En este caso.
Ocurrió justamente al contrario. Fue la película la que inspiró un videojuego
posteriormente y no al revés. Pero la idea de la propia película, la original
digo, tan centrada en recrear un juego de ordenador, que me ha parecido idóneo
incluirla en este ciclo temático de este mes. De hecho, en la distancia, es la
que más podría tener en común con el estreno de la nueva película de Steven
Spielberg, “Ready Player One”.
Por supuesto,
hay que hablar del clásico de 1982 que dio origen, “Tron”. Dirigida por Steven
Lisberger (ningún otro titulo destacable en su breve filmografía). En el
reparto estaban Jeff Bridges (que repite en “Tron Legacy”), David Warner y
Bruce Boxleitner (que también repite). Un film que con el tiempo ha quedado
como “de culto” pero que realmente no tuvo demasiado éxito en su estreno. Costó
17 millones de dólares y tan solo consiguió 33 en taquilla. Cubrir gastos y
poco más. Quizá por eso no se hizo una secuela hasta treinta años después.
Pero lo que no
puede negársele es que, quizá no fue una auténtica revolución tecnológica, pero
si una de las pioneras en cuanto a la utilización de la computación gráfica. Lo
que hoy llamaríamos efectos digitales, y, por tanto, la animación por
ordenador. Además de jugar con el concepto de realidad virtual. Es ahí donde
digo que “Ready Player One” tiene su nexo. De hecho, en la novela de Ernest
Cline, es uno de sus múltiples guiños ochenteros, dedicado a “Tron”.
Pero vayamos ya
a “Tron legacy”. Ambas pertenecen a la factoría Walt Disney, que si bien, en su
momento desechó la idea de realizar una secuela debido a los comentados pobres
resultados de la primera, en 2010 puso todo el carme en el asador, tirando la
casa por la ventana y poniendo en el proyecto la generosa cantidad de 177
millones de dólares. La cosa salió mejor esta vez pues logró doblar en
beneficios, con 400 millones de recaudación.
Sin embargo, no
se ha vuelto a retomar la idea hasta ahora y tampoco parece que de momento vaya
a hacerlo. Las criticas no la acompañaron, aunque tampoco la despedazaron,
alabando su espectáculo gráfico, pero atacando la simpleza y, aun así, su
complicación del guión. Algo que. Por otro lado, ya le ocurrió al film
original.
Y no es de
extrañar que compartieran esa opinión pues “Tron legacy”, aunque se vendiera
como una secuela es más bien un reboot encubierto. La propuesta, más que
parecida, es la misma. Una regresión nostálgica, es como una versión del “Tron”
del 82 pero con mayores recursos económicos y
tecnológicos. Es más, la línea estética es la ya marcada en la película
procedente por los dibujantes Syd Mead y Jean Giroud.
Personalmente,
me parece visualmente impresionante. Un caramelo para los ojos. Es cierto que
resulta un tanto incomprensible en ocasiones, intencionadamente para darle un
punto de complejidad en cuanto a ciencia-ficción, cuando en el fondo la idea es
bastante simple y vacía de contenido. Pero la considero más como una propuesta
artística cibernética. Es puro diseño para el deleite visual. Es como ir a ver
una exposición de pintura. A veces te vale con que los cuadros sean bonitos.
El encargo
recayó en las manos del novato, que debutaba con esta película, Joseph
Kosinski, que tras ésta volvió a la ciencia-ficción con una película bastante
interesante en mi opinión, con Tom Cruise de protagonista, “Oblivion”. Al parecer,
ha sido el elegido para dirigir una posible secuela de “Top Gun”, con el
sobrenombre “Maverick” para el año que viene.
En el reparto,
el joven Garrett Hedlund (“Pan”) ejerce de hijo de Jeff Bridges (que retoma su
papel), lo mismo que Bruce Boxleitner. Steven Lisberg (director de “Tron”)
realiza un cameo. Y se incorporan Michael Sheen y una espectacularmente bella
Olivia Wilde. Cillian Murphy hace una breve participación. De
hecho, no está ni acreditado.
Se realizó un
corto de unos diez minutos llamado “Tron, next day” que pretendía ser un puente
entre ambas películas e incluía entrevistas con los protagonistas.
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