La
cuestión es que el título más bien debería haber sido “Blue
Beetle’s family”, porque toda la familia del personaje principal
es casi tan protagonista como él. ¿Eso es bueno o malo? Por un lado
tienes el punto de vista, por primera vez en una película de
superhéroes, de una familia de inmigrantes, y eso aporta una visión
diferente
de la sociedad estadounidense. Pero el tono es tan de comedia que a
veces me daba la sensación de estar viendo una sitcom. Aunque es
verdad que hay chistes que no creía que se atreverían a hacer, que
me han parecido graciosos. Pero claro, implicar a toda la familia en
la trama hace que tenga que pasar por el aro de situaciones de guion
que me sacan completamente de la película, tales como que la madre
sepa pilotar naves, el tío sea un experto en tecnología de máximo
nivel y la hermana una gran luchadora. Lo siento pero no. Demasiados
“venga, vale, aceptamos pulpo como animal de compañía”. Y mira que tiene más acción de lo que esperaba e incluso espectáculo visual,
además que el diseño del traje de Blue Beetle es muy atractivo, y
Xolo Maridueña (“Cobra Kai”) me convence en el papel, pero
incluso con todo ese ritmo la película se me hace larga y eso,
teniendo en cuenta que su
único objetivo es entretener, no es buena señal. Porque esa es
otra, sobrepasa las dos horas y de verdad que no era necesario. Solo
la parte final es más de media hora que llega a hacerse
interminable. 5’5.
He
disfrutado con esta saga y le doy el mérito de, en un momento dado,
tras la incongruencia de “Tokyo Race”, convertir unas películas
de coches en algo mucho más ambicioso, un monumental blockbuster que
ha brindado mucho entretenimiento muy disfrutable. Pero ya hace
varias entregas que esta saga debería haber colgado las botas. En mi
opinión, tocó su techo en la séptima y de ahí cuesta abajo y sin
frenos (no he podido resistirme al chiste). En su busca del más
difícil todavía ha llegado un momento que el espectáculo
inverosímil y fantasioso, que antes era muy divertido, ahora es ya
ridículo (señor Toretto, de verdad, los coches no vuelan). Encima
es que se lo toman en serio, de lo cual deberían tomar ejemplo de la
saga “Scream” que se autoparodia constantemente consciente de que
eso no se puede tomar más que a cachondeo. Porque el guion es un
auténtico disparate donde, de repente, todo el mundo tiene un hijo
del que jamás se ha oído hablar, sacado de la manga, los personajes
aparecen de la nada y desaparecen de la misma forma y se
teletransportan a cualquier parte del mundo. Y además, son
demasiados, se han liado a acumular personajes (y amenazan con traer
más en la segunda parte, porque esa es otra, que esto solo es la
primera) y no tienen espacio para brillar, desaprovechando sus
mejores bazas, como a John Cena o Charlize Theron, hasta el punto de
parecer un festival de cameos. Porque Jason Momoa está insoportable,
no sé si es que le han dicho que tome como referencia al Joker, se
pasa la película haciendo payasadas. Señor Momoa, en serio, no. En
fin, yo esto ya lo veo solo como comedia, aunque no sea su intención
serlo. Cuidado
por si la buscáis en aguas internacionales, igual deberían haberla
llamado "Fast 10", no X.
4.
Menos
mal que lo siguiente de Ana de Armas (que me encanta) tiene mucha
mejor pinta que sus dos intentos en el género de acción, tanto “El
agente invisible” (que es mejor pero a ella no le dan bola no fuera
a comerse con patatas a los dos protagonistas) como esta. Por cierto,
también compartía reparto con Chris Evans, al igual que en “Puñales
por la espalda”. Quizá buscando explotar esa química que parecen
tener ambos han querido hacer esta propuesta de mezcla de acción y
romance. Aunque ya os digo que valen más los diez minutos con Daniel Craig en “Sin tiempo para matar” que toda la película de la que
hablamos ahora. Básicamente porque este es uno de los ejemplos más
descarados de película algoritmo. De hecho, si me dijeran que el
guion lo ha hecho una inteligencia artificial, me lo creería sin
problema. Hasta el punto que es fácil adelantar cual va a ser la
siguiente escena. Así de predecible es. No
voy a decir que sea aburrida, entretiene y tiene su punto de humor,
pero si le recortas media hora pues tampoco pasaría nada. Entre ese
metraje sobrante estarían todos esos cameos marvelianos metidos con
calzador y que no vienen a cuento. Tampoco creo que el director
elegido fuera el adecuado, Dexter Fletcher, que hizo muy buen trabajo
con “Rocketman”, pero igual no era el mejor para rodar escenas de
acción. Lo dicho, esperando lo nuevo de Ana de Armas, que será
“Ballerina”, y eso si puede molar. 5.
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