martes, 5 de diciembre de 2023

Escenas Míticas: Especial Épicas - 300

 

   Esta película se convirtió casi de forma instantánea en uno de los clásicos modernos del cine de historia épica, aunque no sea únicamente ese género el que destila. De hecho, el tratamiento visual que le dio su director, Zack Snyder, correspondía más el género de acción, y la inclusión de evidentes elementos fantásticos la acercan más precisamente a la fantasía épica. Pero no deja de inspirarse en la recreación de un hecho histórico como fue la batalla de las Termópilas (qué significaba “Puertas Calientes”).



   Esta se dio en la Segunda Guerra Médica, allá por el 480 antes de Cristo, entre Persia y Grecia, aunque aquí está muy focalizado en Esparta. Consistió en que para contrarrestar la amplia superioridad de número de las tropas persas de Jerjes, unos 250000 soldados, el rey espartano, Leónidas, se defendió de su paso en un pequeño cañón que estaban obligados a atravesar, las Termópilas, de apenas unos veinte metros de ancho.



   No es cierto que fueran sólo 300 sino tal vez algo más de 1000, aunque si eran 300 los correspondientes a la guardia personal de Leónidas, los que se podían considerar soldados de alto nivel. No obstante, la flota ateniense les dio apoyo desde el mar, algo de lo que solo se menciona en la precuela que vino unos años después. Aun así, fue una gesta de indudable mérito.



   Precuela que llegó siete años después, en 2014, “300, el origen de un imperio”, con una arrebatadora Eva Green como protagonista. Aunque “300” bien podría considerarse una especie de remake de “El León de Esparta” de 1962. No obstante, la película nace como adaptación de la novela gráfica homónima de Frank Miller y Lynn Varley. Comic al que Snyder quería tener tanta fidelidad que muchos de sus planos replican viñetas muy concretas de él, y capta toda la estética del material original.



   Aún así, hay unas cuantas diferencias con la novela gráfica. La más importante es la subtrama protagonizada por Gorgo (quien en el cómic sólo aparece despidiendo a Leónidas) intentando convencer al Senado. Aportación personal de Snyder que pretendía dar un mayor peso al personaje y a la contribución de una mujer en una historia de hombres. Luego había detalles muy comprensibles de entender que se cambiaron, como que los espartanos, salvo cuando combatían, fueron todo el resto del tiempo desnudos.



   El impacto de la película y su particular estética fue impresionante, llegando a copiarse en diversas producciones posteriores. Una de las más descaradas fue la serie “Spartacus”, replicando el uso de la sangre digital, la violencia y el tratamiento visual de las escenas de combate con abundante cámara lenta. Pero también causó controversia. Se la criticó por retratar a los persas como monstruos y al resto de griegos, no espartanos, como débiles.



   En el reparto no había estrellas como Daniel Day Lewis, Mel Gibson, Russell Crowe o Tom Cruise, como hemos visto en las películas anteriores de este ciclo, pero si caras tan reconocibles, aunque más como habituales secundarios por aquel momento, como Gerard Butler, Lena Headey (antes de ser también reina pero en “Juego de tronos”), David Wenhann (“El señor de los anillos”), Dominic West, Rodrigo Santoro o Michael Fassbender.



   Tras la cámara un Zack Snyder que venía de debutar y triunfar con su remake de “El amanecer de los muertos” y que tras el éxito incontestable de “300” se metió en proyectos más personales, de buena calidad pero con resultados comerciales irregulares, como con “Watchmen”, “Ga’hoole” o “Sucker Punch”, antes de sumergirse en su versión de “La Liga de la Justicia” en la que ha pasado como “Snyderverso”. Actualmente está a menos de un mes de estrenarse una de las películas más esperadas del año, aunque lo haga directamente en Netflix, “Rabel Moon”.



   Salvo una escena, la película está prácticamente entera rodada en interiores, lo que abarató significativamente los costes, pero valiéndose de hacerlo casi constantemente con pantallas. Además, pasaron varios meses reuniendo el vestuario y accesorios para las batallas. Se hicieron hasta 600 piezas de vestuario, por ejemplo. Además, construyeron un lobo y trece caballos mecánicos. Aunque la mayor parte del armamento, los escudos, lanzas y espadas fueron reciclados de los usados en películas como "Troya" y "Alejandro Magno". 



   Tuvo críticas mixtas aunque abundaron más las positivas que las negativas. Eso para la prensa, porque al público, la película encantó. A los espectadores les volvió locos, lo que la convirtió en la segunda más taquillera de 2007, con 456 millones de dólares recaudados, habiendo gastado en ella solo 70.



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