El universo de John Wick continúa y esta vez llegará a través de una miniserie de tres episodios de noventa minutos, donde el nombre más relevante es el de uno de los iconos del cine de acción de los ochenta y noventa, Mel Gibson. Que nadie espere la aparición de Keanu Reeves pues la historia es una precuela que se desarrolla cuarenta años antes, en torno al peculiar hotel Continental y bajo el punto de vista de un joven Winston. El primer capítulo se estrenará el 22 de septiembre y después será uno cada semana. Y se verá por Amazon Prime Video.
jueves, 31 de agosto de 2023
Trailerfilos: The Continental (tráiler oficial)
El universo de John Wick continúa y esta vez llegará a través de una miniserie de tres episodios de noventa minutos, donde el nombre más relevante es el de uno de los iconos del cine de acción de los ochenta y noventa, Mel Gibson. Que nadie espere la aparición de Keanu Reeves pues la historia es una precuela que se desarrolla cuarenta años antes, en torno al peculiar hotel Continental y bajo el punto de vista de un joven Winston. El primer capítulo se estrenará el 22 de septiembre y después será uno cada semana. Y se verá por Amazon Prime Video.
martes, 29 de agosto de 2023
Escenas Míticas: Monstruos Acuáticos - Underwater
Esta
sección me sirve para recuperar películas pasadas, de otras épocas,
pero también para reivindicar títulos que no tuvieron buenas
críticas, fueron un fracaso de taquilla o que incluso el público la
tomó con ellas por h o por b. Muchas de ellas, con el tiempo pasaron
a considerarse de culto y fueron adquiriendo el cariño de los
espectadores que no tuvieron en su estreno. Pues este no es el caso.
Aun
así he tenido a bien hablar de ella porque aunque claramente no
inventara nada ni sea nada del otro mundo, ya sea porque me gustan
esta clase de películas, aunque vea evidente de quien copia. Porque
aunque se asemeje a otros títulos, sobre todo ochenteros, como
“Profundidad seis”, “Leviathan, el demonio de las
profundidades” o “Abbys”, el gran referente cinematográfico vuelve a ser “Alien”.
Personalmente
considero que es una película que funciona en esa emulación, que
está muy bien rodada y consigue un buen nivel de claustrofobia, qué
es lo que pretende. Además, tiene ese encanto de aquellas
películas de los ochenta. No deja de ser una película de serie B,
con todas las claves que eso implica, pero con dinero.
Un
dinero que ascendía a 60 millones de dólares, tampoco estamos
hablando de presupuestos como el de “Megalodón”, por ejemplo.
Pero lo suficientemente alto como para considerarse un fracaso de
taquilla al solo recaudar 40 en salas de cine. Aunque podemos dar
algunas explicaciones, que no excusas, del descalabro. Seguramente hubiera dado igualmente.
De
primeras, su producción coincidió plenamente con el proceso de
venta de Fox por parte de Disney, lo cual provocó varios retrasos
en su fecha de estreno, lo que contribuyó a crear cierta leyenda
negra sobre ella. De hecho, fue la última película que llevó el
sello de Twenty Century Fox. Esto supuso que se estrenara en enero
de 2020, una de las últimas también en hacerlo antes del cierre de
las salas de cine a causa de la pandemia del covid.
¿Afectó
esto a su taquilla? Bueno, la pandemia no fue declarada hasta
prácticamente un mes después, pero es verdad que muchas películas, cuando no funcionan como quisieran en los
mercados de Estados Unidos y Europa, esperan al asiático para
recuperarse, en ese tiempo el virus ya había hecho acto de presencia
en China. Por lo menos les habría dado para no perder dinero.
Tampoco
el reparto poseía nombres que arrastraran al público a los
cines. Es conocida la animadversión que genera Kristen Stewart a
cierto sector de él. Injustificado la verdad. Ya cansa la retahíla
de que es inexpresiva y no va a estar con el San Benito de
“Crepúsculo” toda la vida, como Robert Pattinson. Para quienes
sean capaces de abrir su mente (y sus ojos) vean películas como
“Café Society”(Woody Allen), “Soberg”, “Spencer” y, sobre
todo, “Personal Shopper”.
Una
Stewart que las pasó moradas por el agobio de los trajes herméticos
de 63 kg que tuvieron que llevar todos. Y que cuando no lo llevaban,
para colmo también tuvo polémica, acusándola de aparecer mucho en
ropa interior, aunque su atuendo fuera bastante menos sugerente que
el semitransparente de Sigourney Weaver en “Alien, el octavo
pasajero”. De hecho, incluso podría ser un guiño a aquella. Como
una de las correas que lleva Vincent Cassel en las que pone Weyland
Yutani, la empresa que financia a la Nostromo.
El
reparto lo completaba Jessica Henwick y T.J. Miller. En la silla
del director estaba William Eubank, autor de otras dos películas de
ciencia ficción bastante interesantes como “Love” o “La señal”
y otra de terror no tanto, “Paranormal Activity: los allegados”.
Por cierto, la criatura final, claramente es un homenaje a H.P.
Lovecraft, pues es la viva imagen de Cthulthu.
domingo, 27 de agosto de 2023
El triángulo de la tristeza
FICHA
TÉCNICA
Título:
El
triángulo de la tristeza.
Dirección:
Ruben
Östlund.
País:
Suecia.
Año:
2022.
Duración:
147
min.
Género:
Comedia,
drama.
Interpretación:
Harris
Dickinson, Charlbi Dean, Zlatko Buric, Dolly De Leon, Woody
Harrelson, Vicki Berlin, Henrik Dorsin, Sunnyi Melles,
Jean-Christophe Folly, Iris Berben.
Guion:
Ruben
Östlund.
Producción:
Erik
Hemmendorff, Philippe Bober.
Fotografía:
Fredrik
Wenzel.
Distribuidora:
Vertigo
Média.
CRÍTICA
SINOPSIS: Una
pareja de influencers es invitada a pasar unos días de crucero en un
yate de lujo, por lo que se pasan todo el viaje rodeados de ricachones.
Hasta que un acontecimiento inesperado cambia los roles.
LO MEJOR: Sin
duda, es una de las películas más delirantes del año, porque
realiza una inmisericorde sátira sobre la clase rica. Porque no
tiene compasión en su retrato de las clases sociales, tanto a los
ricos, como a los que están en vías de serlos, como a los pobres.
Se hace una feroz crítica al capitalismo pero sin llegar a mostrar a
sus representantes como los “villanos”. Simplemente como personas
que viven en una realidad paralela, con una percepción del mundo
alejada de la de los demás. Es cierto que parte de diversos clichés
ya clásicos pero tampoco es que abuse de los estereotipos, solo los
utiliza como arranque. Claramente dividida en tres actos
diferenciados por los cuales nos guían dos personajes, qué son los
únicos presentes en todos ellos, y a lo largo de dos horas y media,
aunque tampoco es que se haga larga, tocan varios temas de rabiosa
actualidad; como la moda, los influencers, Instagram, los magnates de
los lobbys. En conjunto, a pesar de los altibajos (que los tiene) de
un producto de lo más divertido, que tiene una de las secuencias
(bastante extensa) más graciosas que he visto en años. Sí, muy
vulgar, incluso asquerosa y excesivamente basada en la escatología,
pero personalmente me he reído hasta saltárseme las lágrimas.
Interpretación: Aunque
es un reparto bastante coral, hay dos de sus integrantes que
permanecen durante los tres actos del guion, que son Harris
Dickinson, quizá el que más pueda sonar, y Charlbi Dean. Pero no
por ello son los más destacados. Hay actores que aparecen en uno
solo de esos actos, y ni siquiera en toda su extensión, que se roban
la película. Como un impagable Woody Harrelson en el segundo o Dolly
de León en el tercero, precisamente la que ha acaparado las
nominaciones por su interpretación.
Escena (SPOILERS!!): Hay
diversas reflexiones sobre el valor del dinero, todo el primer acto
prácticamente consiste en la discusión por pagar la cuenta de la
cena por parte de la pareja. En contraposición con la escena en la
que un millonario quiere regalar un Rolex a las chicas que han
querido hacerse una foto con él. Pero sin duda, la secuencia
delirante de verdad en la de la cena del capitán, donde literalmente
todos los comensales comienzan a vomitar. Por muy desagradable que
sea es imposible no partirse de risa. Sobre todo porque la razón
está precisamente en la frivolidad de una de las clientas ricas, que
se empeña en que toda la tripulación se bañe en el mar,
imponiéndoles por capricho que se diviertan. Lo cual hace que la
comida se eche a perder y, junto a los movimientos del barco a causa
de la tormenta, haga que todos los asistentes de la cena empiecen a
vomitar compulsivamente. Respecto a los interrogantes del final, hay
dos claves, si Abigail (León) llega a matar a Yaya (Dean), y por qué
corre Carl (Dickinson). Lo primero está totalmente abierto.
Claramente su intención es
acabar con ella para que no pueda decirles a los demás que la isla
está desierta y poder seguir gozando de sus privilegios. Parece que
desiste de la idea cuando Yaya insiste en ayudarla a la vuelta a la
civilización pero es posible que cuando le dice que sería
trabajando para ella se volviera a indignar. Quiero pensar que no la
mata. Abigail demuestra ser siempre muy lógica y es fácil que
pensara que lo de que en la isla hay un resort iba a saberse tarde o
temprano. En cuanto a porque corre y de esa manera Carl está más
claro. Es muy posible que ya sepa lo del resort y crea que Abigail
puede hacer daño a Yaya para callarla.
LO PEOR: En
más ocasiones de las que quizá debiera, las pinceladas con las que
quiere perfilar su ácida crítica se convierten en trazos de brocha
gorda. Es poco sutil. Y bueno, no todas sus partes funcionan igual de
bien, y eso hace que el ritmo se perciba como muy irregular.
REFERENCIAS: Con
un argumento totalmente diferente, pero la película que más me ha
venido a la mente es “Parásitos”, de Bong Joon Ho.
CONCLUSIÓN: 7’5. Delirante en su retrato de las clases sociales, y en especial de la más alta, a la que satiriza sin compasión haciendo una paradoja del cambio de roles. Probablemente tiene la secuencia más divertida del año.
sábado, 26 de agosto de 2023
Microcríticas Express: Ellas hablan/Al descubierto/Lovelace
Básicamente
consiste en presenciar el parlamento que sostienen un grupo de
mujeres de una colonia religiosa acerca de una serie de violaciones
que han ido sufriendo todas y en esa conversación tratan de decidir
que hacer, si quedarse o irse todas. El
tono
llega casi a ser filosófico y ético, claramente invitando a la reflexión al espectador con ellas. Todo lo que allí se debate
me parece muy interesante y por ahí puede ser que haya llegado el
Oscar al mejor guion que se llevó. Sobre todo, el dilema que tienen
con que sus medidas les ocasionen problemas con su religión. No
tengo problemas con que el ritmo sea pausado pero a veces, siendo
ya de por si lento, encima tiene parones, y confieso que me he
llegado a desesperar en varias ocasiones porque contradice la
situación de la historia y es que realmente les apremia el tiempo de
tomar una decisión que no puede demorarse. Sin embargo, ahí están
divagando muchas veces, dándoles más vueltas de las necesarias. Un
recorte de cuarto de hora le habría ido bien. Además, me faltan
cosas que debían explicar acerca de los hechos y los agresores no
salen en ningún momento aunque creo que es totalmente intencionado
para que solo ellas sean las protagonistas, y puede ser acertado.
Gran parte de la película transcurre en un mismo escenario, lo que
aumenta aún más la sensación teatral que muy pocas veces se rompe.
Por
cierto, gran trabajo de todo el elenco, casi totalmente femenino,
especialmente Rooney Mara, Jessie Buckley y Claire Foy. 6’5.
Juega
en la liga de las películas de
periodismo
sobre hechos reales que descubren
una gran trama, tales como “Todos los hombres del presidente” o
“Spotlight”. Quizá no esté a ese nivel pero se acerca al menos
en cuanto al tono y la sobriedad. En esta ocasión dando luz a la
investigación periodística de dos reporteras del New York Times,
que destaparon los abusos sexuales que llevaba décadas cometiendo el
productor de cine Harvey Weinstein y que supuso el pistoletazo de
salida para lo que terminó convirtiéndose en el movimiento #metoo.
Aunque lo más repugnante no es que existiera un depredador sexual
como ese sino que hubiera un comportamiento alrededor sistémico para
encubrir y enterrar los testimonios de las víctimas. Es lamentable
que tanta gente mirara para otro lado. Porque, como denuncia la
película, esto era mucho más grande de lo que parecía en un
principio, no se reducía a Weinstein, que solo era la punta del
iceberg de todo un entramado de abusos en Hollywood. Todo eso lo
narra de forma exhaustiva y de forma muy clara. Porque uno de los
problemas de estas películas de conspiraciones y demás es que te
pierdes entre tantos datos y nombres. Pues eso lo salva muy bien
esta. Gran trabajo del dúo protagonista, Zoe Kazan y Carey Mulligan
dando vida a las dos periodistas. Como curiosidad, Ashley Judd
aparece haciendo de si misma, porque fue una de las afectadas. 7.
Linda
Lovelace fue bastante popular allá por los años setenta gracias a
la película pornográfica “Garganta profunda”, lo que la
convirtió en una estrella de un tipo de cine que en parte gracias a
títulos como este despertaron la atención del público, lo que
llegó a preocupar incluso a políticos. Linda fue considerada un
símbolo de libertad sexual, aunque paradójicamente de eso tenía
bien poquito. Porque lo que viene a contar la película es bien
distinto, es una historia de maltrato, vejaciones, prostitución
forzada y violaciones. No de forma explícita, no es esa clase de
película, pero si lo deja bien claro. De hecho, una de los aspectos
más curiosos es como te muestran una serie de escenas en las que
aparentemente
todo está bien y luego te muestran el lado oscuro de cada una de
ellas. Artísticamente
no hay mucho más que reseñar,
transita por el terreno del biopic más convencional, pero si se
puede destacar la buena ambientación de la época y el gran trabajo
interpretativo de Amanda Seyfried. También aparece gente como Sharon Stone o James Franco. Solo un apunte que más que una
crítica es una duda. En la película se dice que Linda Boreman
(que era su apellido verdadero)
solo hizo esa
película para adultos, cuando en teoría si que había hecho otras y
bastante duritas por lo visto. No obstante, adapta en parte la
biografía de ella, que para corroborar que decía la verdad llegó a
superar un detector de mentiras, lo
que no sé que partes cambiaron para el guion. 6’5.
miércoles, 23 de agosto de 2023
Escenas Míticas: Monstruos Acuáticos - Mandíbulas
Probablemente sean los cocodrilos, detrás de los tiburones, los animales más usados para monsters movies, para películas en las que un gran depredador aterroriza a unos cuantos humanos. Sin embargo, es muy raro ver un título referente a ellos con un aprobado en las páginas de cine. Es el caso de esta, que tiene una nota bajísima. Lo que se contradice cuando se hacen votaciones sobre películas de cocodrilos y siempre está en el Top 5.
Curiosamente tuvo en España el título “Mandíbulas”, es decir, en inglés debería haber sido “Jaws”, que aquí se llamó “Tiburón”, con la que, como no, tiene varias reminiscencias, lo que le valió la habitual acusación de plagio. Sin embargo, su título original era “Placid Lake”, lo cual se llega a mencionar en la película.
Pues bien, para mí esta es claramente mi favorita en este subgénero. No creo que sea la mejor, muy probablemente sean superiores “Black water”, “El territorio de la bestia” o “Infierno bajo el agua”. Incluso aquel clásico setentero que conocimos como “La bestia bajo el asfalto”. Pero “Mandíbulas” me sigue pareciendo la más divertida, la que menos en serio se toma a sí misma, y hasta tiene cierto tono cómico, incluida en la subtrama de “screwball comedy”, de pelea de sexos, entre varios personajes.
De hecho, tiene una de las escenas más graciosas que he visto en una película de este tipo, que es en la que la anciana da de comer al cocodrilo con una de sus vacas. No obstante, lo cierto es que este título vino en una época de la resurrección de las monster movies, de cuatro o cinco años, donde llegaron otras como “Anaconda”, “Deep Rising”, “ Species”, “Mimic”, “The Relic”, “Un hombre lobo americano en París” y “Deep blue sea”, que se estrenó en el mismo año.
Tuvo un reparto de caras bastante conocidas, no vamos a decir estrellas pero sí muy reconocibles para el público, como Bill Pullman, Bridget Fonda (probablemente en el mejor momento de su carrera aunque un par de años más tarde se retirara definitivamente de la interpretación), Oliver Platt, Brendan Glesson y una impagable Betty White (una de las cuatro “Chicas de Oro”, concretamente Rose).
Tras la cámara todo un especialista del género de terror, que ha participado en dos de las más populares sagas de slasher, en la segunda y tercera parte de “Viernes 13” y en “Halloween H20”. Pero además Steve Miner tiene varias películas icónicas del terror de serie B de los ochenta, como “House, una casa alucinante” y “Warlock, el brujo”. Y una rara avis como “Eternamente joven”, con Mel Gibson.
Por cierto, hace un cameo como piloto de helicóptero en la película. Los otros creadores son el guionista David E. Kelly (conocido posteriormente por la exitosa serie “Big little líes”). Y sobre todo, el gran Stan Winston, que en esa misma década de los noventa había recibido su cuarto Oscar por los efectos especiales de “Jurassic Park”.
Su importancia en la película es vital pues la creación de su cocodrilo (dos en realidad), es el mejor que a día de hoy, y ya ha llovido, he visto en una película de cocodrilos. Dos cocodrilos animatrónicos para cuyos movimientos eran necesarios entre tres y seis operadores. A todo esto, la idea de un segundo animal por sorpresa fue copiada para “Megalodón”.
En definitiva, una monster movie muy muy divertida, que acierta en su idea de historia de grupo, con protagonismo compartido y con algunos chistes muy negros. Como la referencia a la película de John Boorman, “Deliverence”, en la que unos excursionistas de la ciudad son brutalmente atacados por varios lugareños. No creo que cogiera la broma todo el mundo pero me pareció muy buena. Económicamente salió airosa, costó 27 millones de dólares y recaudó 56 en taquilla. Además tuvo cinco secuelas, bastante horribles todas, la mayoría para televisión.
domingo, 20 de agosto de 2023
Háblame
FICHA
TÉCNICA
Título:
Háblame.
Dirección:
Danny
Philippou, Michael Philippou.
País:
Australia.
Año:
2022.
Duración:
95
min.
Género:
Terror,
thriller.
Interpretación:
Sophie
Wilde, Alexandra Jensen, Joe Bird, Miranda Otto, Zoe Terakes, Marcus
Johnson, Ari McCarthy, Jett Gazley, Hamish Phillips.
Guion:
Michael
H. Beck, Danny Philippou, Bill Hinzman, Daley Pearson.
Producción:
Kristina
Ceyton, Samantha Jennings.
Música:
Cornel
Wilczek.
Fotografía:
Aaron
McLisky.
Distribuidora:
A24.
CRÍTICA
SINOPSIS: Un
grupo de adolescentes participan en un juego muy peligroso. Se trata
de invocar espíritus a través de una mano embalsamada y dejarlos
que los posean durante un breve periodo de tiempo. Pero cuando la
situación se descontrola es cuando algunos sufren
las consecuencias de jugar con fuego.
LO MEJOR: A24
lo
ha
vuelto a hacer. Que capacidad tiene esta productora para colocar una
de sus películas entre lo mejor del género de terror del año (y otros
también). La fórmula es tan sencilla como efectiva. Presupuestos
muy ajustados (se gastan cuatro duros, bueno aquí algo más de
cuatro millones de dólares, lo cual han rentabilizado de sobra
recaudando diez veces más y lo que te rondaré morena), apuesta por
directores nuevos (en esta ocasión con unos debutantes que, por lo que
tengo entendido, eran unos youtubers que solo habían hecho cortos,
los gemelos Danny y Michael Philippou, a los cuales habrá que seguir
la pista), y nada de estrellas (y si hay algún rostro conocido, con
sueldo acorde al resto de la producción). No obstante, la película no es que
invente la pólvora pero recarga sus armas a la perfección con la
ya existente. De tal manera que lo que podría ser una más de
espiritismo y fantasmas, haga de sus secuencias de posesiones una
experiencia sumamente impactante gracias a su puesta en escena. Todo
prescindiendo de los efectos digitales, basándose casi totalmente
en un gran trabajo de maquillaje. Temáticamente habla del duelo y la
adicción como válvula de escape para afrontarlo, o como
consecuencia de no saber hacerlo. Son bastante evidentes los
paralelismos, esas sesiones espiritistas están presentadas casi como
una droga. Además, hace un minirretrato del mundo adolescente actual,
siempre en busca de emociones fuertes, de fiesta en fiesta y con los
móviles como testigos omnipresentes.
Interpretación: La
protagonista total, aunque en un grupo coral en un principio, es otra
debutante, al menos en la pantalla grande, Sophia Wilde, que ejerce como
verdadero motor de la historia. En cuanto a si la veremos en la
secuela, yo creo que si. No sé en que rol, si principal o secundario
pero quiero pensar que la volveremos a ver. A eso invita el final.
Por cierto, en el reparto está miranda Otto, la que conocimos como
la Eowyn de “El Señor de los Anillos”.
Escena (SPOILERS!!): Como
decía, las secuencias de posesiones son lo más impactante. Pero hay
que destacar como están tratadas desde
la puesta en escena. En una ocasión se hace un montaje de imágenes
con todos lo integrantes del grupo probando con la mano como si
fueran auténticos chutes. El paralelismo con la droga es evidente.
No obstante, vamos a los interrogantes. ¿Qué ocurre al final? Pues que Mia (Wilde), en el último momento entiende
que debe sustituir al chico. La frase del fantasma (o lo que sea) de
su madre, “siempre será nuestro”, la convence de que no le
dejarán salir nunca y decide ocupar su lugar para que sea libre, pues se siente responsable de que esté en esa situación. Lo
que sucede después es que ha pasado un tiempo en el que ella ha
permanecido en una especie de limbo. Ella ha muerto y al final se confirma cuando
es llamada por la mano pero desde el lado de los espíritus, ahora es
ella quien puede poseer a quien decida jugar con la mano. Así que
esa es la manera en la que podremos verla en la secuela, porque ya
pertenece a “Los otros”. Detalle impactante, el chico que juega
la última vez habla
en otro idioma, es decir, se trata de la segunda mano de la que se
llega a hablar en un momento dado.
LO PEOR: No
deja de ser una típica propuesta de terror para adolescentes, por lo
que muchas de las situaciones que nos proporcionan nos van a sonar a
haberlas visto antes. En otras películas de ouijas, fantasmas o
gente que ve una cinta prohibida. Juega en esa liga y no lo esconde.
De hecho, juega muy bien.
REFERENCIAS: Como
vengo diciendo, la secuela está en camino, durante la película van
dejando varias semillas para ello. Vendría a ser una mezcla entre
“Los muertos del pasado” (cinta muy recuperable) e “Insidious”.
Como fenómeno cinematográfico de terror, es la “Smile” de este
año.
CONCLUSIÓN: 7. Jugando en la misma liga que otras películas de posesiones, sin inventar la pólvora, ni pretenderlo, A24 ha vuelto a entregarnos una de las mejores propuestas del terror del año, porque esta es la "Smile " de este.
sábado, 19 de agosto de 2023
Microcríticas Express: Pesadilla americana/El club del odio/La purga infinita
Es
curiosa, entretiene por la incertidumbre que genera el saber que está
pasando realmente, más allá de que tampoco sea muy difícil
imaginárselo aunque es verdad que tiene una vuelta de tuerca que no
esperaba. El problema es que a veces parece que quiere ser una cosa y
luego otras. Quiere ser demasiadas. Por un lado quiere ser una
sátira social sobre la discriminación de los inmigrantes en Estados
Unidos. Porque es al sueño americano a quien apunta directamente.
Pero también quiere ser una comedia negra. Pero es que también
quiere tener elementos de terror. El resultado es un batiburrillo de
ideas que no todas funcionan igual de bien o que quizá no mezclan
como debieran. Eso es lo que le sale a la perfección a Jordan Peele,
que es el espejo donde se mira esta película, sobre todo en “Déjame
salir” (aunque la trama no tenga nada que ver), pero es que Peele
hace una sátira, introduce el terror y claro que tiene humor negro
pero no comedia. Y creo que esta “Pesadilla americana” quiere ser
demasiado graciosa. Aún así, como he empezado diciendo, es
entretenida y tiene ideas curiosas. Además, está una de las nuevas
reinas del terror, Jenna Ortega, aunque no sea la protagonista. Por
cierto, no creo que Trump la tenga en su lista de favoritas. 6.
Hay
películas que me resultan especialmente incómodas.
Que mientras las estoy viendo, incluso opinando
que son muy buenas, estoy pensando en que no creo que vuelva a
verlas. “Eden Lake” o “Funny games” son buenos ejemplos de
ello. Y esta “El club del odio” también. El motivo es por el
realismo de su violencia. No porque sea explícita, de hecho, no lo
es en absoluto, y lo más fuerte ocurre fuera de plano, lo cual es
incluso peor porque tú sabes lo que está pasando y lo estás
imaginando. Un recurso que utilizan bastante. Pero es que los que
generan esa violencia no son Michael Myers o John Wick, lo que me
distanciaría de la realidad, sino personas con las que te cruzas en
el ascensor, viajas en transporte público o son compañeros de
trabajo. Porque el discurso de odio que denuncia la película lo
puedes escuchar en esos lugares, hay diálogos del guion que yo los
he escuchado en esos lugares. Uno en el que la víctima es culpable
hasta de defenderse. Esto está ahora mismo en nuestra sociedad. No
voy a revelar el tema principal pero se despeja rápidamente, en
cuanto veáis cierto “pastel” os va a quedar claro. En cuanto a
lo técnico, está rodada en tiempo real y en plano secuencia lo que
hace que sea más asfixiante, lo que no te da un respiro, en lo que
se podría calificar como un thriller de terror, porque en parte es
una home invasion, pero no un terror de fantasmas, slasher o
monstruos. Bueno, monstruos si, pero humanos. Gran trabajo del
reparto casi enteramente femenino. 7.
Muchos
pueden pensar que ya está bien de explotar la misma idea, que van ya
cuatro películas y parece que la última que sacan ya ha tocado
techo siempre. Y puede ser que tengan razón, pero tengo que
reconocer que James DeMonaco, creador de esta saga, aunque en esta no
dirija y se haya quedado en la producción y el guion, sabe como
enfocar el tema desde un ángulo distinto en cada entrega. No te
cuenta exactamente lo mismo. Y con esta, a pesar de las malas
críticas, considero que le ha dado un nuevo giro de tuerca. Si ya
normalmente hacía un retrato de una sociedad estadounidense hiper
violenta, aquí plantea un paso más. ¿Y si ya no les fuera
suficiente con una noche de sangre al año? ¿Y si esa población que
has dejado armarse hasta los dientes decidiera continuar la purga y
lo tomara como excusa para realizar un genocidio de inmigrantes?
Porque ahí es hacia donde va esta cuarta película, hacia la crítica
social pero no en cuanto a clases, sino a la xenofobia. Pero lo más
interesante es lo siguiente que plantea. ¿Y si los Estados Unidos no
fuera el país al que huir sino del que huir? Que pasaría lo que ya
planteaba en parte la serie “El cuento de la criada”, que se
daría la vuelta a la tortilla. Y eso es interesante. No
estrictamente original pero está curioso y además la película es
entretenida y tiene un ritmo trepidante. No la veo tan mal como mucha
gente la ha puesto. 6.
jueves, 17 de agosto de 2023
Música de Película: Oppenheimer
Aunque el compositor de cabecera de Christopher Nolan fuera Hans Zimmer, en sus últimas dos películas no ha podido contar con él y para sustituirle ha optado por el sueco Ludwig Göranson, que a sus 39 años ya posee un Oscar ("Black Panther"), un Grammy y un Emmy ("The Mandaloroan"), y que aunque no tenga nada que ver con Zimmer, un aire se da en cuanto a estilo musical.
Tema: Main theme.
Película: Oppenheimer.
Intérprete o compositor: Ludwig Göranson.
Tema: Destroyer of worlds.
Película: Oppenheimer.
Intérprete o compositor: Ludwig Göranson.
Tema: Prometheus.
Película: Oppenheimer.
Intérprete o compositor: Ludwig Göranson.
martes, 15 de agosto de 2023
Escenas Míticas: Monstruos Acuáticos - Deep blue sea
Uno de mis placeres culpables favoritos hasta el punto de colocarla en mi Top3 de películas de tiburones, lo cual no está mal si consideramos que las otras son las dos primeras partes de la saga “Tiburón”. El caso es que también en diversas encuestas de revistas cinematográficas y otras, salía como uno de los títulos favoritos del público en este subgénero.
La inspiración de la película reside en la experiencia personal de uno de los guionistas, Duncan Kennedy, quien presenció un ataque de tiburón que le causo tal impacto que hasta llegó a padecer pesadillas durante un tiempo. A pesar de ello, se planteó que el guion debía eludir lo más posible el parecido con la película de Steven Spielberg.
Sin embargo, el director del film, Renny Harlin no pudo evitar hacer un homenaje a ella, dado que Spielberg es un reconocido ídolo suyo, y la matrícula que le quitan de la boca a uno de los escualos es exactamente la misma que le sacan al tiburón tigre de “Jaws”. No es el único guiño a la saga. La forma de matar a uno de los escualos, por medio de electrocución, es un guiño a “Tiburón 2”. Y la rotura del cristal submarino hace lo propio de “Tiburón 3”.
Un Renny Harlin, que aunque actualmente esté bastante defenestrado, ya le he defendido en varias ocasiones por tener en su filmografía varios títulos muy divertidos. Se dio a conocer con “Pesadilla en Elm street 4” (probablemente una de las mejores de la saga) y encadenó varias películas muy disfrutables; “La jungla 2, Alerta roja”, “Máximo riesgo” (una de las mejores películas de acción de los noventa), “La isla de las cabezas cortadas” (injusto fracaso de taquilla) y “Memoria letal”).
Todo antes de esta “Deep blue sea”, tras la cual bajó considerablemente su nivel, y que es verdad que no tuvo buenas críticas, aunque como digo, hoy si es una película muy apreciada por el público, en la que todo estaba puesto al servicio de la diversión y que consiguió 164 millones de dólares recaudados habiendo invertido 82.
Para el papel protagonista, aunque es una película bastante coral, se pensó en Keanu Reeves, Bruce Willis o Jean Claude Van Damme, pero finalmente recayó en la primera idea de Harlin que era Thomas Jane. A quien acompañaron Saffron Burroughs (“Troya”), Stellan Skarsgard, Jacqueline McKenzie y Michael Rapaport.
Me dejo a los dos actores negros como mención especial. Pues se hace una broma sobre los personajes negros en esta clase de historias respecto a que siempre mueren cuando son secundarios. Pero no es lo que ocurre con el de L.L. Cool J., que es uno de los dos supervivientes. Cosa que ya había hecho en “Halloween H20” y “Cazadores de mentes”. Otra que iba a sobrevivir era Saffron Burroughs, pero en pases de test, el público la consideraba villana y decidieron que su personaje muriera.
Sin embargo, el nombre más conocido del reparto, Samuel L. Jackson, quien había aceptado el papel para cumplir su sueño de participar en una película de monstruos, aunque ya lo había hecho pero muy brevemente en “Jurassic Park”, moría de forma muy sorpresiva a mitad de la película, creando un efecto “Psicosis”.
Para la recreación de los escualos, que contrariamente a lo que se piensa no son blancos sino makos (que la realidad solo pueden llegar a medir tres o cuatro metros aunque aquí haya uno de quince) se recurrió a varias empresas de efectos visuales entre las que estaba ILM (Industrial Light ando Magic). Aunque soy de la opinión que en esta película funcionan mejor los tiburones animatrónicos (que daban verdadero miedo a varios integrantes del reparto) que los digitales. Y reciclaron recursos de otras películas anteriores, como el estudio donde se rodó parte de "Titanic" o el minisubmarino de "Esfera". Por cierto, se hicieron dos secuelas pero son bastante deplorables.
domingo, 13 de agosto de 2023
Megalodon 2: La fosa
FICHA
TÉCNICA
Título:
Megalodon
2: La fosa.
Dirección:
Ben
Wheatley.
País:
Estados
Unidos.
Año:
2023.
Duración:
116
min.
Género:
Ciencia
ficción, terror.
Interpretación:
Jason
Statham, Sienna Guillory, Cliff Curtis, Skyler Samuels, Sergio
Peris-Mencheta, Page Kennedy, Wu Jing, Shuya Sophia Cai, Melissanthi
Mahut, Whoopie Van Raam.
Guion:
Dean
Georgaris, Erich Hoeber, Jon Hoeber. Personaje: Steve Alten.
Producción:
Belle
Avery, Lorenzo di Bonaventura.
Música:
Harry
Gregson-Williams.
Fotografía:
Haris
Zambarloukos.
Distribuidora:
Warner
Bros.
CRÍTICA
SINOPSIS:
En
una expedición para explorar las profundidades marinas, sus integrantes
descubren que la empresa que les subvenciona tiene otros intereses
económicos. Un accidente abre una brecha en la capa que separa ese
mundo del nuestro y pasan algunas de sus criaturas a través de ella.
LO
MEJOR: ¿Qué
se le pide una película de este tipo? Simplemente ser un buen
entretenimiento veraniego. Pues bien, aquí hay una buena ración de
bichos gigantes y mucha diversión. Así que siempre siendo
plenamente consciente de lo que vas a ver, no es un mal plan. No obstante, no es así durante todo el metraje. Nuevamente está claramente
dividida en dos mitades; la submarina y la de la superficie. Y si en
la anterior película es la primera la que mejor funciona, aquí es
completamente al revés por una razón muy evidente. Es cuando no se
toma en serio a sí misma, cuando es plenamente consciente de que lo
que están contando es mejor tomarlo a cachondeo, cuando se desmelena
y se convierte prácticamente en una comedia de acción y monstruos
al mero servicio del entretenimiento. Ahí, en esa segunda mitad es
donde de verdad te diviertes. Porque llega un momento que es tal el
caos narrativo, son tantas las burradas, que no te queda otra que reírte. Ahora bien, es algo intencionado o involuntario. La primera
mitad hace dudar pero en la segunda creo que han tirado por donde
debían haberlo hecho desde un principio. Tener claro que esto no es
un producto de suspense y terror sino un parque de atracciones donde
lo mejor es montar en su montaña rusa. Por cierto, es un acierto
invitar a la fiesta no solo a los megalodones, ahí lo dejo.
Interpretación:
Es un error poner a una estrella como Jason Statham en una película de
este tipo. Condiciona que dediques unas cuantas escenas para su
lucimiento personal. Y hay que tener más claro que aquí las
estrellas son los bichos. Por lo demás, solo repiten Cliff Curtis y
Page Kennedy de la primera entrega. No lo hace Li Bingbing pero al
seguir siendo una coproducción estadounidense- china hay que pagar
la cuota y meter con calzador a un insoportable Wu Jing. Por muy
insulsa que me pareciera ella, la hubiera preferido. El capítulo de
villanos es muy flojo. A Sienna Guillory se la podía sacar mucho más
y al español Sergio Peris Mencheta parece que los yankees no le ven
de otra cosa que de malo.
Escena
(SPOILERS!!): El
plano del megalodón frente a frente con el submarinista hace
referencia a uno muy parecido en la película anterior. Y la muerte
de la traidora, una de las mejores sino la mejor, recuerda a “Deep
blue sea”. Eludo todas las peleas de Jason Statham con quien sea
porque me sobran y me voy directamente a lo mejor. Me parece un
acierto que no sean los megalodones las únicas amenazas y resultan muy
divertidas todas las “fechorias” del pulpo gigante y los,
llamémosles, anfibios. Entre las fantasmadas más llamativas están
cuando el protagonista para con una pierna la boca del tiburón,
aunque tiene truco porque lo que realmente le detiene es una cadena.
Y la muerte del último megalodón. Y me encanta el plano desde
dentro de la boca del escualo mientras va tragando personas.
LO
PEOR: El
guion es absolutamente demencial, cercano en demasiadas
ocasiones a productos más propiamente de la factoría Asylum que es
incomprensible que en un principio se lo tomen tan en serio. Y me
sobran todas las peleas “humanas”. No es a lo que viene a ver el
público en una película que se titula “Megalodón”.
REFERENCIAS:
Mucha
mala crítica pero “Megalodón” consiguió más de 500 millones.
Pero aquí han tirado más por el camino de “Jurassic Park”(no
en calidad) y de “Godzilla vs Kong”.
CONCLUSIÓN: 6. Sabiendo lo que vas a ver, es lo que promete ser, un entretenimiento de acción y monstruos, que funciona mucho mejor cuando no se toma en serio a si misma y se convierte en una diversión sin complejos.
sábado, 12 de agosto de 2023
Microcríticas Express: Shazam, la furia de los dioses/Tranformers, el despertar de las bestias/Los Caballeros del Zodiaco
La
primera no se puede decir que me encantara en un primer visionado
pero en un segundo si le vi cierto punto de cine ochentero,
divertido, ligero y de aventuras, más que buscando el espectáculo.
Bueno pues aquí si que lo han buscado descaradamente y precisamente
han sacrificado lo que me había terminado gustando de la película
anterior, que era eso tono de película coral de grupo a lo
“Goonies”. Y ahí está uno de los problemas que tengo con esta
secuela, que me sobra todo el equipo en su versión adulta, prefiero
pero mucho a los pequeños. Salvo en el caso de Grace Fulton. Otro
de los problemas es que hay ratos que hay un chiste cada dos minutos
en plan Marvel. De acuerdo, que ya su predecesora tenía bastante
humor pero es que esto parece un festival de gags en lugar de tener un
guion en condiciones. Por lo demás, las incorporaciones son bastante
potentes, con Rachel Zegler (me encanta esta chica), Lucy Liu y, sobre
todo, Helen Mirren. Como destacar tiene algunas secuencias buenas,
como el prólogo o cualquiera en la que salga un dragón. Incluso
habiendo perdido cierta magia que tenía, es entretenida y bastante
espectacular. Tampoco entiendo porque no ha funcionado en taquilla,
está bien para verla en pantalla grande. 6.
Sinceramente,
me gusta esta saga, sobre todo en sus tres primeras entregas. Si, ya
sé que es básicamente ver robots pelearse mientras destruyen
edificios
a
codazos. Pero es un espectáculo palomitero de primer orden que me
resulta divertido. No obstante, las dos últimas películas daban un
claro síntoma de agotamiento que hizo que se bajara del tren
definitivamente a Michael Bay. Saco de esta ecuación a “Bumblebee”,
que era un spin off y que personalmente me encantó. De todas formas y
tanto Bay como Spielberg siguen como productores. La cuestión es que
no esperaba demasiado de esta especie de relanzamiento de la saga y
sorprendentemente me lo he pasado mejor de lo que había previsto.
Creo que tiene varios aciertos que ayudan a ello. De
primeras, las nuevas incorporaciones me funcionan. Tanto las humanas,
que esta vez no tienen caras conocidas y eso ha resultado una buena
idea, como las de los Transformers, porque además de los Autobots,
están los Terrorcons y los Maximals, y en juguetes
ya molaban bastante. Y
otro acierto es el cambio radical de escenario, ya fuera de las
ciudades, al terreno natural. Y la elección de Steven Caple Jr.
(“Creed 2”), que se confirma como buen director de escenas de
acción, y sin abusar de un montaje tan nervioso como con Michael
Bay. En definitiva, me ha entretenido y he pasado un rato divertido,
y es lo que le pido a una peli así. Porque no termino de ver a Optimus Prime
recitando a Shakespeare. 6’5.
Era
literalmente mi serie de dibujos favorita. He visto todos los
episodios y después las películas de animación. Tengo varias
figuras de ellos. Se puede decir que soy un flipado de los Caballeros
del Zodiaco. Me apetecía mucho ver una versión live action. Aún
así, no esperaba demasiado ya antes de que esta fuera masacrada,
pero como no suelo estar de acuerdo con estos apaleamientos de redes
sociales y acostumbro a llevar la contraria, le he dado una
oportunidad. Y siento reconocer que esta vez la críticas eran
justificadas. De primeras no sé de donde se han sacado la historia
de orígenes de los personajes. Puedo entender tomarse libertades
pero es que esto no tiene nada que ver. Pero bueno, todavía podía
ser una película entretenida y que además ofreciera un buen
espectáculo al menos. Pues no, tampoco. Si hay un montón de efectos
digitales de colorinchis, que a veces parecen más propios del
formato de animación y otras directamente parece que estén en una
discoteca. Por cierto, Atenea va vestida que da la sensación que
está a punto de salir de marcha en cualquier momento. Es como si
fuera un personaje de “Sensación de vivir”. Y para colmo es que
me he aburrido, que es lo peor que se puede decir de una película de
este tipo. No era tan difícil, solo había que poner a gente con
armadura dándose de leches en pantalla. Esa es otra, hay mejores
armaduras en cualquier evento de cosplay, estoy seguro. No es peor que
“Dragon Ball Evolution” pero juega en esa liga. 3.
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