir dándoles matarile a los
chavales que pasaban por la pantalla. Y tengo que decir que éste ha
sido mejor de lo que esperaba. La puesta en escena no está mal a
pesar de los muy limitados medios. Los personajes no son
completamente estúpidos sino que reaccionan como es normal que lo
hagan en esa situación. Pero vayamos a lo importante en esta clase
de cine. ¿Hay sangre? Si, mucha. ¿Hay gore? También. ¿Son buenas
las secuencias d ellas muertes? Mejores de lo previsible. De hecho,
la pareja de directores debe haberse visto todas las películas de
Wes Craven, Tobe Hooper y Rob Zombie, especialmente de éste último.
Eso si, la escena del epílogo no viene a cuento ni tiene sentido.
Pero bueno, me ha entretenido, y para los aficionados al slasher
puede ser una opción interesante. 6.
Debe
ser el slasher del que más remakes, reboots y secuelas se han hecho
pero no es que le hayan hecho mucha justicia al original, salvo la
versión de 2004 (personalmente si me gustó mucho). Que técnicamente
ni siquiera era un slasher porque el arma era una motosierra y los
agresores toda una familia de caníbales. Lo que hacía que, en
cierto modo, hubiera una lectura sobre el choque entre la América
profunda y los hippies de la época. Bueno aquí lo han sustituido
por la América vaciada y los instagramers. Y no está mal llevado
durante sus dos primeros actos. Dígamos que han tomado la vía
Halloween, es decir, obviar todas las secuelas anteriores y situarse
como secuela directa de la película de 1974, incluso recuperando
cierto personaje, muy desaprovechado, por cierto. Pero si, la cosa no
iba nada mal, lo que me ha hecho pensar que esta vez si habían hecho
algo que valiera la pena. Hay un intento en mostrar todas las escenas
desde el suspense, lo que no exime de que nos ofrezcan sangre y gore
a borbotones de la forma más explícita (tiene una de las secuencias
más brutales de toda la saga, que eso no se lo quita nadie) y un
tratamiento mitificado de la figura de Leatherface. El problema es el
tercer acto, que es un festival de incongruencias; personajes que
parecía que iban a tener una trascendencia pero resulta que solo
estaban ahí para que los mataran, otros que van a por asesino cuando
pueden huir de él, otros que sobreviven a que los empalen con una
motosierra en marcha, . . . Bueno, pero aún así me ha entretenido y
es mejor que todas las aportaciones de anteriores años. 6.
Éste
es uno de esos títulos que te salen en esos artículos que comienzan
así “películas que deberías haber visto si te gustó tal, tal,
tal”. Así es como la descubrí. Y es una de las razones por las
que ya no les hago ni puñetero caso a esos artículos. Pretende ser
un homenaje al slasher ochentero, por lo que por ese lado me tenían
ganado. La película es tan cutre que llega a parecer hecha por un
grupo de amigos en un fin de semana. Sospecha apoyada por el nivel
del reparto que llega a parecer amateur. Pero bueno, no pasa nada,
muchas de estas películas son así y no impide que te pases un buen
rato de terror. No es el caso esta vez. Tiene demasiados momentos de
vergüenza ajena. Por alguna razón, todo el tiempo llevan velas y
linternas, a pesar de que se ve perfectamente. Creo que es que lo
ponía en el guion y punto. No esperéis sangre y vísceras, que es
con lo que compensaban en los ochenta, porque ya se lo habían
gastado todo en las linternas. Incluso, hay un momento que está a
punto de salir algo y de repente aparece un mensaje que dice “falta
metraje” y con toda la jeta te saltan ese instante. Si, vale, es un
guiño al cine de bajo presupuesto, pero de lo más oportuno. Solo
dos datos más, sale Robert Patrick y cada vez que lo hace me he
partido la caja, las cosas como son. Y otro, la película es de 2014,
y es la única película de su director. No me extraña. 3.
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