Hay mucha gente que hace de la filosofía de “cualquier tiempo pasado fue mejor” una bandera. En mi opinión, es una manera más de estrechar las miras que, en muchos casos, como es esta versión de Spielberg del clásico “La guerra de los mundos”, me parece absurda. La comparación del impacto de ambas películas no procede pues los tiempos de sus estrenos no tienen absolutamente nada que ver.
Por mucho purista de la versión de 1953 que haya y críticos de todos los remakes, sean como y cuales sean, el filme de Steven Spielberg basado también en la novela de H.G. Wells, que ya cometió un gran riesgo aceptando este proyecto, me pareció una adaptación más que digna, teniendo en cuenta la actualización de formas y contexto temporal en el cual se estrenó.
Steven le dio su particular toque personal haciendo énfasis en el sentido familiar que afecta directamente a los personajes principales, de una forma u otra, característica habitual en su cine.
El director contó con la mega estrella Tom Cruise en la que fue su segunda colaboración juntos en el género de la ciencia-ficción tras “Minority Report”. También participan Tim Robbins y Dakota Fanning. El primero tiene una intervención breve pero sumamente importante. La segunda era por aquel entonces tan solo una niña que apuntaba maneras y hoy es una gran promesa que, eso sí, aún no ha explotado.
Para aquellos que demonizan tanto esta película, les
ofrezco con este repaso de las mejores escenas algunos momentos de gran
intensidad. Como la primera aparición de los trípodes que es sencillamente
brillante, cuyos sonidos y efectos sonoros y sus sendas nominaciones en los
oscars seguramente fueron provocados por esta secuencia. O los dramáticos y
tensas escenas de la muerte del personaje de Tm Robbins o la pugna por el
coche.
Como tantas veces es habitual, las críticas que se llevó y que aún hoy en día se comentan en redes sociales, y que seguramente ocurrirá con este mismo post, no se corresponden con el resultado en taquilla. La inversión fue mayor que la de “Independence Day”, unos 130 millones. Pero obtuvo casi 600, colocándose como la cuarta película más taquillera de su año de estreno.
Como curiosidad y que sirve para explicar el impacto de la película clásica allá por los años 50, el pánico que generó la dramatización de la novela llevada a cabo por Oscar Wells a través de las ondas de la radio y que el público llegó a creer como cierta, suscitando todo un fenómeno social de pánico ante una posible y “real” invasión extraterrestre, que algunos llegaron a comparar con el del crack del 29.
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