Hay varias
cosas que tienen en común en todas estas operaciones. Y no, no es que sean
heroicas, que si es cierto que algunas lo son, pero se deben a varios
factores. Uno de ellos es que son misiones llevadas por cuerpos militares de
élite, pero muy reducidos en número. Otro, el más determinante, es que para que
estas acciones hayan tenido repercusión mediática, han tenido que salir mal, o
al menos, complicarse severamente. La que se relata en esta película no lo es
menos.
Porque
efectivamente, también está basada en hechos reales, adaptando el libro
homónimo de Marcus Luttrell y Patrick Robinson. El primero es el soldado
superviviente al que alude el título, por lo cual este dato no es más spoiler
que el que ya aporta de entrada la película. Y el segundo es el periodista que
colaboró con él para llevar sus experiencias al papel.
Los hechos
fueron los siguientes; lo que se denominó Operación Alas Rojas consistía en
capturar a matar a un líder talibán llamado Ahmad Shah. Y fue encomendada a
cuatro miembros de los SEAL, entre los cuales estaba el mencionado Luttrell.
Pero durante la huida se vieron rodeados por una cantidad muy superior de
enemigos y se vieron obligados a resistir como pudieron eliminando a muchos de
ellos, pero finalmente sucumbiendo.
La dirección de
la adaptación corría a cargo de Peter Berg, que inicialmente era más conocido
como actor más bien secundario, habiendo participado en algunas buenas
películas como “La última seducción”. sin embargo, en su faceta como director
ha destacado bastante más, en varios géneros, aunque especialmente relacionado
con el de acción. Y en sus ultimas películas ha evolucionado en cuanto a
calidad. Personalmente, ver su nombre como responsable de un proyecto es algo a
tener en cuenta.
Comenzó con una
comedia negra que, con el tiempo, ha quedado como un titulo referencia de su
cine, “Very bad things” o la espectacular “Battleship”, precedieron a su mejor
etapa como director, que es la reciente y actual, que es cuando se ha revelado
como un especialista precisamente en películas basadas en hechos reales.
“El único
superviviente”, “Marea Negra” y “Día de patriotas” dan testimonio de ello. Creo
que Peter Berg tiene una gran capacidad para dotar de realismo estas películas,
apoyado en un eficiente sentido del ritmo y de mantener la tensión en pantalla.
Además, hay que decir que estos títulos de gestas reales parecen ser lo suyo.
De hecho, solo aceptó rodar “Battleship” para conseguir la financiación para la
que hoy comentamos.
El film es
absolutamente trepidante, prácticamente no deja ningún respiro. Uno termina su
visión en una extenuación brutal. Aquello de “he terminado casi más cansado que
el protagonista”. Incluso tiene cierto paralelismo con un western, si
cambiáramos a los cuatro SEAL por pistoleros y a los talibanes por indios. No
cambiaría mucho el guión.
Tiene un
reparto de caras jóvenes, pero bastante competentes. A la cabeza el que ya se
ha convertido en actor fetiche de Berg, Mark Wahlberg. Un intérprete que
también ha evolucionado enormemente desde la casi total inexpresividad hasta
estar dotado de bastante oficio, incluso llegando a ser nominado por
“Infiltrados”. Le acompañan Taylor Kitch (repite también con Berg desde
“Battleship”, Ben Foster (“Pandorum”) y Emile Hirsch (“Hacia rutas salvajes”).
También aparece Eric Bana.
En su mayoría
contó con criticas positivas. Y el público también respondió. Costó 40 millones
de dólares y recaudó en taquilla 150. O sea, triplicó en beneficios. Además,
fue nominada en apartados técnicos de sonido y efectos sonoros. Un aspecto
bastante cuidado en el cine de Peter Berg. También tuvo nominada esa categoría
en “Marea negra”
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