La más reciente de todos las de este ciclo. Víctima de una de las campañas de desprestigio más encarnizadas, absurdas y carentes de razón que un servidor haya visto. Porque casi la totalidad de las críticas a la película nada tienen que ver con su calidad y resultado pues se dieron antes del propio estreno, el cual se dio bajo un clima de rechazo que transcendía más allá de lo cinematográfico.
Pero vayamos al inicio. “Ghost in the Shell” nace para el mundo del manga bajo la creación de Masamune Shirow, que se publicó en 1989-90/91-97/91-96/2013, en sus respectivas historias. Se llegaron a desarrollar hasta tres series. Y se hicieron cuatro películas en formato anime. Todo hasta llegar a reboot en live-action de este mismo año 2017.
La idea de esta
versión comienza cuando el mismísimo Steven Spielberg, a través de la
productora Dreamworks, se hizo con los derechos de explotación del manga
original, que rápidamente eligió dos productores para que se pusieran manos a
la obra y conformaran un reparto y eligieran un director, que fue Rupert
Sanders (Blancanieves y la leyenda del cazador). La única premisa fue hacer una
adaptación global del “Universo Ghost in the Shell” y no limitarse a hacer un
remake del famoso anime ya de culto de 1990.
Y fue
precisamente con la elección del reparto donde estalló la polémica, la razón,
un tema meramente de raza. Es decir, nadie se ha rasgado las vestiduras por
poner un actor negro como Nick Furia (Samuel L. Jackson) en “Los vengadores”,
incluso considerar también uno negro para el papel de James Bond (Idris Elba
estaba en las quinielas). Sin embargo, las críticas fueron de lo más
enfurecidas por elegir un reparto blanco para una historia oriental.
Hay que decir
que dicho apaleamiento vino de los fans del original, pero de los occidentales,
pues en Japón no hubo tal controversia puesto que se asumía con absoluta
lógica que la protagonista fuera una actriz norteamericana dado que se
trataba de una adaptación de Estados Unidos. Incluso el propio creador del
manga, Shirow llegó a manifestarse muy en acuerdo con la elección de una actriz
de la talla y prestigio de Scarlett Johansson.
Sin embargo, no
fue Scarlett la primera opción, sino Margot Robbie, que finalmente fue
descartada cuando aceptó el papel de Harley Quinn para “Escuadrón suicidad”.
Tras llegar a un acuerdo con Johansson, se procedió a completa el reparto con
Pilou Asback (“Juego de tronos”, Juliette Binoche, Michael Pitt y Takeshi
Kitano, que ni siquiera aprendió inglés para la causa y realizó su papel en
japonés. Lo que no se entiende es porque no fue doblado.
Una curiosidad
respecto a Scarlett Johansson que intrigaba a los aficionados era en relación
con los desnudos. Hay que decir que el personaje original, the mayor, en el
anime, aunque lo pareciera, no iba desnuda, sino que llevaba un traje
“termóptico” que la permitía desaparecer bajo el camuflaje del mismo. Para la
actriz, se diseñó un traje de silicona como una segunda piel que, dicho sea de
paso, no dejaba mucho espacio a la imaginación sobre sus voluptuosas curvas
pero que dejaba claro que no estaba íntegramente desnuda.
Es cierto que
hay algunas variaciones importante en el argumento (mayormente en cuanto al
origen de la mayor y el villano) y se procedió a una simplificación filosófica
para adaptar la historia al público americano. Pero creo que la película
respeta la esencia y espíritu tanto del manga como del anime. Incluso hay
numerosos planos literalmente calcados a las de la película del noventa. El
diseño de producción es absolutamente impresionante, plagado de realidad
virtual y más cercano al de “Blade Runner”. Y, por si fuera poco, las
secuencias de acción son espectaculares, muy a lo “Matrix", película que ya
bebió de “Ghost in the Shell”.
A pesar de la
virulenta acogida de los puristas del manga, de las diversas campañas de
desprestigio y demás, las críticas se saldaban con el aprobado y finalmente
tuvo unas opiniones aceptables. Costó 110 millones y logró 170. No fue un éxito
total de la taquilla, claro está, pero no perdió dinero (como auguraban) e
incluso logró beneficios.
Solo una curiosidad para
reflexionar: ¿alguien ha visto un anime en el que los personajes tengan los
ojos rasgados? O por el contrario son tremendamente grandes y redondos? Pues esque
igual un reparto occidental si era adecuado.
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