Muchos tomaron la película de Tim Burton como una parodia de la propia “Independence Day”. Lo cual no es posible pues ambas se estrenaron en el mismo año, lo que ya anula esa posibilidad. Aunque si es cierto que ya es casualidad que precisamente que se estrenaran dos filmes de la misma temática argumental, aunque muy distinto tratamiento.
Lo que si parodiaba Burton era cine de invasiones extraterrestres que vivió su auge durante las décadas de los 50 y 60, y posiblemente más espoleado por esas películas que ya pasaban de serie B realizadas por directores de baja talla como otro de los homenajeados por el propio Burton en otra de sus películas, “Ed Wood”.
El reparto era un auténtico festival de nombres propios muy
conocidos por el público. Aunque bien es cierto que sus roles se reparten tanto
que algunos no llegan a ser más que meros cameos. Jack Nicholson, Glen Close,
Anette Bening, Pierce Brosnan, Danny DeVito, Michael J. Fox, Rod Steiger,Jim
Brown, Natalie Portman……..y un largo etcétera.
Sin embargo, el verdadero origen o inspiración viene de una colección de cromos, de la que, al parecer, el propio Tim Burton era fan. Para su recreación se recurrió a la que era la productora de efectos especiales número uno, Industrial Light & Magic (ILM), propiedad de George Lucas. Petición expresa fue hacer los platillos volantes como se les conocía de forma clásica.
Una curiosidad que nunca he leído en ningún sitio y totalmente de mi propia cosecha. He visionado varias veces esta película y siempre he tenido la misma impresión. ¿Nadie ve similitudes entre la forma de hablar de los marcianos y la de Hitler? Es decir, ¿acaso no está parodiando Burton la forma de dar discursos a golpetones de voz de Hitler? Bueno pues poneros uno de esos discursos e inmediatamente después alguno de los marcianos del film.
El caso es que la película, a pesar de que gozó de gran popularidad y hoy en día es una pieza de culto, estuvo muy lejos de ser un éxito. Su presupuesto fue de 70 millones y logró poco más de 100 en taquilla. Es decir, para cubrir gastos y no demasiado más. Donde mejor funcionó fue precisamente en Europa.
La crítica estuvo dividida y, aunque con el tiempo se le ha
sabido reconocer, hubo cierto sector de la crítica periodística que le propinó
una buena ración de palos. Personalmente, la considero entre lo mejor de Tim
Burton y, tanto en su momento, como ahora mismo, me parece de lo más divertido de
su filmografía.
Solo con las impagables escenas de la paloma de la paz
carbonizada por un marciano o el cameo de Tom Jones al que le cambian los
miembros de su coro por otros marcianos ya justifican lo que digo.
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