Aunque
fue estrenada ya en plena pandemia, evidentemente fue rodada
anteriormente, por lo que me llama la atención lo bien que están
reflejados los mecanismos de aislamiento de focos de contagio y el
rastreo de posibles afectados. Recuerda a la gestión del Covid19
solo que aquí lo hacen bien. Aunque en este caso no se trató de un
virus, porque se basa en un hecho real, sino del envenenamiento de un agente doble ruso y su hija en un parque de una pequeña ciudad
británica. Lo que supuso una situación de pánico total de los ciudadanos pues la
causa era un agente nervioso letal que podía matar a quien hubiera
estado en contacto con él. Creo que se llegó a apuntar al servicio
secreto ruso y a Putin como responsable, incluso ocasionó la
expulsión de algunos diplomáticos rusos del Reino Unido. Por lo que
ahora está de rabiosa actualidad. El caso es que por lo que he
podido investigar, la recreación de este suceso es exhaustiva. Eso
si, no es para aprehensivos. No porque sea demasiado explícita pero
puede generar paranoia. Por cierto, Anne Marie Duff está genial. Son
solo tres episodios. 7.
Miniserie
que retrata un hecho real que sinceramente desconocía por completo a
pesar de que por lo visto en Estados Unidos es de lo más popular. Se
trataba del sangriento enfrentamiento de dos familias tras la Guerra
Civil Americana y que supuso que ambos clanes se estuvieran matando
miembros de esas familias durante varios años. Los motivos fueron
diversas disputas pero llama la atención que incluso hubo un
incidente a lo “Romeo y Julieta”, con una relación sentimental
entre el hijo de una de ellas y la hija de la otra. Y también
terminó en tragedia casi shakesperiana. Fue todo un baño de sangre.
Por lo visto tiene gran fidelidad a los hechos. Está muy bien
narrada la historia y, aunque esté Kevin Reynolds ("Westworld") en la dirección,
el tono es bastante televisivo. Un western de tres episodios con un
excelente reparto donde podemos encontrar a Kevin Costner, Tom
Berenger, Bill Paxton o Jena Malone. Se emitió en 2012, cuando se
cumplía el 150 aniversario del conflicto. Lo curioso es que los
descendientes de Hatfields y McCoys no firmaron la paz hasta 2003,
vamos, casi antes de ayer. 7.
En
tres episodios nos cuenta la historia de un conocido caso en Reino
Unido, el del asesino en serie David Nilsen, que actuó en el Londres
entre finales de los setenta y principios de los ochenta. Y que fue
apodado como “el asesino amable”. De hecho, lo que más llama la
atención de la miniserie es la interpretación de un David Tennant
que está soberbio y que plasma perfectamente esa personalidad
tranquila y aparentemente pacífica. Llega a ser escalofriante la
naturalidad con la que detalla sus crímenes, lo aséptico de su
expresión en la descripción de
éstos, a pesar de lo macabro de sus acciones. El problema es que el
resto del reparto no le llega ni a la suela. Y tampoco ayuda la
dirección tan plana, que ya entiendo que pretende ser sobria y
despojarse de adornos formales, pero es que a veces parece una
recreación documental. Aún así, resulta muy interesante como se va
desgranando el modus operandi del asesino. Y ojo a las reflexiones
del tal Nilsen éste. Por cierto, si alguien está intentando
dejar de fumar, mejor que deje la serie para otro momento, porque
aquí se tiran fumando casi todo el tiempo. 6’5.
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