viernes, 31 de mayo de 2024

Escenas Míticas: Especial Western - El hombre que mató a Liberty Valance

 


   La vuelta al western de Kevin Costner, tanto delante como detrás de la cámara, en su megaproyecto sobre la colonización del oeste americano,”Horizon”, que se estrenará en cuatro partes, la primera a finales de este mes y la segunda del de agosto de este mismo año, nos da la excusa para seguir ampliando el ciclo de western con unos cuantos títulos más.




   Vamos a comenzar con el máximo representante del western clásico, el gran John Ford, uno de los pioneros del cine, pues comenzó en el cine mudo, con más de 150 películas a sus espaldas, cuatro Oscars ganados y una carrera de más de cincuenta años, referente de grandes cineastas como Ingmar Bergman, Orson Welles, y muchísimos más aún en activo, como Steven Spielberg o Clint Eastwood.


   Y lo hacemos con la que se considera su última gran película y la última rodada en blanco y negro, correspondiente a su, como no, última etapa profesional. Diez años y siete películas después, nos dejaría el que sin duda, fue uno de los mejores, si no el mejor, directores de la historia del cine.


   Pues aún así, se puede leer en redes sociales, como así me ocurrió cuando hablaba de otro clásico incuestionable de Ford, “Centauros del desierto”, que es un cineasta sobrevalorado. Afirmaciones de gente que no conoce ni un 5% de su obra, ignorantes que desconocen que el cine es cine en parte gracias a la influencia de este hombre. Pero como es gratis hablar.


   John Ford criticó duramente a Sam Peckinpah, máximo representante del western crepuscular, por retratar al western de esa manera, esto es, desmitificando la leyenda de las historias del Oeste. Sin embargo, fue probablemente el mismo quien puso el primer clavo en el ataúd del western clásico precisamente con “El hombre que mató a Liberty Valance”, el que se considera primer western crepuscular del cine.


   Aunque precisamente Peckinpah ya había rondado esa corriente con títulos como “Duelo en la alta sierra” y ese mismo año, 1962. Llegados aquí, hay que establecer unos leves apuntes sobre estos dos estilos de western. En el clásico, hay una clara diferenciación del bien y el mal, hay buenos y malos sin fisuras. Además se lleva a cabo una sistemática idealización del héroe y una mitificación de la conquista del Oeste.


   Tendremos oportunidad de ver a fondo algunos títulos del western crepuscular pero a grandes rasgos podemos apuntar hay una intencionada ambigüedad de unos personajes con evidentes claroscuros, tanto en los héroes como en los villanos, además de mostrar una violencia mucho más explícita y unas historias considerablemente más retorcidas e imprevisibles.


   El propio título de la película nos hace un spoiler tremendo porque nos anuncia que Liberty Valance va a morir. Pero es que aquí lo importante es quien le mata. La película nos plantea el cambio más significativo de la historia americana, la evolución del salvaje oeste a civilización, representado bajo los personajes principales, Tom Doniphon (Wayne) y Random Stoddard. La importancia de la historia está en quién de los dos mata a Valance.


   Este triángulo está interpretado por John Wayne, James Stewart, que reunidos con el propio John Ford juntaban tres de los grandes iconos del western clásico, y Lee Marvin. La aportación femenina venía de parte de Vera Miles. Y luego teníamos a secundarios como Woody Strode o Lee Van Cleef, que posteriormente veríamos en una de las ramas del western crepuscular, el western mediterráneo o spaghetti western.


   A pesar de que hoy está considerado uno de los mejores western de la historia del cine, en su momento fue acogido de forma fría tanto por la crítica como por el público, con el que no consiguió recaudar los poco más de tres millones de dólares de su presupuesto. Y en cuanto a premios, solo fue nominada a su vestuario. Lo cual la hace encajar perfectamente en la categoría de título de culto.


domingo, 26 de mayo de 2024

Anatomía de una caída

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Anatomía de una caída.
Dirección: Justine Triet.
País: Francia.
Año: 2023.
Duración: 150 min.
Género: Thriller, drama.
Interpretación: Sandra Hüller, Swann Arlaud, Milo Machado Graner, Antoine Reinartz, Samuel Theis, Jehnny Beth, Saadia Bentaïeb, Camille Rutherford.
Guion: Arthur Harari, Justine Triet.
Producción: Marie-Ange Luciani, David Thion.
Fotografía: Simon Beaufils.
Distribuidora: Le Pacte.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Una famosa escritora vive con su familia en una casa en las montañas, en los Alpes. Cuando su marido es encontrado muerto tras una misteriosa caída, se lleva a cabo una investigación para determinar si ha sido un accidente o un asesinato.

   LO MEJOR: Aunque pueda parecer, y no niego que en parte sí lo es, un drama judicial, es más bien el retrato de un matrimonio destruido, realizando una disección de lo que es la envidia incluso dentro del seno marital de la pareja. Es por ello que la parte judicial no sea demasiado vigorosa sino que es más la excusa para contarnos, a modo de flashbacks, una historia más retorcida de lo que pueda parecer en un principio. A través de las distintas fases del interrogatorio del juicio, va narrando con bastante sencillez técnica, cada faceta de la vida de ese matrimonio. De todos modos, por muy exhaustiva que pueda ser la reconstrucción, no elimina nunca, y esta me parece uno de los aspectos más positivos de la película, la sensación de ambigüedad. Ahí es donde entra un guion sólido como una roca, sin fisuras, sin agujeros, a pesar de que no esquive la tentación de hacer giros arriesgados. Todo es tremendamente realista, las reacciones de los personajes son perfectamente creíbles, y eso hace que nunca tengas claro del todo de que lado decantarte, sí de la inocencia o la culpabilidad de la protagonista. Lo que sí esquivan son los momentos más morbosos. No vemos ni la caída, ni el alegato final del abogado defensor ni tan siquiera el veredicto, y de esa manera nos dicen que lo que importa es la historia, no los golpes de efecto.

   Interpretación: Sandra Hüller esta magnífica. Ella es la película. A parte de esta obviedad, hay que destacar lo contenida que está sin dejar de ser expresiva en ningún momento. Se podría definir como que está fríamente expresiva. Y ojo con la interpretación del pequeño Milo Machado.

   Escena (SPOILERS!!): Como decía, los momentos más efectistas no son mostrados. No vemos los alegatos finales de los letrados en el juicio, ni tampoco el veredicto, si el resultado posterior. En ocasiones es muy efectivo para mantener la ambigüedad, cómo sacar fuera de plano la parte más importante de la discusión de la pareja. La escena que más en vilo me ha tenido es la del envenenamiento del perro. Realmente he sufrido hasta que por fin se ha salvado. Ni de puñetera coña yo hubiera hecho eso pero es una prueba para el hijo de saber quién dice la verdad. No obstante, aunque si me tuviera que decantar, creo que la madre es inocente, el chico no lo llega a saber, simplemente elige creerla y conscientemente ayudarla a salir inocente en su testimonio en el juicio.

   LO PEOR: Quizás se ha hablado tanto de ella, ha tenido tanta repercusión por su participación y consecución de algunos premios que uno se puede hacer una idea sobredimensionada de ella. No es perfecta, ni mucho menos. Hay situaciones demasiado alargadas que la llevan hasta un metraje excesivo al que se le podría recortar media hora sin problema. Y algunas escenas que están demasiado teatralizadas.

   REFERENCIAS: No es casualidad que el título haga referencia a otra historia contada a través de un juicio, “Anatomía de un asesinato”. Pero esa ambigüedad me ha recordado más a la miniserie “The staircase”.

   CONCLUSIÓN: 7. Retrato del fracaso de un matrimonio a través de una drama judicial que juega sus mejores bazas en la ambigüedad en la culpabilidad o inocencia de la protagonista, interpretada magníficamente por una gran Sandra Hüller.



sábado, 25 de mayo de 2024

Música de Película: Immaculate

 



   No es un compositor muy conocido Will Bates. De hecho, personalmente solo lo conocía por la banda sonora de una película tampoco demasiado conocida, "Orígenes". Pero me ha sorprendido aquí con esos coros para introducirte en la ambientación eclesiástica pero con un toque siniestro.




Tema: Sister Cecilie.

Película: Immaculate.

Intérprete o compositor: Will Bates.




Tema: The Te Deum.

Película: Immaculate.

Intérprete o compositor: Will Bates.



Tema: Our lady of atonement.

Película: Immaculate.

Intérprete o compositor: Will Bates.


miércoles, 22 de mayo de 2024

Escenas Míticas: El planeta de los simios - La guerra del planeta de los simios




   A día de hoy continúa siendo la mejor película de la saga de precuelas, y la segunda de toda la saga, solo por detrás del insuperable clásico de 1968. Hablo como película, quizás no sea con la que más disfruto, que esa posiblemente sea precisamente la anterior, “El amanecer del planeta de los simios”. Más que nada porque con esta última sufrí de lo lindo. No en vano es de largo la entrega más emotiva y también la más trágica.



   Ya en el momento de su estreno se hablaba de que podría haber tres, cuatro y hasta cinco secuelas más, a pesar de que la taquilla fue inferior a la del episodio anterior pero igualmente fue rentable, recaudando 490 millones de dólares, habiendo invertido 150. Que es aproximadamente lo mismo que se ha empleado para la nueva secuela, “El reino del planeta de los simios”.


   Apenas diez días después de su estreno parece que ha cubierto ya los gastos, superando sus propias expectativas, por lo que he de suponer que la intención de seguir rodando secuelas sigue intacta. Argumentalmente, si siguen considerando “El planeta de los simios”, la clásica, como referencia, les quedan a los astronautas como dos mil años para llegar, así que hay mucho tiempo para salir contando aventuras de simios.


   Se volvía a eliminar todo el reparto de humanos pero esta vez sí se repetía con el director, muy satisfechos los productores con el trabajo de Matt Reeves al frente de la película precedente y suprimidas ya todas las dudas que en un principio suscitó sobre si era un cineasta capaz de manejar un blockbuster.


   Cosa que se confirmaba en esta película. De hecho, se superaba a sí mismo. Reeves cubría ampliamente la necesaria cota de espectáculo pero donde acertaba plenamente es en tomar como piedra angular a sus personajes, que el espectáculo estuviera a disposición de ellos y no al revés. Algo que hemos vuelto a ver en su siguiente película, “The Batman” y es porque Matt Reeves tiene alma de guionista y cuida de que el guion, cuando no directamente participa en él, como en esta ocasión, que coescribe, está bien armado y pertreche adecuadamente a los personajes.


   Un Reeves que reconocía que el tono bélico de esta entrega le había llevado a tomar como referencia a varios títulos de ese género, como “El puente sobre el río Kwai”, “Patton” y, la más evidente, “Apocalipsis Now”. De hecho, el Coronel interpretado por Woody Harrelson le debe mucho al Kurtz de Marlon Brando en aquella. Incluso hay un guiño muy claro, en una escena en la que se afeita la cabeza. Y en el Ape-pocalyse.


   No es la única, el Coronel de Harrelson también es un militar endiosado, claramente desequilibrado pero venerado por sus hombres, y también reprendido por sus superiores. De hecho, la única batalla que se libra en la película es entre dos ejércitos de humanos, retratando a nuestra especie  encontinua autodestrucción y mostrando una crueldad que no disimula sus paralelismos con el holocausto nazi.


   Un Woody Harrelson que era la principal aportación “humana”. La otra era la joven Amiah Miller, como Nova, en un guiño a la Nova de Linda Harrison en la clásica. Algunos especulaban con la idea de que fuera ella, pero a no ser que descubriera por el camino la pócima de la eterna juventud, es imposible que esta Nova fuera la compañera de Taylor (Charlton Heston) en el futuro, dos milenios después.


   Les acompañaban, por supuesto, Andy Serkis y repetía Judy Greer y Karin Kanovel (su Maurice siempre ha sido un homenaje al actor que interpretaba al orangután Dr. Zaius de la película original, Maurice Evans) y la incorporación de Steve Zahn.


   Todos bajo la técnica de animación Motion Capture, que consiste explicar una serie de sensores en forma de puntitos, por la cara y el cuerpo de los actores, para después recoger toda la información de sus movimientos y animarlos por ordenador para dar lugar a la imagen en tres dimensiones. Un sistema ya utilizado en películas como "Avatar" o "El curioso caso de Benjamin Button", y que volvió a ser nominado a los mejores efectos especiales, y por tercera vez volvió a perder, ante "Blade Runner 2049". 



domingo, 19 de mayo de 2024

El reino del planeta de los simios

 


   FICHA TÉCNICA

Título: El reino del planeta de los simios.
Dirección: Wes Ball.
País: Estados Unidos.
Año: 2024.
Duración: 145 min.
Género: Ciencia ficción, aventuras.
Interpretación: Owen Teague, Freya Allan, Peter Macon, Eka Darville, Kevin Durand, William H. Macy, Neil Sandilands, Sara Wiseman, Dichen Lachman.
Guion: Josh Friedman, Rick Jaffa, Amanda Silver, Patrick Aison.
Producción: Joe Hartwick Jr., Rick Jaffa, Amanda Silver, Jason Reed.
Música: John Paesano.
Fotografía: Gyula Pados.
Distribuidora: 20th Century Studios.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Varias generaciones después de la muerte de César, los simios son la especie dominante en el planeta, las ciudades han sido enterradas entre la naturaleza y los humanos viven escondidos como presas. Mientras un simio se empeña en construir un imperio, otro más joven emprende un viaje donde sus descubrimientos le harán plantearse muchas preguntas sobre el pasado.


   LO MEJOR: ¡Qué día más maravilloso! Reconozco que soy muy fan de esta saga, tanto de la clásica como de la nueva, que además en esta última trilogía de precuelas conseguían algo que es muy poco habitual y es que cada entrega fuera mejor que la anterior. No considero que esta sea superior a la segunda y, sobre todo, a la tercera, pero juega en esa liga, así que por mí pueden seguir haciendo secuelas, que si son de esta calidad no me voy a cansar. Porque se han marcado un “Amanecer”, si, es decir, lo que ocurrió tras “El origen del planeta de los simios”, que tuvieron que cambiar prácticamente todo el reparto (aquí totalmente) y el director, y aun así la cosa salió bastante bien. Director que en esta ocasión es Wes Ball, responsable de una saga que ya suponía una mezcla entre los géneros de ciencia ficción y aventuras, al igual que aquí, “El corredor del laberinto”, que al menos sus dos primeras entregas merecían bastante la pena. Que ha realizado una secuela que va en consonancia y coherencia con la trilogía anterior pero que a la vez sirve de reinicio porque tiene identidad propia. Acierta al contar la historia desde los personajes sin dejarse seducir por mostrar un espectáculo desde los efectos especiales. Que por otra parte son excepcionales, ya sea en la recreación de los escenarios (integrando toda esa vegetación en lo que en otro tiempo fueron las ciudades) como en la técnica de captura de movimiento de los simios (es impresionante el nivel de expresividad que van consiguiendo). Pero además, toca temas interesantes y para reflexionar, como las diferentes interpretaciones que se hacen del mensaje de César, quizá como hacen nuestras religiones con el de Jesucristo.


   Interpretación: Prácticamente todos los personajes son simios así que el reparto ha realizado sus actuaciones al modo Andy Serkis, y ahí hay que destacar a Owen Teague y a un sorprendente Kevin Durand. En el apartado humano tenemos a una Freya Allan que ha caído de pie en la saga y apunta a una de las protagonistas de próximas entregas, si se dieran, que se darán. Y a un William H. Macy bastante intrascendente, la verdad.


   Escena (SPOILERS!!): Hace bastantes guiños al clásico de 1968. De primeras, el nombre de Nova hace referencia a la niña de “La guerra del planeta de los simios” pero es que eso ha su vez era un guiño el personaje de Linda Harrison de la película original. Además, la caza de los humanos tienen evidentes paralelismos con la de “El planeta de los simios” antigua, más claramente en la parte de la persecución por el campo de hierba alta. Además, también hay una zona prohibida, como en aquella, donde habitan los humanos. Dos apuntes respecto a los personajes. May (Allan), hay varias pistas de que ella es diferente a los humanos salvajes, por ejemplo, cómo va vestida. Y en cuanto a Proximus, es un villano que realmente no lo es. Es bastante comprensible lo que pretende, dar un salto evolutivo que ponga a su especie realmente por encima de la humana. Y es interesante como se proclama a sí mismo como el nuevo César, es decir, el nuevo Salvador. ¿Cuántos nuevos salvadores hemos tenido en la historia humana? Por cierto, El medallón lleva el símbolo de la ventana donde vivía César en “El origen del planeta de los simios.


   LO PEOR: Quizá, y sólo quizá, se vaya un poco de metraje. No se hace larga en ningún momento, al contrario, es puro cine de aventuras muy entretenido, pero es verdad que tarda en arrancar y por ahí se hubieran podido reducir sus casi dos horas y media.


   REFERENCIAS: Iría en relación a “La batalla por el planeta de los simios” en cuanto a argumento pero sigue la línea marcada por la trilogía de precuelas. Hay que tener en cuenta que entre “El origen del planeta de los simios” y “El planeta de los simios” hay como dos mil años de tiempo, hay mucho donde explorar.


   CONCLUSIÓN: 7’5. Supone un reinicio de la saga, coherente con la trilogía previa y guardando continuidad en el tiempo con ella, pero con identidad propia y ofreciendo nuevas alternativas que es de esperar que sigan explotando. Sigue gozando de buena salud.




viernes, 17 de mayo de 2024

Microcríticas Express: Shogun/Tokyo Vice T2

 



   Aún
quedando más de la mitad del año, ya se puede pronosticar que raro será que no quede en el Top 3 de mejores series, tal es su nivel. Lo que parece ser que no sabe mucha gente es que es el remake de una miniserie que ya era bastante buena, con Richard Chamberlain y Toshiro Mifune en los papeles principales, y que yo recuerdo de cuando era pequeño. Bueno, pues esta nueva versión o readaptación de la novel homónima de James Clavell es incluso mejor, funcionando como un perfecto muestrario de los rituales y en general, forma de vivir en el Japón feudal, poniendo especial mimo en todos los detalles, con un diseño de producción impecable, en la que todo está hecho con el máximo cuidado como en un homenaje a la propia idea de dedicación y perfeccionamiento japonés de la época. Pero donde lo que sobresale es una historia planteada como una partida de ajedrez a varias bandas, donde los momentos más épicos no vienen de espectaculares batallas, de hecho, es conveniente advertir que no las hay, sino de los diálogos, de un guion sin fisuras. Lo cual no le exime de emoción, que nadie se confunda, no tiene exceso de sobriedad, es más, tiene uno de los episodios más vibrantes, del cual aún me estoy recuperando, que un servidor haya visto en mucho tiempo en televisión. Y luego está su reparto, que es una maravilla de casting. No voy a descubrir yo ahora a Hiroyuki Sanada, que nuevamente está magnífico, pero es que la verdadera estrella es una chica que ya había visto en “Monarch”, Anna Sawai, pero no a este nivel, el cual le permite incluso mantenerle el pulso al todopoderoso Sanada, a cualquiera que le pongan en pantalla y que se come crudo al compañero occidental, Cosmo Jarvis, claramente el eslabón más débil del elenco. 8’5.


   Esta vez si ha concluido la historia. Al menos en lo que respecta a la que estaba contada como adaptación del libro del periodista Jake Adelstein, en cuanto su investigación sobre la yakuza japonesa. Se nota que Michael Mann ha estado menos presente en labores creativas y se ha quedado más en la producción ejecutiva. Pero lo marcado en la primera temporada impera de forma general en la segunda. Y está supeditada a un guion excelente, donde los personajes y sus acciones encajan perfectamente, aunque claro que hay partes ficcionadas y que son aportes de los guionistas. Los cuales aciertan en darle tanta importancia a la investigación periodística como a la policiaca, a la vez de introducirnos en el interior de la propia yakuza. No hay mucha acción, pero cuando la hay, no escatima en violencia. Si algún pero se le puede poner es la sobriedad en la puesta en escena, habría estado bien cierto acicalamiento estético, es decir, lo que Mann aplicó a su otra Vice, Miami para más señas, y que nosotros conocimos como “Corrupción en Miami”. Aún así no tiene ni mucho menos un formato televisivo, todo lo contrario, es plenamente cinematográfico. El reparto está genial, desde un sorprendente Ansel Algort, pasando por los siempre efectivos Ken Watanabe y Rinku Kikuchi, y terminando en los desconocidos para mi, Rachel Keller y Sho Kamamatsu. Por cierto, si estás dejando de fumar, igual no es la serie más adecuada para ver ahora, creo que no hay ni un plano en el que no haya un cigarrillo. 8.

miércoles, 15 de mayo de 2024

Escenas Míticas: El planeta de los simios - El amanecer del planeta de los simios

 

   Mira que es difícil afrontar la secuela de una película que ha supuesto un éxito de taquilla y además de crítica, porque te van a pedir como mínimo lo mismo, pues esta consiguió no sólo llegar al nivel de la primera sino que además para muchos lo superó. Al menos sus críticas positivas fueron similares y comercialmente tuvo más taquilla, 710 millones de dólares, habiendo invertido 170 en su producción.



   Pero es que además se enfrentó a dificultades tales como el cambio de director y prácticamente todo el reparto (solo repetían tres actores que habían encarnado a simios, es decir, no veíamos sus caras. En cuanto a lo primero, si bien Ruppert Wyatt estaba entusiasmado con llevar a cabo esta secuela, terminó dando la espantada ante la fecha de finalización de la película que le habían planteado, aduciendo no poder terminarla en condiciones.



   Lo que llevó a una nueva búsqueda de director con una lista de nombres en la que curiosamente figuraban varios de habla hispana, como eran en los dos españoles, Juan Carlos Fresnadillo (“28 semanas después”) y Juan José Bayona (“Lo imposible”) y el mexicano Guillermo del Toro, pretendido también para “El origen del planeta de los simios”.



   Pero no fue ninguno de ellos porque se optó por un Matt Reeves que tan solo había firmado dos películas pero había dejado muy buenas impresiones en ellas, “Monstruoso” (para mí una de las mejores found footage) y el remake de “Déjame entrar”(que aunque ya me mataran en su momento por afirmarlo, me parece incluso mejor que la original).



   Reeves se encontraba preparando una película basada en la serie “La dimensión desconocida”, proyecto que abandonó inmediatamente y nunca ha vuelto a retomar. La única duda con su elección residía en que nunca se había ocupado de un blockbuster. Sin embargo, el resultado fue tan satisfactorio que Reeves también realizó la siguiente secuela, “La guerra del planeta de los simios”.



   Y parece que le cogió el gusto a las películas grandes porque después dirigió “The Batman”, que fue otro éxito de crítica y taquilla, de la cual se encuentra inmerso actualmente en su secuela y que muchos estamos esperando como agua de mayo. Personalmente, Matt Reeves me parece de los cineastas más fiables, a pesar de su no muy extensa filmografía, que hay actualmente.



   Uno de los requisitos que demandaba el director era contar la historia desde el punto de vista de los simios, lo que suponía un cambio drástico respecto a la primera parte. Y mostrar una situación post-apocalíptica, es decir, ya tras el desastre, pero en el que todavía no se había producido una confrontación entre humanos y simios.



   Respecto a ese apocalipsis, como dejaba claro ya la última película al borde de los créditos finales, se había producido mediante una pandemia que aquí vemos que llaman “la gripe del simio”, de la cual, a modo de promoción de la película, se creó una página web que ofrecía información sobre la enfermedad como si esta fuera real. Pero también se hacía referencia a aquello que tanto maldecía Taylor (Heston) frente a la Estatua de la Libertad, las guerras entre humanos.



   Aquí el protagonista absoluto esta vez sí era César, encarnado por el ya especialista en interpretar a criaturas mediante la captura de movimiento, Andy Serkis, como habían sido Gollum, King Kong o el Snooke de la última trilogía de “Star Wars”. La acompañaron Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell y Kodi Smith McPree. Tras los simios, entre otros, estaban Tobby Kebbell y Judy Greer.



   Respecto al destino de Will (James Franco) y Caroline (Freida Pinto), no se especifica nada pero podemos entender que murieron a causa de la enfermedad, al menos la puerta de su casa estaba marcada como infectada. Por cierto, la historia no puede ser vinculada al remake de Tim Burton pues en él, el protagonista venía de un tiempo más futurista.



   La película fue la octava de más taquilla de 2014 y volvió a ganar un Annie. también volvió a ser nominada al Oscar a los mejores efectos especiales, pero nuevamente no se lo llevó, perdiendo ante "Interstellar".



domingo, 12 de mayo de 2024

Immaculate

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Immaculate.
Dirección: Michael Mohan.
País: Estados Unidos.
Año: 2024.
Duración: 89 min.
Género: Terror.
Interpretación: Sydney Sweeney, David Bernad, Jonathan Davino, Michael Heimler, Teddy Schwarzman.
Guion: Andrew Lobel.
Producción: Sydney Sweeney, Teddy Schwarzman, David Bernardo.
Música: Will Bates.
Fotografía: Elisha Christian.
Distribuidora: Neon.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: Cecilia se dispone a tomar los votos y formar parte de un convento en Italia. Pero al poco de llegar se da cuenta que no todo es como parece y hay un oscuro secreto en el lugar.

   LO MEJOR: Cuesta encontrar ya esta clase de terror en mainstream, es decir, para ver en una sala de cine, y me da que de no contar con la protagonista que tiene, habría acabado en una plataforma. Primero porque es claramente un producto de serie B, que incluso me recuerda lo que allá por los setenta llamaron “nunexplotation”, que incluso tiene ramalazos (sólo eso) de aquella corriente de terror francés extremo en cuanto a lo explícito de algunas escenas de violencia donde no escatima en sangre e incluso algunas muestras de body horror. No obstante, es cierto que no es ni mucho menos una obra memorable del género pero tiene muy bien cubiertos dos aspectos que considero esenciales en una buena película de terror. Uno de ellos es la excelente ambientación que otorgan al escenario habitual de la historia, un convento claustrofóbico, malsano y opresivo, potenciado por una notable fotografía y enfatizado con una banda sonora muy presente. El otro es la puesta en escena de un Michael Mohan, nombre a tener en cuenta, que ya en “The voyeurs”, que en su momento catalogué de película tramposa pero curiosa y resultona, demostraba que le gustaba mirar hacia los clásicos. Aquí también lo hace, Mohan juega con lo poco que le deja el guion de margen, la expectativa del elemento sobrenatural y además lo hace mediante una narración con buen ritmo y un metraje muy medido, que hoy en día es muy valorable en el género de terror.

   Interpretación: Michael Mohan repite con Sydney Sweeney, precisamente tras “The voyeurs”, donde si explotaba descaradamente su espectacular físico. Aquí solo lo sugiere y en eso sale ganando ella, quien se echa la película a sus espaldas sin problemas. Quien siga pensando que esta chica solo es un cuerpo exuberante y una cara bonita, y no una actriz, que le eche un vistazo a la última secuencia de la película.

   Escena (SPOILERS!!): No se explota directamente el atractivo sexual de su protagonista pero sí se insinúa, lo cual creo que funciona mejor, a través de transparencias y sombras. El body horror mencionado antes se puede ver en el prólogo con la pierna partida, o en el corte de la lengua de una de las internas. Y sobre todo en la escalada de violencia del último tramo, como el aplastamiento repetido de la cabeza de la monja por parte de la protagonista. Pero, sin duda, lo mejor es la secuencia final en primer plano donde Sydney Sweeney realiza un festival de expresividad brutal mientras tiene un desgarrador parto. Explicación de ese desenlace; Cecilia (Sweeney) no fue violada tras ser drogada pero si inseminada con los genes de la reliquia para tener lo que se supone será el nuevo Mesías. Tampoco lleva en el vientre el Anticristo, como en una ocasión se sugiere. Pero si un engendro que nunca vemos pero que sentimos tras su nacimiento por sus sonidos. No hay nada sobrenatural.

   LO PEOR: El guion es un poco el sota-caballo-rey del subgénero de lugares en los que está pasando algo turbio, tipo sectas, conspiraciones y demás pero en el tema del terror. Aunque intente sorprender con varios giros, la historia es previsible a más no poder porque tienes la permanente sensación de “esto ya lo he visto”.

   REFERENCIAS: Decía que miraba a los clásicos y es que en ocasiones coquetea con “La semilla del diablo”. Y más recientemente con “La primera profecía”.

   CONCLUSIÓN: 7. Un tipo de terror que ya no se ve en mainstream, mejor en su ambientación y puesta en escena que en su guion, demasiado previsible, y soportado sobre la espalda de una magnífica Sydney Sweeney. 





sábado, 11 de mayo de 2024

Microcríticas Express: Argylle/Road House

 



 
 Posiblemente posea uno de los tráilers más engañosos que haya visto en mucho tiempo. Y es que si alguien ve la película atraído por su reparto es recomendable advertirle que Henry Cavill ya no es que no sea el protagonista, es que su contribución apenas supera la categoría de cameo. Lo mismo le pasa a John Cena y es una pena porque se les podría haber sacado mucho provecho. Pero es que el resto del elenco tampoco tiene una gran participación, desde Sofía Boutella, pasando por Ariana DeBose y terminando en Samuel L. Jackson. Eso si, tiene un salvavidas llamado Bryce Dallas Howard que con su talento, a pesar de que el personaje no de para mucho, y esa idea de heroína distinta del concepto habitual, salva los muebles. Luego está su director, Matthew Vaughn, un cineasta que me gustaba mucho en sus inicios, sobre todo en títulos como “Kick Ass” (las dos), “X-Men, Próxima generación” y la primera de “Kingsman”. La segunda me entretuvo pero ya se repetía demasiado. De hecho, alguien debería decirle al señor Vaughn que sus últimas tres películas son la misma solo que cambiando el título y el reparto (a veces ni eso). Una pena, porque tenía bastante interés para mí, con ese sentido del humor, ese gamberrismo y ese estilo visual propio, pero ahora ya me resulta redundante. Además, el guion básicamente es una payasada que ni siquiera es original sino que bebe de “Tras el corazón verde” y “Operación Uncle”. Aún así, es entretenida y Vaughn sabe montar secuencias de acción bastante vistosas. Como la del patinaje, que creo que busca su escena tipo Iglesia (“Kingsman”) pero claro, y esta es otra, sin su calificación R habitual. De todas formas este tío tiene un problema con los metrajes y no es de hoy. 5’5.


   Me preguntaba porque un actor del nivel de Jake Gyllenhaal se metería en una película como esta. Tras una no demasiado larga reflexión he llegado a la conclusión que ha sido la excusa para mazarse. Porque seamos claros, a mí la original me gustaba mucho, pero buena, lo que se dice buena, no era. No obstante, era muy hija de su tiempo, con sus buenas dosis de desnudos, violencia bastante explícita, y al final resultaba una peli simpática y a la postre muy popular. Pero es que todo eso no lo tiene la versión que han hecho ahora. A mí lo que más me gustaba de la de los ochenta es que realmente era un western y seguía sus claves casi a rajatabla. Cosa que intentan aplicar aquí, y si no, hay una niña del reparto que se empeña en repetírtelo cada cinco minutos,  no sea que el espectador sea imbécil y no se haya dado cuenta por si mismo. O quizá es porque esa idea de tratarlo como un western contemporáneo funcione tan mal que apenas sea perceptible, de manera que había que poner a un personaje a recordarlo. Además, la otra tenía a un Patrick Swayze de moda, Kelly Lynch de fémina, Sam Elliot de amigo del prota y Ben Gazzara de villano. Aquí tenemos a un Gyllenhaal que siempre parece que acabe de levantarse y a Connor McGregor.
Estupefacto he leído por ahí que este era lo mejor de la película. Yo lo siento, pero eso no es una interpretación. Si vas al zoo y coges un orangután (no hace falta que sea el más listo) y le sueltas por el rodaje, no creo que diste mucho el resultado. En definitiva, por salvar algo, se han utilizado cámaras ligeras para dar realismo a la peleas, bueno no está mal, pero vamos que tampoco es para alucinar la idea. 5. 

miércoles, 8 de mayo de 2024

Escenas Míticas: El planeta de los simios - El origen del planeta de los simios

 


   Aquel catártico final de “El planeta de los simios”, mientras Taylor (Charlton Heston) maldecía a la humanidad y mencionaba una de las posibles causas de haber llegado a esa situación, a parte de hacernos esa pregunta, cómo ha pasado esto, nos surgía otra igual de intrigante, porque los simios son inteligentes y los humanos han involucionado. Bien, pues esta película venía a contestar eso.



   Porque lo que muchos pensamos es que quizá, guiados por las palabras de Taylor, había habido una catástrofe nuclear cuyos efectos habían afectado negativamente a los humanos y positivamente a los simios, y por ahí tirarían las secuelas de la saga clásica, pero lo cierto es que estaba cogido con pinzas y sujeto a giros tan descabellados como viajes en el tiempo, poderes telepáticos y otras locuras.



   De hecho, a partir de la tercera entrega, todo lo que viene detrás de “Huida del planeta de los simios”, eran en realidad precuelas de la primera película, porque planteaba un viaje en el tiempo al siglo XX por parte de los simios Cornelius y Zira, los cuales darían un hijo llamado César, que lideraría la “La rebelión de los simios”, también conocida como “La conquista del planeta de los simios”, tras lo cual comenzaría el dominio de los simios sobre humanos.



   Por tanto, “El origen del planeta de los simios” vendría a ser un reboot de toda esa parte, por mucho que Fox se empeñará en afirmar que la nueva trilogía era un relanzamiento desde cero de la franquicia y no tenía relación con la saga antigua ni con el remake de Tim Burton. Es más, el propio director, Ruppert Wyatt ya confesaba que se la había planteado como una precuela.



   Y cualquiera lo negaba con la cantidad de guiños y referencias que hay no solo de la original sino de las secuelas. Empezando porque durante la película podemos ver en varias ocasiones que mencionan el viaje espacial de tres astronautas, que posteriormente insinúa que están perdidos, incluso en un televisor podemos ver la imagen de la serie “Perdidos en el espacio”.



   Dos de esos astronautas están representados en el nombre de uno de los cuidadores del albergue para simios, Dodge Landon, donde hay uno de ellos, una hembra, que se llama Cornelia, como el Cornelius de Roddy McDowall de la película de 1968. Para colmo, a la madre de César la llaman Ojos Claros, como a Taylor (Heston) le llamaban los simios. Además, que ese color verdoso de ojos simboliza la inteligencia superior.
   

   No queda ahí la cosa, el prólogo donde apresan a la que será la madre de César, recuerdan mucho a la secuencia de caza de la película clásica. Al igual que el manguerazo que recibe César en la celda al que recibió Taylor en la suya. Además que el simio tiene una cicatriz en el hombro, como tenía Taylor también. Y la mítica frase de “Quítame tus sucias patas de encima, mono asqueroso”, que dice el cuidador, a lo que contesta César con un gran “Noo”, lo mismo que dice el segundo simio, una hembra también, en poder hablar en “La rebelión de los simios”.



   Así que si, han tenido en cuenta la saga clásica. Por cierto, se le llega a ver fugazmente a Charlton Heston en la tele. Pero más allá de eso, la película explica mucho mejor la razón de la debacle apocalíptica humana. Y es que el virus creado para curar el Alzheimer provoca una gran pandemia mundial que diezma a la humanidad y hace más inteligente a los simios, además de explicar mejor por qué César es el líder de ellos.


   Tras considerar una larga lista de directores donde figuraban nombres tan potentes como Kathryn Bigelow o Robert Rodríguez, se optó por Ruppert Wyatt, qué tan solo había firmado una película "The escapist" y posteriormente solo ha hecho otras dos, "El jugador" y "Nación cautiva". Para el reparto, tras la negativa de Tobey Maguire y Jeff Goldblum, se contrató a James Franco, al que acompañaron Freida Pinto, John Lithgow, Brian Cox y Tom Felton (si, de malo). Aunque la auténtica estrella es Andy Serkis como César, que ya había interpretado a un simio, nada menos que King Kong. 


   La película fue nominada al Oscar por sus excelente s efectos especiales, que correspondían a Weta Digital. Fue la ganadora de los Premios Annie, para películas conpartes animadas pero no de animación. Y cosechó muy buenas críticas, a parte de un gran éxito comercial. Costó 93 millones de dólares y recaudó 480.
  

domingo, 5 de mayo de 2024

Atrapados en un bucle infinito

 

   FICHA TÉCNICA

Título: Atrapados en un bucle infinito.
Dirección: Junta Yamaguchi.
País: Japón.
Año: 2023.
Duración: 87 min.
Género: Ciencia ficción.
Interpretación: Riko Fujitani, Yoshifumi Sakai, Saori , Haruki Nakagawa, Munenori Nagano, Kohei Morooka, Masahiro Kuroki, Shiori Kubo.
Guion: Makoto Ueda.
Producción: Takahiro Otsuki.
Música: Koji Takimoto.
Fotografía: Kazunari Kawagoe.
Distribuidora: Youplanet.

   CRÍTICA

   SINOPSIS: A los empleados de una posada tradicional japonesa les comienza a ocurrir un extraño fenómeno. Cada dos minutos vuelven a retroceder ese mismo tiempo. Pronto se darán cuenta que también los clientes y los habitantes cercanos a la zona sufren esa situación.

   LO MEJOR: ¿Cómo hacer interesante una película de un subgénero tan trillado como el de bucles, paradojas temporales y viajes en el tiempo? Pues este es un excelente ejemplo de que los géneros no se queman sino que son las ideas las que se acaban, pero que con imaginación se puede reformular cualquier propuesta por muy manida que pueda presuponerse de inicio, hasta el punto de ser una de las más originales de esto de los bucles temporales a lo “Atrapado en el tiempo”, que he visto en mucho tiempo. A la vez es una demostración de que no hace falta mucho dinero para hacer una película de ciencia ficción porque esta joyita japonesa es totalmente una producción indie. ¿Y como consigue ser tan efectiva? De primeras es tremendamente divertida, tiene tono cómico, de hecho, en parte (solo en parte), es una comedia romántica, pero su mejor baza, sin duda, es el ritmo. Se trata de bucles de dos minutos, y lo que podría ser una limitación narrativa es precisamente su mejor baza, porque que bien medido que tiene cada bucle. No son bucles de dos minutos que en realidad duran cinco. No, cumple a rajatabla, de tal manera que vemos uno detrás del otro, a ritmo verdaderamente perfecto, y el gran mérito es nunca resultar redundante. Todo hasta llegar a un metraje al que no le sobra nada. Además, técnicamente también tiene lo suyo. Prácticamente cada bucle está rodado en plano secuencia y para ello tiene un gran dominio del espacio del escenario. Y ojo, la fotografía exterior es bellísima.

   Interpretación: Todos están geniales y no es nada fácil el trabajo de compenetración que han tenido entre ellos, teniendo en cuenta que hay bastantes personajes. Pero por encima de todos ellos está una maravillosa Riko Fujitani, que es pura naturalidad y se nota que se lo está pasando genial. Aunque a todos les pasa eso.

   Escena (SPOILERS!!): Los bucles de los primeros cuarenta minutos son de lo más divertido y la sucesión de cada uno de ellos es absolutamente trepidante. Así consiguen enganchar al espectador desde el inicio. Un buen ejemplo, y eso que esta parte es de la segunda mitad de la historia, es cuando se tienen que reunir para que el cocinero del hotel les explique su teoría de lo que está ocurriendo. O lo divertida que es la situación con el hombre que siempre le pilla en el baño lavándose la cabeza. Y aunque la resolución final con el tema de la nave del tiempo es un tanto simple, no deja de resultar divertida. Por cierto, lo más curioso es como les afecta psicológicamente el estar volviendo atrás en el tiempo continuamente y como llegan a la conclusión de que, por diferentes motivos, quizás son ellos los que no quieren avanzar.

   LO PEOR: Sinceramente no le veo grandes fallos. Casi por decir algo, digamos que la parte científica en cuanto a la explicación del fenómeno, es un poco simplona. No obstante, forma parte de la idea cómica de la película.

   REFERENCIAS: Esa vorágine de personajes entrando y saliendo en escena me ha recordado una película que temáticamente nada tiene que ver, “Que ruina de función”. Pero argumentalmente está muy cerca de otra joyita japonesa, “Más allá de los dos minutos infinitos”.

   CONCLUSIÓN: 8. Demostración de que los géneros no se queman ni que la ciencia ficción es uno en el que se necesita mucho dinero, porque esta joyita es pura imaginación, sobradamente entretenida y barata. Pero sobre todo, divertidísima.




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