El estreno de
“El libro de la selva” me ha dado la idea para iniciar un ciclo dedicado a la
relación del hombre con los demás animales. Relación que como demostré con las películas
que expondré en este especial, indudablemente nos beneficia a nosotros. No
pretendo utilizar cada artículo para soltar un panfleto ecologista y moralista
pero creo que me será imposible no remarcar mi opinión al respecto.
Aunque
últimamente leo muchos argumentos sobre el supuesto "no ejemplar" comportamiento
de Gandhi, no puedo olvidarme en una de sus frases que más deacuerdo
estoy: “Se puede juzgar a una civilización por cómo trata a los animales”. Eso
en un país como España en el que tenemos una cultura tan tradicional como
arcaica y grotesca como es la tauromaquia, no habla demasiado bien de la nuestra
(sé que esto levantará ampollas pero es lo que hay).
Sin embargo, en
el mundo animal tenemos ejemplos de su fidelidad a nosotros a patadas. Uno de
los más famosos es “Hachiko” un precioso perro de raza Akita cuya historia ha
perdurado como lección de fidelidad absoluta e incondicional hacia su dueño.
Hachiko se hizo
famoso por acompañar todos los días a su dueño hasta la estación de tren, donde
se quedaba todo el día esperando hasta que volvía. Un día su amado dueño
no volvió. Falleció como resultado de un ataque al corazón. Pero Hachiko le
siguió esperando en el mismo sitio durante años, hasta su propia muerte. De
hecho, la historia fue contada por los habituales pasajeros del tren que diariamente se
cruzaban con el perro.
Dicha historia
corresponde a un hecho completamente real ocurrido en Japón, donde a día de
hoy se admira una estatua en honor a
Hachiko, que rememora su leyenda. Pero es que lo curioso es que podemos
encontrar numerosísimos casos similares a lo largo del tiempo con otras
mascotas que también demostraron su inapelable amor a su compañero humano.
En el plano
cinematográfico, “Hachiko” se estrenó en España como “Siempre a tu lado”
(nosotros siempre tan originales). Hablo del remake norteamericano
protagonizado por Richard Gere del que hoy repasamos sus escenas. Fue un éxito
absoluto en su versión original en Japón y en la americana tampoco le fue mal,
invirtiendo 16 millones en su producción y consiguiendo 45 en taquilla, es
decir, triplicando la inversión.
Es un film que
podríamos denominar bastante lacrimógeno, con una exaltación de las emociones
que consternará al más pintado y con la que es muy fácil empatizar, de hecho, es
imposible no hacerlo.
Es muy emotiva
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