FICHA TÉCNICA
Película: La
autopsia de Jane Doe.
Dirección: André Øvredal.
País: Reino Unido.
Año: 2016
Duración: 99 min.
Género: Suspense,
terror.
Interpretación: Emile
Hirsch, Brian Cox, Ophelia Lovibond, Michael McElhatton, Olwen Catherine Kelly,
Jane Perry, Parker Sawyers.
Guión: Ian B.
Goldberg, Richard Naing.
Producción: Fred
Berger, Eric Garcia, Ben Pugh, Rory Aitken.
Música: Danny Bensi, Saunder
Jurriaans.
Fotografía: Roman Osin.
Distribuidora: IFC
Midnight.
CRÍTICA
SINOPSIS: El cadáver de una joven y bella mujer llega a
la funeraria del pueblo, propiedad de un padre y un hijo a los que se les
encomienda la tarea de averiguar cual es el motivo de la muerte. El cuerpo no
presenta ninguna razón aparente para estar en ese estado.
LO MEJOR: André Ovredal me sorprendió con “Troll
hunter”, un “found-footage” que apuntaba descaradamente a serie Z pero que
poseía una buena factura y escenas bastante valorables. Sin embargo, aquí
cambia el tercio completamente con una fábula de terror de muy bajo
presupuesto, una modesta propuesta de un suspense muy intenso, de las pocas que
llega a inquietar verdaderamente. Ovredal logra mantener la curiosidad durante
prácticamente todo el metraje mientras la historia evoluciona hacia la búsqueda
descarada del miedo, en virtud a la explotación de su atmósfera tétrica y
sórdida. Se divide en dos partes claramente diferenciables. En la primera se juega
a descubrir si las razones de la muerte de la muchacha tienen origen real o
paranormal, con una tensión brutal. En la segunda se circula por caminos más
típicos del género. Por cierto, hemos visto bastantes autopsias en la serie
“CSI”, de hecho, en la película se hacen varios guiños, pero puedo asegurar que
es de las más truculentas que he visto.
Interpretación: Al ser tan pocos
personajes, cobra bastante importancia el poder creértelos, el que los actores
logren que te los creas. Pues bien, objetivo cumplido, el protagonismo recae
sobre el trío de la autopsia. Brian Cox está como acostumbra, es decir, genial.
Y Emile Hirsch está totalmente convincente, casi a la altura de Cox. ¿Quién es
el tercero? ¿la novia del chico? ¿el jefe de policía? No. Olwen Catherine
Kelly, el cadáver, que incluso sin moverse, logra inquietarnos sobremanera.
Escena (spoiler): Bueno comienza con la
escena de un crimen que se presume que ha sido atroz y múltiple. Y el
misterioso hallazgo del cadáver. El inicio de la autopsia es de un suspense
tremendo y los hallazgos en ella no hacen más que añadir curiosidad a la
historia. Más adelante con los sucesos acaecidos inexplicables en la sala, el
posterior ataque a Brian Cox y la persecución hasta el ascensor que termina con
el sorprendente hachazo a la novia y en enfrentamiento final con las fuerzas
paranormales.
LO PEOR: Inevitablemente, el hecho de
desarrollarse prácticamente en un único escenario, la obliga a caer en ciertas
situaciones repetitivas. Y la enorme intensidad de los primeros tres cuartos de
hora, decae un poco en la segunda mitad de la película. Pero no es demasiado.
CITAS: “¿Qué
te ocurrió?”. “Nadie puede ver lo que hemos visto”. “La ataron, le cortaron la
lengua, la envenenaron, la paralizaron e hicieron que se tragara tela”. “No
puede ser sin tener marcas exteriores”.
REFERENCIAS: Podría ser como un
episodio de “Historias de la cripta”, con toques que recuerdan a las recientes
“La bruja” y “Nunca apagues la luz”. De hecho, igual que esta última, podría
decirse que viene de un corto, esa sensación si es similar. Aunque no es así.
CONCLUSIÓN:7. Suspense muy intenso, de las pocas muestras
recientes de terror que de verdad llega a inquietar.
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