Bien es cierto que la leyenda de Tarzán está basada en la
novela de Edgar Rice Burroghs “Tarzán de los monos”, pero existen casos
verídicos de seres humanos, niños, adoptados por comunidades animales y
tratados como sus propias crías. Mismamente aquí en España tenemos un ejemplo
de un niño que convivió con lobos y fue tratado como uno más.
“Greystoke, la leyenda deTarzán, rey de los monos” supone una
adaptación más fiel al relato original del escritor y muy alejada del tono de
aventuras de las películas protagonizadas por Johnny Weissmuller, quien dicen
que desarrolló una obsesión por el personaje que lo llevó a pensar que
realmente era Tarzán. No sabemos cuánto hay de verdad en ello.
Esta versión contribuyó a dar mayor realismo a la historia.
Fue una maniobra tal como la de Christopher Nolan con el personaje de Batman en
su trilogía “El caballero oscuro”. Curiosamente, no se menciona la palabra
“Tarzán” en toda la película, dato que también recuerda a que Nolan no
permitiera que se mencionara la palabra Catwoman en la última entrega de su
saga.
La elección de Hugh Hudson, director de otras peripecias de
tinte más histórico tales como “Carros de fuego “o “Revolución”, era ya una
declaración de intenciones en cuanto a que la película no iría por el camino
más comercial sino que emplearía un enfoque más dramático y serio que las
adaptaciones realizadas hasta el momento.
Para el papel de “Tarzán” se seleccionó a Christopher
Lambert, aunque, si mal no recuerdo, no constituía la primera opción. Lambert no
estaba ni está considerado un actor de demasiado talento pero hay que
reconocerle un par de personajes muy interesantes. Uno de ellos es el de Connor
McLeod en “Los inmortales” y otro es el de John Clayton, el bebe adoptado por
una hembra de chimpancé, y con el cual Christopher Lambert quizá logró la mejor
interpretación de su carrera.
El film cuenta con momentos verdaderamente emotivos que
ponen el corazón en un puño. Además se habla de aspectos más profundas como en
concepto de familia tanto en el reino animal como en el humano y la dificultad
de readaptación a la civilización por parte del protagonista.
La película no ganó ningún Oscar pero si fue nominada en
las categorías de guión adaptado, maquillaje y fotografía. Estos dos últimos
apartados rayan a un nivel exquisito
En mi opinión, hasta la fecha, es la mejor recreación del
personaje de Tarzán. Un relato dramático, hasta trágico, pero precioso; que
aportó la necesaria seriedad y madurez a la historia y contaba con una moraleja
de fondo muy interesante.
Veremos por donde sale David Yates con su versión sobre el personaje en "La leyenda de Tarzán" pero, a priori, parece que irá por los cauces de la espectacularidad visual y las aventuras.
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