Cumple nada menos que veinte años y, claro está, el estreno de la secuela es pretexto suficiente para recordar esta película y, como no, para dedicar el ciclo temático de este mes a uno de los subgéneros cinematográficos favoritos del público, las invasiones extraterrestres.
“Independence day” llevaba el reclamo de cine blockbuster palomitero con el perfil de todo estreno veraniego de gran envergadura por excelencia. Sin embargo, contaba con tan solo 75 millones de presupuesto. Digo “tan solo” porque fue menor de lo que cualquiera pudiera presuponer y, desde luego, de lo que hoy dispone su secuela y cualquier film de características similares en la actualidad.
Y la inversión fue plenamente rentable pues consiguió en
taquilla la nada desdeñable cifra de 817 millones, que en su día desbancó del
ranking de películas más taquilleras a las dos peripecias de Steven Spielberg
con los dinosaurios, las dos primeras entregas de “Jurasic Park”. Y mantuvo el
primer puesto hasta la llegada de “Titanic”.
El encargo de la dirección recayó en todo un especialista en estas lides, ésto es cine de corte catastrófico con títulos como “El día de mañana” y “2012” entre otros, el alemán Roland Emerich; un cineasta que cuando se pone también es capaz de hacer cine, digamos, de calidad como con “El patriota” o “Anonymous”. Aunque personalmente a mí me gustó mucho “Stargate”.
Pero a pesar de su origen germano, Emerich es creador de algunas de las “americanadas” más llamativas del cine de Estados Unidos. A las mencionadas antes podríamos sumar ésta que hoy comentamos. Estrenada el mismo día del que hace referencia el título, es decir, el día de la independencia americana, el 4 de julio, y con un marcado tono nacionalista y patriótico.
El reparto estaba plagado de caras conocidas. Si bien no contaba con estrellas totales, si con actores de cierto crédito como Bill Pullman, Will Smith, Jeff Goldblum, Mary McDonnell, Robert Loggia …… Precisamente para Will Smith supuso el espaldarazo definitivo como héroe de acción que, sin embargo, no participa en la secuela.
La película no obtuvo tan malas críticas como podría
proponérsela, todo lo contrario, se la entendió como un efectivo producto de entretenimiento
bastante más espectacular de lo que su presupuesto ofrecía. Incluso obtuvo el Oscar
a los mejores efectos especiales visuales. Las imágenes de la lengua de fuego
que arrasa Nueva York, llevándose el mismísimo Empire State por delante,
quedaron entre lo más comentado por los espectadores junto a la destrucción de
la Casa Blanca.
¡Buena información!
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